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De ser el tercer mayor exportador del mundo en 2005, las restricciones sucesivas que sufrió el sector llevaron a que el país quede afuera del top 10
26/07/2015 - 13:56hs

Carne argentina: un clásico en extinción

Unos 138 frigoríficos cerraron y 21.000 puestos de trabajo ya no están. Las exportaciones, en su piso, y los jugadores, en retirada

Los datos de la industria frigorífica son elocuentes: desde el cierre de los mercados internacionales en la gestión de Guillermo Moreno, unos 138 frigoríficos bajaron sus persianas, los despidos afectaron a 21.000 trabajadores y se perdieron unos diez millones de cabezas en el stock ganadero local, según números que maneja el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne.

En 2014 se faenó un 17% menos de cabezas que en 2008 y la producción cayó un 14%. La política de cierre de las exportaciones arrancó en 2006 cuando la inflación avanzaba a paso galopante y Moreno desincentivó la producción de novillos para la venta al exterior, cuya faena cayó un 46%, es decir, en unos 2,1 millones de cabezas, según los datos del equipo económico de la Rural.

La información del Senasa avanza por el mismo camino: entre 2005 y 2010 abandonaron la actividad unos 27.000 productores ganaderos, según el registro oficial Renspa, y la tendencia está lejos de revertirse.

Según consigna La Nación, la participación de las carnes bovinas argentinas en el mercado mundial sigue cayendo. De ser los terceros exportadores del mundo con un volumen similar al de la India en 2005, se retrocedió consistentemente hasta el puesto 14, superados por Uruguay (10) y Paraguay (12), según los datos del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina sobre la base de datos del International Trade Center.

"Fue una década perdida para el sector", avanza Luis Bameule, ex presidente de Quickfood, la empresa creadora de la genérica Paty.

La pérdida de stock ganadero se traduce en unos u$s4.000 millones menos de capital del sector, a los que hay que sumar entre 1.000 y 1.500 millones de dólares de flujo anual de exportaciones que no existieron por las restricciones. 

Lo paradójico es que el Gobierno festejó a través de un comunicado de Cancillería que un tribunal arbitral de la Organización Mundial de Comercio le dio la razón en todos los reclamos principales que se habían formulado contra las medidas de Estados Unidos que prohíben el ingreso a ese país de carne vacuna fresca -refrigerada o congelada- desde todo el territorio argentino.

"Es una buena noticia, pero lejos está de resolver la situación de fondo. Ahora recién comienzan tres meses de revisiones", afirmó un productor ganadero.

El consumo de carne vacuna en la Argentina no pasa por una situación mejor. El retroceso entre 2008 y 2014 fue de 68 a 60 kilos por habitante por año, mientras que el precio promedio de la carne al consumidor aumentó un 523% en el período de enero de 2008 a diciembre 2014, según La Nación. 

oy la esperanza de los productores es que los principales candidatos presenten sus proyectos de largo plazo. El gran enigma para ellos es Daniel Scioli, cuyos asesores dieron atisbos a puertas cerradas pero no en público. Mientras tanto, se intentará mañana darle una luz de esperanza al alicaído sector con el anuncio de un acuerdo en la cadena de la carne. El objetivo es preservar puestos de trabajo e intentar revertir la ironía de la otra vaca muerta

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