Durante la primera mitad del 2015 no todas las profesiones u oficios resultaron beneficiados por la búsqueda laboral, salvo una: la Ingeniería.

El mercado apuntó a atraer ingenieros en sistemas, informática, mecánicos, eléctricos, en perforación, petróleo o reservorios y químicos. También tuvieron su cuota de suerte los licenciados en Sistemas, Ciencias de la Computación o Informática. Así, ingenieros y especialistas en IT se llevan la mejor parte.

Por debajo se encuentran otros perfiles, como el de los contadores bilingües para centros de servicios compartidos, expertos en compensaciones y en relaciones laborales y financieros para la gestión del riesgo y el manejo de caja. 

La pregunta que surge es qué fue lo que generó esta tendencia. Posiblemente, consigna La Nación, la conjunción de una serie de factores que mantuvieron y activaron la demanda ejecutiva:

- Un renovado ánimo y las perspectivas de una recuperación económica, consecuencia del cambio de gobierno al que muchas compañías apuestan.

- El hecho de que las empresas no están en una crisis de quiebre, sino en un escenario más bien de estrangulamiento, que las obliga a seguir operando, requiriendo de fuerza laboral para eso.

- La aún positiva propensión al cambio laboral de los ejecutivos. No existe una situación de parálisis y negativa a dejar el puesto de trabajo.

- Si bien más selectivos y cautos, los profesionales escuchan y se cambian.

- El convencimiento y aprendizaje de las organizaciones que el recurso humano es fundamental y es preferible cuidarlo, formarlo y desarrollarlo.