El 29 de julio se celebró en la Argentina el Día de la Cultura, la cual se define como el conjunto de valores, costumbres, creencias y prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo específico.

A lo largo de los años, la cultura cambia como respuesta del grupo para adaptarse al entorno que los rodea: en tiempos acelerados como en el que vivimos, la cultura está en constante transformación. 

Dentro de estos cambios, el gran desarrollo de la ciencia y la tecnología ha incursionado en todos los ámbitos de nuestras vidas, y la música no es una excepción.

La tecnología trajo consigo un cambio cultural en lo que respecta a la manera en que escuchamos y consumimos la música en nuestra vida diaria.

Poco a poco, los servicios de streaming de música en línea van ganando terreno frente a la música “física”: según el Nielsen Mobile Consumer Report 2014, el año pasado las ventas mundiales de música digital igualaron por primera vez a las ventas físicas en un 46%.

A nivel local, el informe “Usuario online 2015” de Carrier y Asociados señala que en la Argentina 3 de cada 4 usuarios de internet consume música en línea.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permiten reducir los costos de almacenamiento, distribución y comercialización.

Así, gracias a Internet se puede acceder a la música en cualquier momento y lugar, produciendo un cambio inevitable en el hábito del consumidor.

En la década del 90, la tecnología digital fue uno de los principales motivos de la caída de la industria musical, pero la misma que, posteriormente, permitió un nuevo boom musical poniendo la música al alcance de todos con el auge del streaming.

Pero como en otros ámbitos de la vida, nos preguntamos qué llegó primero, si la tecnología y la subsiguiente música por streaming fue la que provocó el cambio cultural… ¿o tal vez la música por streaming surgió como resultado de un cambio cultural y del viraje a lo digital?

En este sentido, podemos resaltar que cuando surgió Internet también entró en escena la piratería de música, convirtiéndose en el principal enemigo de la industria discográfica y musical.

Con la masificación de la banda ancha y la aparición de la Web 2.0, los archivos de música comenzaron a circular en Internet más que nunca.

Justamente, el Nielsen Mobile Consumer Report 2014 indica que el 95% de los consumidores prefieren acceder a la música de forma gratuita, y esto es lo que lleva al consumo masivo de música ilegal en línea.

Así nació Guvera en 2008, basándose en esta premisa para ofrecer a los usuarios una plataforma de streaming de música gratuita pero legal, donde tienen acceso a más de 20 millones de canciones de sus artistas favoritos y cuenta con un interfaz social para seguir listas de reproducción y compartir música con amigos. 

En la actualidad, este tipo de servicios de entretenimiento le dan a los fanáticos herramientas únicas para participar del proceso de selección de música, co-crear contenido y armar sus propias listas de reproducción.

De esta manera, los usuarios siguen aportando a los cambios culturales y viven sus vidas acompañados siempre de su música favorita en sus dispositivos móviles.