iProfesionaliProfesional

El dólar que para Kicillof "no existe" bate récords en un mercado nervioso
25/08/2015 - 10:03hs

Axel Kicillof debe haber pasado una jornada tranquila. Después de haber declarado en una seguidilla de entrevistas que el dólar blue es insignificante, que no representa nada, que no le importa a nadie y que tiene una influencia nula sobre la economía, la noticia de que batió otro récord no le debe haber arruinado el lunes.

En cambio, el mercado no parece tener la misma sensación que el ministro. El cierre de la semana pasada ya había sido preocupante, con señales de deterioro de la economía, especialmente en el plano fiscal y en la rapidez con la que se evaporan las reservas.

Y ayer los desayunos quedaron atragantados con la noticia de un desplome en los mercados del mundo, por efecto contagio de la devaluación china.

Es decir, además del enrarecimiento del clima político, de la sospecha -casi certeza- de un ajuste cambiario post-electoral y de la catarata de datos económicos negativos, llegaron malas noticias desde el exterior. Porque el "síndrome de China" implica un golpe sobre las materias primas agrícolas que la Argentina exporta.

De hecho, el índice de commodities cayó a su menor valor desde el año 2002, de acuerdo a una medición de la consultora Econviews.

En ese contexto, como termómetro por excelencia del humor social argentino, el dólar paralelo reflejó nuevamente estos temores al ubicarse en $15,84, una marca que agranda hasta 71% la brecha con el tipo de cambio oficial.

Y lo cierto es que, llegado este punto, hay muchos que dudan seriamente de que el ministro Kicillof y su equipo estén tan tranquilos como dicen.

"En realidad, Kicillof no lo minimiza para nada", argumentó el influyente Javier González Fraga, quien notó que "la preocupación que les genera los ha obligado a tomar muchas decisiones, está a la vista".

Con la autoridad que le da el haber estado en la presidencia del Banco Central en los momentos más calientes de las crisis inflacionarias de fines de los '80, González Fraga recordó que el dólar paralelo, aunque pueda ser pequeño en volumen, tiene una influencia decisiva en la economía real.

"Afecta las expectativas de inflación", argumentó. Y no dudó en vincular la fuerte demanda de turismo externo con la disparada del blue.

Los viejos instrumentos suenan mal

Y los hechos parecen darle la razón, porque ante la presión de la suba del "paralelo" y la caída de las reservas del Banco Central, en las últimas semanas, el Gobierno tomó distintas medidas para bajarle la fiebre al mercado. A saber:

  • Una suba de un par de puntos las tasas de interés que rinden los plazos fijos. Por esta vía logró incrementar esos ahorros en $10.000 millones. A todas luces, frente a la emisión de pesos y a la salida de reservas, ese monto luce exiguo para contener la huida.
  • Emisión de deuda. Para distraer la atención del billete verde, el Ministerio de Economía diseñó el lanzamiento de bonos en pesos pero atados a la evolución del tipo de cambio.

    Con este instrumento intenta captar a quienes en el mercado piensen que se viene una devaluación. La colocación del Bonad 17, por el cual Kicillof captó una cifra equivalente a los u$s1.087 millones (alrededor de 10.000 millones de pesos).

    Según el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), esta herramienta dólar linked brinda "la posibilidad de cubrirse contra fluctuaciones cambiarias sin necesidad de recurrir a contratos de futuros o derivados, reduciendo así los costos de transacción".

  • Intervención en el mercado. El Banco Central lleva vendidos u$s668 millones en lo que va del mes para evitar un salto en el tipo de cambio "oficial". Ocurre porque la demanda de divisas es superior a la oferta, en medio de la sensible caída del superávit comercial.

    También, a través de distintos organismos públicos, como el Banco Nación y la Anses, existe una intervención directa en el denominado "contado con liqui", con la venta de bonos dolarizados que salen de la cartera estatal. Esta maniobra le permitió al Gobierno mantener esta paridad por debajo de los 14 pesos.

  • "Puré". Así se conoce a la maniobra de los pequeños inversores que compran dólares "subsidiados" con la autorización de la AFIP y lo venden en el mercado ilegal. Ese traslado de la oferta suele descomprimir la cotización del "blue", aunque este fenómeno quedó limitado en las últimas semanas debido a que la mayoría de los ahorristas -ante la expectativa de que el valor del dólar seguirá deslizándose-- decidió guardarse los billetes verdes en lugar de venderlos.

Menos margen de maniobra

Lo que parece quedar claro, en definitiva, es que las armas que en otros momentos fueron suficientes para mantener bajo control al mercado ya no están dando los mismos resultados.

Algunos analistas del mercado atribuyen la volatilidad actual a los problemas estructurales de escasez de divisas. De hecho, el actual nivel del blue ya llegó, y hasta pasó por unos centavos, al dólar "de convertibilidad" -el que surge de comparar las reservas contra la base monetaria- que se ubica en $15,77.

Además, luego de conocidos los números fiscales que apuntan al cierre del año con un déficit comparable con los de los años '80, la percepción en el mercado es que se está dando un efecto de protección por adelantado ante lo que se considera una inevitable corrección devaluatoria post-elecciones.

Pero otros expertos apuntan al deterioro del contexto financiero internacional, luego de la devaluación china y su efecto contagio.

En todo caso, la pregunta del momento es si tiene el Gobierno herramientas adicionales para intervenir y tranquilizar al mercado cambiario.

 "Ya no le quedan demasiadas armas novedosas. Un Gobierno políticamente fuerte podría tomar medidas o recambiar funcionarios, pero no uno al que le quedan pocos meses de vigencia", responde Francisco Gismondi, ex Banco Central, y actual economista del PRO.

Su visión es que hasta pasadas las elecciones, habrá una combinación entre un alza del dólar ´blue´ y una caída de las reservas, el fenómeno que los economistas conocen como "la frazada corta".

- ¿Y una nueva alza de las tasas de interés podría funcionar?

- Tendría un efecto muy limitado. El inversor que se quedó en pesos vio que tuvo una pérdida en comparación al dólar. Estamos ante un escenario complicado, muy cerca de las elecciones, y la gente prefiere refugiarse en dólares. Para ser atractiva, la tasa de interés en pesos debería ser elevadísima.

Por su parte, Arnaldo Bocco, economista heterodoxo cercano al Gobierno, plantea que el Ejecutivo seguirá interviniendo en el mercado del "contado con liqui", en un intento por disminuir las presiones del mercado.

- ¿Alcanza para no devaluar?", le preguntó iProfesional.

- Este Gobierno no devaluará. Antes, tomará algunas medidas de corte fiscal para ayudar a los sectores con mayores problemas, como a los productores de trigo o maíz. Y a las economías regionales en general. No descarto una eliminación de retenciones para ellos.

De todas formas, Bocco se rehúsa a analizar la situación actual solamente por lo que acontece en el mercado local.

"Estamos en plena guerra de monedas. Supongo que el yuan volverá a devaluarse. Podríamos estar frente a un escenario parecido al de Lehman Brothers de 2008 porque estos desbarajustes le pegan a los bancos europeos, que no están muy sólidos. Por eso digo que hay que aguardar para ver la evolución de la crisis antes de apresurarse a tomar medidas que nos afecten negativamente y que luego sea tarde para revertirlas".

Lo cierto es que la city vivió ayer otra jornada nerviosa, en la cual los condimentos externos y los domésticos se combinaron en una mezcla explosiva. Para colmo de males, se conocieron los datos sobre la balanza comercial, y marcan que el ingreso de "dólares genuinos" provenientes de las exportaciones continúa en caída libre (ver nota aparte).

Lo peor, naturalmente, es la certeza que tiene el mercado sobre la dificultad que existirá durante todo este año para un mayor ingreso de divisas. Como contrapartida, el vencimiento del Boden 15 implicará una erogación que podría llegar a los u$s3.500 millones y que impactarán directamente en las reservas del Central.

En los meses venideros, el tiempo jugará en contra para la Argentina. Y los mercados ya lo advirtieron.

Temas relacionados