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La rebaja de la calificación agudiza la crisis del principal socio comercial. Expertos anticipan el escenario que deberán enfrentar las empresas locales
10/09/2015 - 10:00hs

Si bien era una noticia que muchos analistas daban como un hecho, la decisión de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s de rebajar la nota crediticia de Brasil, se convirtió en un duro golpe para una economía sumida en una crisis política y económica. 

En lo técnico, dicha nota pasó de BBB- a BB+. En buen romance, implica que el mayor socio comercial del Mercosur perdió su codiciado grado de inversión, un escenario que, según expertos, tendrá un claro impacto en la Argentina

Para agravar el panorama, además de quitarle el grado de inversión, S&P señaló que puede hacer descender a Brasil aún más al mantener el "panorama negativo" para la nota soberana.

La nación comandada por Dilma Rousseff estaba buscando mantenerse entre los países reconocidos como "buenos pagadores" por parte de las agencias. Y si bien todavía falta conocer el "veredicto" de otras dos calificadoras, la decisión de S&P significa un duro revés para la Presidenta. 

En diálogo con iProfesional desde San Pablo, el analista Gustavo Segré destacó que "la razón por la cual Brasil perdió el grado de inversión se explica por algo muy simple: tiene las cuentas en desorden". 

Al respecto, el analista sostuvo que "el presupuesto que enviaron al Congreso, consignaba un fuerte déficit. En otras palabras, estaban pidiendo a gritos que le bajaran la nota".

Según Reuters, a finales de agosto, el Gobierno presentó en el Parlamento una propuesta con una previsión de un déficit primario equivalente al 0,34% del PBI de cara al 2016, en medio de una recesión y de grandes dificultades para aprobar medidas de ajuste fiscal.

Para Segré, la decisión de S&P era una suerte de secreto a voces: "Los datos que viene arrojando la economía de Brasil son francamente desalentadores. El presupuesto estaba reconociendo que el Gobierno iba a tener que endeudarse más para cubrir las obligaciones. A esto se suma un desempleo que está en aumento y un PBI en decrecimiento. Esto, por sí solo, implicaba un escenario de alto riesgo para las calificadoras. Por eso consideramos que la pérdida del Investment Grade, o grado de inversión segura, era inminente". 

Impacto en la ArgentinaEl real, más allá de que este miércoles se tomó un respiro, es uno de los grandes focos de preocupación para el Gobierno de Cristina Kirchner, así como también para los candidatos que buscan sucederla en el poder. 

El punto central es que la moneda del principal socio comercial acumula una devaluación superior al 40% en lo que va del año y se ubica en su nivel más bajo desde fines de 2002

Esta noticia cobra más relevancia si se considera que la competitividad cambiaria de la Argentina frente a Brasil está en niveles similares a los del promedio 1999-2001, es decir, cuando en el país se desató la megacrisis que puso fin a la convertibilidad. 

La nación vecina es el destino de entre el 35% y 40% de los bienes industriales que exportan las empresas locales. En este contexto, la decisión de S&P amenaza con afectar aun más la competitividad del "Made in Argentina", de la mano de un mayor debilitamiento del real. 

"Es muy probable que esta noticia favorezca una nueva devaluación de la moneda brasileña frente al dólar", advirtió Segré. 

Lo que puede suceder en las próximas jornadas "es que algunos inversores, que todavía permanecían en el mercado, finalmente decidan salir de Brasil. Esto incrementará la demanda de divisas estadounidenses y, en consecuencia, impulsará un mayor debilitamiento del real".

En la misma línea, para el economista Miguel Ángel Boggiano, director de la consultora Carta Financiera, a partir de ahora "podría verse una catarata de ventas de los títulos de deuda de Brasil por una mera cuestión de regulación del sector privado". 

"Puesto en otras palabras, que la nación vecina pierda su calificación de investment grade implica que muchos fondos se verán forzados a vender bonos, lo que empujará el precio del real aún más abajo", destacó. 

Según el influyente diario brasileño Valor, antes de la decisión de S&P ya había numerosas entidades financieras que venían planteando un escenario de dólar fuerte de cara a los próximos meses. 

De hecho, algunas ya están trabajando con un tipo de cambio hacia fin de año de 4 reales por billete verde, cifra que se eleva a 4,05 hacia fines de marzo de 2016 y a 4,10 hacia el mes de junio próximo. 

Sin embargo, el cambio de escenario tras la pérdida de grado de inversión obliga a volver a trazar las proyecciones

Menor dinamismo comercialDesde Carta Financiera advirtieron que la Argentina hoy tendría que tener un dólar a $17,25 "para estar en la misma situación respecto a Brasil que hace 12 meses".

"¿Quiere esto decir que ese debería ser el tipo de cambio de equilibrio? No necesariamente, ya que para esto hay que computar lo sucedido con otros socios. Pero el diagnóstico no cambia: el tipo de cambio real en Argentina está marcadamente atrasado. Esto se traduce en menos exportaciones", agregaron.

Para Boggiano, el cuadro actual "es un problema para la Argentina".

"A Brasil le exportamos vendemos autos. Con lo cual, en lo inmediato, se va a profundizar la crisis en la industria automotriz local. Nos estamos volviendo cada vez más caros frente a nuestro socio". 

Desde la agencia de riesgo crediticio Coface advirtieron que la pérdida del grado de inversión también incrementará las dificultades de las empresas brasileñas para conseguir créditos en bancos del exterior, lo que ralentizará la recuperación de economía vecina. 

Esta perspectiva complica a la Argentina porque le mete más presión al muy debilitado superávit comercial

Cabe destacar que durante los ocho primeros meses del año, las ventas hacia Brasil apenas tocaron los u$s7.500 millones, lo que implicó un derrumbe del 25% frente a igual lapso de 2014.

En este contexto, desde la consultora Abeceb prevén que el intercambio comercial con el país vecino dejará un déficit de u$s2.000 millones, cifra que contrasta con los casi u$s500 millones de superávit de 2014. 

Hoy, prácticamente ningún sector productivo nacional se salva de la crisis en Brasil y del real débil: las exportaciones de calzados, por ejemplo, se vienen desplomando un 95% en lo que va del año. En el caso de fibras de algodón, carburantes y cueros, los derrumbes van del 50% al 72%. En tanto que textiles, frutas frescas y derivados de caucho están sufriendo fuertes caídas del orden del 30%. 

Dilma, muy golpeadaLa decisión de S&P llega en momentos en que la “ex dama de hierro” está tocando un bajísimo nivel de popularidad, con una aprobación pública hacia su gestión de apenas 7% y con un 70% de rechazo. 

La mandataria viene de sufrir un duro revés, luego de que se dieran a conocer grabaciones en las que se lo escucha al vicepresidente brasileño, Michel Temer, reconocer en una reunión con empresarios que ve “difícil” que Rousseff pueda culminar su mandato. 

Para Segré, "la medida de S&P no hace más que afectar el poco sustento político que tiene Dilma. Lula consiguió el investment grade para Brasil, algo que fue muy festejado, y ahora es ella quien lo está perdiendo. Es un impacto político muy fuerte". 

El experto fue más allá y anticipó que esto también podrá traer consecuencias en el nivel de apoyo que, de ahora en más, le dará el sector empresario a la Presidenta, lo que condicionará todavía más su margen de acción de cara a los próximos meses. 

Sucede que hace pocos días hubo una cumbre entre los empresarios más poderosos del país y funcionarios del Gabinete en la que garantizaron su apoyo a la actual gestión sólo si respetaban tres objetivos: que el Gobierno realice un ajuste en el nivel de gasto público, que consiga un superávit fiscal de al menos 0,7% para el año próximo y que el país no pierda la categoría de Investment Grade. 

Sin embargo, el precedente de S&P anticipa un panorama sombrío respecto a este último punto: "Todavía falta conocer qué postura tomarán Fitch y Moody´s. Pero, por como se presenta el panorama para Dilma, todo indica que Brasil va sufrir nuevas bajas en su nota", concluyó Segré. 

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