Una de las grandes paradojas del modelo es la de intentar potenciar un sector pero que luego ese crecimiento buscado, termine chocando contra la falta de recursos o de estructura. 

Esto fue lo que sucedió, por ejemplo, con la comercialización de aires acondicionados. 

Durante años, la administración K festejó los sucesivos récords de ventas de estos equipos, como una señal de una economía pujante. Sin embargo, luego la infraestructura no estuvo a la altura del mayor consumo de energía, lo que dio lugar a la ola de cortes de luz veraniegos, uno de los pasajes más amargos para el Gobierno.  

En boca de un empresario del sector, "el Ejecutivo festeja la venta de equipos pero luego prende una vela para que éstos no se enciendan". 

Algo similar es lo que está ocurriendo ahora con la industria de la construcción: luego de un largo período de fuertes caídas, la administración K intentó revivir a esta rama de actividad a través de programas como el ProCreAr o incluso el Ahora 12, que ofrece la posibilidad de comprar materiales en cuotas fijas sin interés. 

Sin embargo, el sector se está enfrentado a una sorpresiva coyuntura: en numerosas provincias está faltando cemento, la materia prima por excelencia. Esto está derivando en la paralización de obras y en suspensión de personal. 

“No hay certezas para la entrega del hormigón que requieren las construcciones. Antes se coordinaba en no más de siete días. Ahora no hay seguridad de que pueda ser antes de los 15. Hay problemas con el cemento. Según los proveedores, hay problemas en la producción por los recortes de gas que sufren las industrias. También existen dificultades para conseguir cerámicos y hasta ladrillos. En Capital esto ya se siente". 

Estas declaraciones, pronunciadas por un arquitecto porteño, es el resumen de los inconvenientes que se observan en distintas provincias del país: en algunos distritos, la entrega de cemento se desplomó un 70% en los útlimos meses, situación que ya derivó en suspensiones de obras públicas y hasta en despidos. 

Esto ocurre a contramano de lo que pregonan los principales referentes del kirchnerismo, quienes no dudan en referirse a la actividad de la construcción como uno de los resortes que mejor evidencia un crecimiento económico.

“La venta al por mayor, que consiste en un equipo de 600 bolsas, ahora se redujo a 200 unidades”, detalló ante iProfesional Guillermo Arroyo, presidente de la Cámara Salteña de la Construcción. 

“Los proveedores nos dicen que el faltante seguirá por lo menos hasta fin de año. Esto ya obligó a la mayoría de las empresas de la cámara que trabajan en la obra pública a redireccionar al personal en el caso de las obras avanzadas. En las que recién se comienza directamente se llegó a la parálisis, con casos de despidos”, reconoció.

“La industria de la construcción depende exclusivamente de dos empresas: Loma Negra y Holcim. Son las únicas que fabrican todo el cemento y desde esa posición de monopolio es que no nos queda margen de acción. El insumo lo derivan de sus plantas en Santiago del Estero y Jujuy, pero de pronto dejó de llegar”, aseguró Arroyo.

La situación es prácticamente la misma en provincias como Jujuy, Formosa, Misiones, Chaco e, incluso, Santa Fe.

En esta última, los socios locales de la Cámara Argentina de la Construcción acumulan semanas de reclamos porque no se consigue cemento.

“A la inquietud se la planteamos también al Instituto del Cemento Portland Argentino y nos respondieron a través de una nota de manera oficial que la fábrica está produciendo normalmente y por lo tanto no debería haber faltante, pero la realidad es que no se consigue”, precisó Roberto Pilatti, titular de la organización en Santa Fe.

Casi en la totalidad de las plazas con inconvenientes hay consenso respecto de cuáles son las variables que complican la disponibilidad de este material: por un lado, un parate forzado de algunos hornos que requieren de mantenimiento pero hay faltante de repuestos importados por las trabas aduaneras. Por otro, un menor ritmo de producción derivado de los cortes de gas que el Gobierno aplica periódicamente a las industrias.

“Las cementeras tienen problemas de provisión de gas y, por esta causa, se produjo una baja en la producción. Hoy las empresas están recibiendo cemento de manera programada previa conversación con los corralones. Nos falta solucionar el problema con las hormigoneras que siguen complicadas por la escasez", puntualizó Pablo Tenerani, presidente de la delegación Chaco de la Cámara de la Construcción.

Desde el Centro de Empresas Constructoras de Chaco (CEC) uno de sus referentes, Mateo Alemán fue más allá y pidió que el Gobierno nacional revise la conducta de Loma Negra y Holcim (ex Minetti) “porque desde hace varios meses vienen retaceando la provisión del cemento y es necesario que se aplique la Ley de Abastecimiento”.

Arroyo, de la Cámara Salteña de la Construcción, amplió la explicación en torno a las causas del faltante. Según el empresario, al problema del suministro de gas se sumó "el retraso en las tareas de mantenimiento que se debieron concretar en enero pero recién se hicieron recién meses atrás. Esa postergación estaría vinculada a problemas para importar materiales del exterior”.

El directivo remarcó que este panorama afecta la construcción pública y privada. 

"Aunque el cemento es indispensable en casi todas las etapas, se ven obligados a optar por ejecutar las que requieren menos de ese insumo y postergar aquellas que demandan una mayor proporción de hormigón", dijo.

Por su parte, Félix Piacentini, economista y director de la consultora Noanomics, declaró que ningún “exceso de demanda de cemento justifica un faltante”.

Complicación sin fronteras

Rubén Aguilar, titular del sindicato de la UOCRA en la provincia de Salta, aseguró que "ya hay casi 100 despidos contabilizados en el último mes con la promesa de reincorporar a las personas una vez reestablecida la situación con el cemento”.

Para el público en general, la bolsa de cemento en esa zona del país pasó de costar $95 a los actuales $150.

El problema en Salta, según Aguilar, comenzó a agudizarse hace escasas semanas. “Primero no había ingresos de personal en las empresas porque faltaba cemento y ahora, al no normalizarse la situación, empezaron los despidos. En el sindicato tenemos registrados 98 despidos, 70 corresponden a trabajadores de obras pública y 28 a obras privadas”, precisó.

Según el dirigente, si el faltante supera septiembre “sería un caos. Hoy, para una construcción familiar no hay cemento y las empresas están desesperadas. Los corralones están recibiendo, en algunos casos, una tercera parte de lo usual y, en otros casos, no están recibiendo nada”.

En Formosa, el faltante es tal que la local Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario viene llevando a cabo ventas de cemento al “menudeo” -es decir, fraccionadas- en distintos comercios de la capital provincial.

El precio por bolsa alcanza los $125 y no se permite la adquisición de más de cinco unidades por cliente. El organismo informó además que, para efectuar la compra, se debe presentar el DNI. 

“La propuesta obedece al interés de facilitar el acceso al producto a quienes realizan pequeñas obras y, al mismo tiempo, deja claramente de manifiesto el precio único de $125 por bolsa, transparentando el mercado y superando cualquier acción deshonesta o especulativa” se explicó desde el organismo.

En Misiones el desabastecimiento también se da con igual tenor, aunque agravado por las compras del insumo que en ciudades como Posadas llevan a cabo empresas de la construcción de Paraguay y Brasil.

“De cuatro camiones que venían antes, ahora llegan dos nada más y tenemos problemas con los clientes”, expuso un comerciante de San Juan consultado por este medio. En ese territorio se estima que la disponibilidad del insumo decayó por lo menos un 20 por ciento en el último mes.

“Los clientes piden tres equipos (600 bolsas) y sólo podemos entregarles de a 200 bolsas mientras nos van llegando. Tenemos que estar supervisando la mercadería para ir tapando agujeros que nos quedan con los clientes, porque nos llaman para decirnos que tienen la obra parada por falta de material”, agregó la fuente.

Ya en Río Negro, los mayoristas de la construcción en la provincia desde hace algunas semanas sufren un faltante que se va acentuando.

“La empresa que más provee dice que sufre restricciones con el gas”, indicaron desde un comercio local, en referencia a Loma Negra. Si bien iProfesional contactó a esta última a fin de tener una explicación respecto del faltante, no hubo respuesta por parte de la compañía. 

Por lo pronto, el desabastecimiento ya se hace sentir en los indicadores del sector. Así, estadísticas de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) reconocen que en agosto último las fábricas despacharon 981.600 toneladas, incluyendo exportaciones, lo que representa un descenso con respecto a julio último de casi 9%, mientras que la baja se ubica en el 2% en relación con el mismo mes de 2014.