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Cae el mito de que el dólar barato "garpa" en las urnas: economí­as regionales dan su voto castigo
06/11/2015 - 10:00hs

Las agendas del Frente para la Victoria y Cambiemos hoy están completamente enfocadas en la segunda vuelta.

Las estrategias aplicadas de un lado y del otro sin dudas constituyen un festín para los politólogos, que analizan la efectividad de la llamada "campaña sucia" que despliega el oficialismo y la cintura que tiene Mauricio Macri para esquivar los dardos que le lanzan. 

Sin embargo, en el FpV siguen analizando qué salió mal y qué hay que modificar para enfrentar el balotaje el próximo 22 de noviembre.

Haber ungido a Aníbal Fernández para pelearle la gobernación a María Eugenia Vidal -ahora la gran estrella de la política-, fue la primera lectura trazada, especialmente al considerar que el funcionario obtuvo menos votos que el mismo Scioli

El “descuido” de los barones del Conurbano, que fueron a las urnas confiados en el propio aparato y terminaron desbancados tras décadas en el poder por figuras que no tenían roce político, como el caso del cocinero Martiniano Molina o el periodista Diego Valenzuela, también forma parte del análisis al momento de evaluar el traspié del oficialismo. 

Sin embargo, más allá de estas pulseadas territoriales, hubo una variable clave que la administración K pretendió utilizar a su favor a lo largo de todo el año pero que no sólo no contribuyó con una mejora del clima electoral, sino que terminó afectando al propio candidato del FpV: el dólar barato, que se volvió una suerte de “boomerang”.

El atraso cambiario, explicado por un billete verde subiendo a la mitad del ritmo que la inflación, ha sido una de las recetas con las que se buscó incentivar un boom de ventas en el mercado interno. 

Desde Fundación Mediterránea, el economista Jorge Day, coincidió en que “el dólar barato fue la forma que eligió el Gobierno para intentar contener la suba de precios” y así “propiciar una reactivación del consumo”. 

En tanto, Luciano Cohan, analista de Elypsis, consideró que "el atraso cambiario ayudó a generar una momentánea sensación de mayor poder adquisitivo, permitiendo acceder a más bienes y servicios dolarizados”.

Sin embargo, esta estrategia tuvo un alto costo: desatender a las economías regionales y a los sectores exportadores, que hoy operan con un nivel de atraso cambiario comparable al de 2001, según estimaciones de la consultora Ledesma. 

Así, para los economistas hubo un grueso error de estrategia: según Dante Sica, director de Abeceb, con el atraso cambiario se benefició “a los sectores de ingresos medios y altos, que son los que hacen turismo en el exterior y compran dólares subsidiados”, pero que no forman parte del núcleo de votantes K. 

Como contrapartida, según Sica, con el atraso cambiario se terminó generando un “efecto dañino sobre la agricultura, las economías regionales y hasta la industria". 

En definitiva, ese error de estrategia por parte del kirchnerismo llevó a facilitar el acceso a bienes y servicios dolarizados a una parte del electorado que al final y al cabo siempre le ha sido esquivo al kirchnerismo, forzando así a una segunda vuelta.

Como contrapartida, desatendió a los sectores productivos clave del interior -que no vienen generando empleo desde hace al menos cuatro años- y a los cuales durante la campaña sólo se les prometió mejoras fiscales y logísticas, como una manera indirecta de ganar competitividad

De hecho, una de las cadenas nacionales de Cristina Kirchner que por estas horas más debe estar lamentando el equipo de Scioli fue aquella de principios de septiembre en la que la Presidenta hizo un llamado para que las empresas dejen de venderle al mundo y "sustituyan exportaciones" con más mercado interno. 

Este mensaje terminó cayendo como una bomba en todas las economías regionales. No sólo en las zonas donde se producen alimentos commodities, sino también en áreas de fuerte tradición industrial, como Santa FeCórdoba o el interior de Buenos Aires, que este año padecieron un histórico derrumbe de los envíos al exterior, que representan su principal mercado

Votos en fuga

Las elecciones presidenciales de octubre, con un Scioli que estuvo muy lejos del triunfo en primera vuelta, contrastaron notablemente con el escenario que el FpV había logrado capitalizar en 2011, cuando CFK arrasó en las urnas

Para Diego Giacomini, analista de Economía & Regiones, "claramente, en estos comicios el tema económico tuvo una influencia notable". 
¿Cuánto cambió el escenario en cuatro años? Primero hay que destacar que en 2011, el kirchnerismo se vio beneficiado por un repunte de la demanda internacional, un boom de consumo doméstico, precios de granos en alza y una economía pujante, que todavía crecía por encima del 6 por ciento. 
En ese entonces, el oficialismo no tuvo ningún problema en imponerse en aquellos bastiones históricos del peronismo.
No sólo en el Conurbano, sino también en provincias como Santiago del Estero, donde arrasó con un 80% de los sufragios. Además, logró triunfos contundentes en jurisdicciones del Norte (Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán) y de la Patagonia (Neuquén, Río Negro), donde se impuso con muchísima holgura. 
“Hace cuatro años Cristina Kirchner lograba obtener el 54% de los votos porque el PBI en dólares, en pesos constantes y per cápita, eran récord. Además, el ingreso medido en términos reales estaba en su pico histórico. Cuatro años después, no quedó nada de eso", agregó Giacomini. 
Las provincias que le dijeron "no" al "dólar barato"
El retroceso del FpV no se puede explicar sin mencionar el histórico triunfo de Vidal en la Provincia, que ganó algunos distritos clave como Morón, Tres de Febrero o La Plata. Pero también fue decisiva la contundente diferencia que logró en las principales zonas agrícolas bonaerenses, como Tornquist, Olavarría, Lincoln, Tres Arroyos, Lezama o Castelli. 

Además, la pérdida de terreno del oficialismo quedó en evidencia por la fuerte sangría de electores que sufrió en provincias que hoy se están viendo seriamente castigadas por el atraso cambiario y la pérdida de competitividad

Jorge Vasconcelos, economista del IERAL, señaló que en aquellos lugares más castigados por el atraso cambiario, claramente hubo un “voto castigo”. 
"En 2011, las elecciones se dieron en un contexto en el que el sector productivo trabajaba con un tipo de cambio que, a valores de hoy, equivalía a $13,50, un 40% por encima del nivel actual. El deterioro contribuyó a que la economía y el empleo privado perdieran dinamismo, especialmente en el interior del país", afirmó el experto. 
"La combinación de estas variables explica por qué habrá nuevamente elecciones el 22 de noviembre", recalcó. 

Al trazar un comparativo entre la performance del oficialismo en los comicios nacionales de 2011 y de 2015, se observa cómo en 18 provincias que explican el grueso de las economías regionales, el FpV sufrió una pérdida en el caudal de electores de hasta 27 puntos (ver mapa). 

 

El "mapa", por regiones, dejó los siguientes cambios: 

1. Norte Argentino

En términos porcentuales, la provincia donde más retrocedió el FpV fue en Jujuy, donde en apenas cuatro años sufrió una caída de 27 puntos, dado que en 2011 Cristina había logrado el 64%, mientras que en esta elección Scioli apenas concentró el 37%. 

Esto llevó a que el radical Gerardo Morales se consagre gobernador, poniéndole fin a una tradición peronista que venía desde la vuelta de la democracia. 

En el Norte, el FpV también perdió mucho terreno en Salta: desde el contundente 64,5% logrado por Cristina en 2011, el caudal se desplomó 24 puntos, lo que representó unos 115.000 electores menos. 

Estas dos dos provincias son las que concentran casi toda la industria del tabaco de la Argentina, que es el octavo productor a nivel mundial. 

El problema para este sector clave es el atraso cambiario, dado que el 80% de lo elaborado se destina al exterior.

Según datos del INDEC, entre enero y septiembre de 2015, la exportación de tabaco representó ingresos por apenas u$s159 millones, un desplome del 50% respecto al mismo lapso de 2011. 

Desde la CAME este año reclamaron, sin éxito, ante el Ministerio de Agricultura por los problemas de competitividad cambiaria y por la eliminación de retenciones que pesan sobre esta actividad. 

En tanto, en Tucumán y en Santiago del Estero, el FpV resignó unos 17 puntos. No es un dato menor que dos de los principales productos regionales, como el azúcar y el algodón, figuren entre los más castigados por la pérdida de competitividad desde el año 2011. 

Según un relevamiento de E&R, el aumento de costos y la presión impositiva llevaron a que “en los últimos cuatro años, la producción de azúcar y de algodón registrara una pérdida del 51% y del 47% de competitividad-precio, respectivamente”, señalaron. 

2. Región Cuyana

En el caso de provincias como Mendoza, San Juan y Catamarca, el papel que tuvo Scioli frente a la performance de CFK de hace cuatro años, también deja en evidencia un importante deterioro, con un retroceso de entre 20 y 25 puntos en el caudal de sufragios. En esas tres jurisdicciones, al FpV se le evaporaron casi 200.000 en ese período. 

Uno de los sectores más castigados en los últimos años, por cierto, es el vitivinícola, clave en la generación de empleo, especialmente en Mendoza y San Juan. 

Un reciente proyecto del oficialismo para sumarle nuevos impuestos al vino –que debió ser desactivado por la ola de protestas- no ayudó a la estrategia del FpV, que cayó por 9 puntos frente a Cambiemos. 

Según un informe del Banco Supervielle, desde hace cinco años que las exportaciones de vino no crecen en volúmenes, con el agravante de que casi un 50% de las bodegas que en la última década realizaron algún envío, hoy están fuera del negocio. 

Una de las caras visibles del descontento de la actividad vitivinícola con el Gobierno Nacional es Susana Balbo, reconocida bodeguera y ex presidenta de Wines of Argentina, quien ganó una banca de Diputados por Mendoza, en representación de Cambiemos. 

Además, estas provincias se vieron afectadas por la caída de la industria olivícola, al tiempo que fueron las más perjudicadas luego de que varias multinacionales cancelaran ambicioso proyectos de inversión para la explotación minera, con un impacto negativo en los niveles de empleo.

3. Región Patagónica

En el sur del país, en tanto, el FpV también sufrió algunos de los peores resultados.

En Neuquén, por ejemplo, el caudal de votos respecto de las elecciones de 2011 se contrajo en 25,5 puntos, mientras que en Río Negro perdió casi 23. En conjunto, ambas provincias implicaron una sangría de unas 110.000 boletas.  

El secretario de la Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén, Rubén Mignani, advirtió de manera cruda que “la actividad está fundida”. 

Los productores frutícolas vienen de realizar piquetes en la ruta en protesta por la falta de soluciones al sector. 

Mignani advirtió que la situación de crisis "afecta a todos los productores, debido a la falta de rentabilidad y al freno a la exportación de peras y manzanas, ya que el 80% de nuestra producción tiene por destino a los mercados externos”. 

“El quebranto llevó a la pérdida de muchas chacras y de productores. Actualmente tenemos las cámaras de frío llenas de frutas recogidas en el verano y no las podemos vender", agregó. 

4. Región Pampeana

Uno de los triunfos más contundentes de Macri tuvo lugar en Córdoba, provincia seriamente afectada por el desplome de la industria autopartista y automotriz –que opera a menos del 50% de su capacidad instalada-.

También, por la crisis que golpea al sector lácteo, que actualmente está exportando un 35% menos respecto de 2011. 

De hecho, según Sociedad Rural, desde 2003 se perdieron más de 5.000 establecimientos productivos que empleaban a unas 20.000 personas.

Allí, Macri logró una importante victoria, al conseguir más sufragios que todos sus otros rivales juntos, mientras que el FpV perdió un caudal de casi 280.000. 

Retenciones, la promesa que no alcanzó

economías regionales ligadas al agro arrojan pérdidas. Esto quiere decir que "ya no son rentables gran parte de los productos agrícolas en el interior del país”. 

Agregaron que desde las elecciones en las que arrasó CFK hasta este 2015, “el 80% de los bienes de las economías regionales relevados han perdido competitividad”.

El siguiente cuadro permite observar cómo se deterioró la ecuación para algunos de los principales productos desde las elecciones de 2011 hasta la actualidad:  

Esto se tradujo en un desplome exportador de magnitud. En los últimos cuatro años, diez de los principales bienes que motorizan las economías del interior país sufrieron derrumbes en sus ventas al mundo de hasta el 80% (ver cuadro). 

El hecho de que el discurso de Scioli no haya prendido en gran parte del entramado productivo es que su estrategia se basó en hablar de eliminación de retenciones y no en una mejora directa del tipo de cambio. 

Al respecto, desde E&R señalaron que la quita de los derechos de exportación implicaría un incremento importante en términos de competitividad pero sólo para productos como girasol, trigo y maíz. 

Sin embargo, la mayoría de los bienes de las economías regionales tienen retenciones muy bajas. De modo que en el caso de manzanas, naranjas o azúcar –por citar algunos ejemplos-, la mejora sería de apenas 5%. 

Así las cosas, desde E&R concluyeron que “incluso una quita total de los derechos de exportación resulta insuficiente para mantener a flote a los productos que venden muchas provincias, dado que igualmente la competitividad para estos alimentos se seguiría manteniendo por debajo del promedio de 2001”.

Más allá de la mayor o menor afinidad que parte del electorado pueda tener con el actual candidato del FpV respecto de Cristina Kirchner, lo cierto es que el dólar barato dejó su sello en las urnas.

Es que, en términos políticos, terminó beneficiando a un sector de la sociedad que lo aprovecha para hacer shopping en Miami y que no ve con buenos ojos al kirchnerismo, al tiempo que castigó a las economías regionales con un fuerte atraso cambiario. 

Como si esto fuese poco, la estrategia de querer impulsar el mercado interno, tampoco le terminó resultando. Y hoy ese costo lo está pagando Daniel Scioli