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Gane quien gane el balotaje, los principales gremios del país se preparan para un cambio de gobierno que traerá modificaciones del "modelo"
22/11/2015 - 11:00hs

En la recta final, los 10 popes del sindicalismo terminaron de jugar sus cartas de cara a las elecciones de este domingo que, muy probablemente, redifinirán su lugar en el tablero político.

Los principales gremios del país se preparan para un cambio de gobierno que traerá modificaciones de aquello que el kirchnerismo bautizó como el "modelo".

Tanto oficialistas como opositores reconocen que el próximo presidente enfrentará una situación delicada. Sobre todo por las medidas que deberá tomar para resolver la recesión de la industria, el estancamiento del empleo y el grave déficit fiscal.

Aunque los candidatos rechazan de palabra aplicar un ajuste, sus economistas ya anticiparon que modificarán el tipo de cambio al tiempo que reducirán las retenciones y la inflación.

En ese escenario, los gremialistas se ufanan de que sus organizaciones serán claves para garantizar u obstaculizar la puesta en marcha del plan que vaya a adoptar la gestión entrante. Y, en su mayoría, ansían de participar de un pacto social.

"Es necesario un ajuste", dijo días atrás sin ruborizarse el dirigente marítimo y miembro de la CGT opositora, Julio González Insfrán.

En tanto, otros sectores se muestran preocupados ante esa posibilidad, como es el caso de los docentes en la provincia de Buenos Aires, tras confirmarse la llegada de Cambiemos a esos pagos históricos del peronismo.

Aunque unos y otros coinciden en la unificación de la central obrera, lo cierto es que las candidaturas dividieron las aguas dentro del sindicalismo.

Desde un inicio la CGT liderada por Antonio Caló se encolumnó detrás de Daniel Scioli y, en ese movimiento, también se sumaron lateralmente los "gordos" que hasta hace poco siguieron a Sergio Massa.

"Salgamos a militar para que el compañero Daniel Scioli sea el nuevo presidente de todos los argentinos", sostuvo el metalúrgico el martes pasado, al celebrar el acto por el Día de la Militancia en la sede de Foetra.

La misma postura adoptó la CTA oficialista cuyo titular es el maestro Hugo Yasky quien, no obstante, adelantó que "si gana Macri, no vamos a desestabilizar".

Así intentó despejar las dudas que surgieron en los últimos días, luego de que desde algunos espacios kirchneristas amenazaran con enfrentar una eventual gestión macrista.

Desde la vereda de enfrente, la central encabezada por Hugo Moyano intentó mantener la clásica postura sindical de indefinición y "libertad de acción", manteniendo contactos con todos los espacios. En efecto, puso hombres en las tres listas principales en octubre. Sin embargo, en las últimas semanas se hizo evidente su mayor simpatía por Mauricio Macri.

Menos sofisticado, el referente de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, se convirtió al macrismo sin escalas, una semana después de la primera vuelta que dejó fuera de competencia a Massa, su principal aliado político hasta ese momento.

Por último, la CTA de Pablo Micheli dejó liberados a sus afiliados de tomar posición, pero su titular hizo algunos guiños a Scioli al considerarlo "más humanizado" que Macri. En tanto, los delegados del Frente de Izquierda llamaron a votar en blanco y a prepararse para "enfrentar el ajuste".

¿Cómo queda el mapa sindical?

1. Antonio Caló. El titular de la UOM fue uno de los primeros en ponerse al hombro la Mesa Sindical Scioli Presidente y de alejarse de Cristina Kirchner, con quien mantuvo cortocircuitos en más de una ocasión. Fiel a su estilo, le pidió al ex motonauta que se distanciara del kirchnerismo tras el resultado del 25 de octubre. Sin embargo, su protagonismo rápidamente se vio opacado por las pujas al interior de su CGT, desde donde le pusieron un freno a su ambición de acaparar la agenda sindical y el contacto con Scioli. Amenazó con enfrentar a Macri si gana, pero en el PRO aseguran que mantienen buen diálogo con los metalúrgicos.

2. Hugo Moyano. El líder de los camioneros cerró las elecciones con un acto masivo frente a la sede de la CGT Azopardo. Allí dejó un mensaje sugestivo: elogió a Macri y se despachó contra el Gobierno y Scioli, a quienes acusó de ser "las voces de la privatización de YPF". En la CGT Azopardo, varios dirigentes integran la alianza Cambiemos, como el petrolero Guillermo Pereyra y el peón rural Gerónimo ‘El momo‘ Venegas. En tanto, el canillita Omar Plaini respalda a Scioli. 

3. Luis Barrionuevo. El gastronómico difundió un comunicado desde su central obrera en el que exigió al próximo presidente "respetar sin concesión alguna los logros que el movimiento obrero alcanzó". Pero, al mismo tiempo, aseguró que "de los 38 gremios que integran la central obrera, 39 quieren que gane Macri". Incluso, propuso a su propia esposa Graciela Camaño -diputada por el Frente Renovador- como ministra de Trabajo de Cambiemos. En el PRO barajan su nombre, junto con el de Venegas y el del actual subsecretario de Trabajo de la Ciudad, Ezequiel Sabor, para ocupar ese cargo.

3. Armando Cavalieri. El mercantil que integra la CGT oficialista primero le garantizó militancia a Massa a través de varias de sus seccionales bonaerenses y, luego, apoyó formalmente la postulación de Scioli. Sin embargo, los resultados de octubre lo convencieron junto con otros gremialistas de su central de la creciente posibilidad de un triunfo de Macri, por lo que iniciaron negociaciones con el espacio de Cambiemos. Con más de un millón de afiliados, su gremio es el más grande y encabeza el sector de los "gordos", junto a Sanidad.

3. Ricardo Pignanelli. Alineado con la central de Caló, el metalmecánico es el otro pilar de la Mesa Sindical Scioli Presidente. Después de cobrar un mayor protagonismo en los últimos años como respaldo del gobierno, el dirigente de Smata embarcó su sindicato en la ola naranja con la realización de asambleas en las fábricas automotrices. Allí sus dirigentes plantearon que no había que pelearse por política, que ahora había que enfrentar al "demonio" de Macri, que venía a privatizar todo y que la única alternativa era el bonaerense.4. Gerardo Martínez. Sin exponerse demasiado su figura, el titular de la UOCRA envió varias de sus delegaciones sindicales al acto de cierre de campaña que el candidato del Frente para la Victoria realizó el jueves en La Matanza. El albañil forma parte del sector de los "independientes" junto con los estatales de UPCN, con quienes respaldaron sin fisuras al kirchnerismo. El líder de la UOCRA La Plata, Juan Pablo "Pata" Medina, organizó un acto de apoyo a Scioli semanas atrás en el que advirtió que "Macri y Moyano son la misma bosta".5. Andrés Rodríguez. El líder de UPCN también llevó adelante asambleas en los lugares de trabajo "para poner en claro la diferencia sustancial entre Scioli y Macri". Al igual que los "gordos", "los independientes" se mantuvieron al margen de los actos por el Día de la Militancia que realizaron por su lado la CGT de Caló y la de Moyano. Es que estos sectores son los que negocian la reunificación con la central del camionero. La UPCN es el principal gremio en el Estado, cuyo rol ha sido clave para el kirchnerismo por su predisposición para aceptar la pauta salarial oficial sin apelar a medidas de fuerzas.6. Rodolfo Daer. Miembro de la CGT oficialista, el titular del Sindicato de la Alimentación participó en varios actos de campaña junto al sindicalismo sciolista, sin abandonar los contactos con el macrismo, ante un eventual triunfo del líder del PRO. Su peso es clave en el polo industrial de Buenos Aires y el interior, donde se encuentran las fabricantes de alimentos.7. Sergio Palazzo. El secretario general de la Asociación Bancaria encabezó el lunes pasado un acto en la Ciudad en apoyo al FpV, junto al diputado kirchnerista Héctor Recalde y dirigentes gremiales de menor peso. Así el sindicalista radical evitó integrarse a la convocatoria de la CGT de Caló, que integra la mesa sindical sciolista, para mantener un perfil más "progre" dentro del oficialismo. "Los trabajadores votamos Scioli en defensa propia", indicó un documento que se leyó en el acto. A pocas horas del balotaje, el Ministerio de Economía y los empleados del Banco Nación acordaron este viernes una gratificación extraordinaria de $9.900, según informó La Bancaria.

8. Roberto Baradel. El dirigente de Suteba, el principal sindicato de la provincia de Buenos Aires, militó activamente la campaña por Scioli, con quien tuvo algunos cortocircuitos en los últimos años, a raíz del ajuste que llevó adelante la gestión provincial en la educación y por su cercanía al kirchnerismo. Tras las elecciones de octubre, el docente bonaerense reclamó a la mandataria electa María Eugenia Vidal que convoque a las paritarias antes de diciembre y advirtió, al igual que los médicos y estatales de ATE, que no aceptarán el "modelo porteño".

El pacto social, clave para lo que viene

La convocatoria a un pacto social emergió con fuerza desde antes de la primera vuelta, cuando desde el sciolismo dejaron trascender su plan para hacer converger precios y salarios.

Con Antonio Caló como principal impulsor, el plan de Miguel Bein apuntaba a bajar la inflación al 18% y así sucesivamente, a partir de una concertación tripartita entre Gobierno, gremios y empresarios.

Pero a poco de ser lanzada, la iniciativa enfrentó serios cuestionamientos. Por un lado, el protagonismo del metalúrgico reavivó las diferencias en su central, donde lo acusaron de monopolizar las relaciones con el sciolismo.

  

Luego de que Macri comenzara a mejorar en las encuestas, el plan de una concertación social también pasó a ocupar un lugar preponderante en la agenda.

"Vamos a convocar a gremios y empresarios para acordar una inflación del 20% y salarios del 22%", dijo semas atrás el ex director del BCRA y referente económico de Cambiemos, Alfonso Prat Gay.

La jugada despertó rápidamente la reacción del oficialismo, que acusó al PRO de intentar anular las negociaciones colectivas. Fue luego de que el ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Esteban Bullrich, afirmara que si no hay inflación no serían necesarias las paritarias.

El debate salarial también se recalentó en medio de la discusión sobre los planes de devaluación que proponen ambos candidatos. 

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