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Decir que el peso argentino está devaluado no es novedad. Lo que sí resulta sorprendente es que en la plaza uruguaya la cotización duplica al oficial
05/12/2015 - 03:08hs

La alarmante escasez de dólares en las arcas oficiales tiene correlato en los lugares menos pensados.

Una clara prueba de ello, por ejemplo, es el valor de venta en la sucursal del Banco Nación de Montevideo. Quien quiera cambiar allí sus pesos por billetes estadounidenses deberá pagar uno de los precios más altos de la región.

Es decir, si se compara esa cotización con la de las principales casas de cambio y bancos no sólo del vecino país, sino también de Brasil, Chile, Bolivia o Paraguay.

En tal sentido, mientras que en Uruguay para adquirir dólares en el Banco Nación se deben desembolsar $18,90, el promedio en esa plaza para el caso de los "top ten" es del orden de $19.

Las cotizaciones se mueven entre un máximo de $21,46 y un mínimo de $18,78 (ver cuadro):

Para llegar a esos valores, se toma en cuenta el precio de compra de los pesos argentinos expresado en pesos uruguayos para luego, en una segunda instancia, convertir éstos últimos en billetes verdes.

Precisamente, la instancia en la que queda en evidencia la escasez es la correspondiente al último paso, ya que la sucursal del Banco Nación de Argentina en Montevideo tiene un precio de venta de $u30,10 (pesos uruguayos) frente a los $u30 fijados por el resto del mercado.

Este gap implica un sobrecosto cercano al 8%, un porcentaje lo suficientemente alto como para inducir al potencial comprador a dirigirse a otra casa de cambio, en pos de mejorar su situación cambiaria.

En cuanto al valor de compra de la moneda nacional, prácticamente todas las casas de cambio y bancos lo establecen en $u1,59.

Esta cotización ($18,90) lleva a que la brecha con el blue en Buenos Aires se eleve nada menos que al 28%.

En tanto, si se lo compara con el valor oficial esa distancia se amplía a un insólito 94%.

Con estos números sobre la mesa, la pregunta que muchos pueden hacerse es quiénes están dispuestos a pagar cifras tan altas.

Según operadores de casas de cambio, aquellos que se ven imposibilitados de acceder al dólar ahorro y al dólar bolsa y que, además, necesitan efectuar una operación lícita en una entidad que les emita un comprobante que la valide.

Para el analista Agustín Cramo "si hay personas que compran a estos altos valores es porque hay una demanda dispuesta a convalidar ese sobreprecio".

Ante la consulta de iProfesional, las casas de cambio de ciudades uruguayas afirman que "las personas aceptan pagar esos precios porque así pueden comprar en blanco".

Eso sí, si alguien quisiera hacer la operación inversa -es decir, si vendiera billetes verdes- se encontrará con que por cada uno de ellos le ofrecerán $12.

En otras palabras, se haría de un 25% más de pesos respecto a los que obtendría en el mercado oficial pero, su vez, bastante menos que en circuito blue.

Esto da cuenta del gran spread que existe entre la punta compradora y vendedora.

En efecto, mientras que por la adquisición de un peso argentino se paga a $1,50 uruguayos, la venta se ofrece a $2,50.

En definitiva, hasta podría decirse que en la Argentina el blue "quedó barato", pese a todos los ataques que ha sufrido en los últimos tiempos.

Por lo pronto, los $18,90 que exige el Banco Nación, apenas se cruza el charco, viene a ser algo más de un 30% respecto a lo que cobran las cuevas de la city porteña.

La ciudad que ofrece la cotización más alta es, precisamente, Montevideo. En ese lugar, el tipo de cambio oscila entre los $20 y los $21,53.

La capital del vecino país es seguida por Paysandú ($21,43), y Colonia ($20,10).

Qué ocurre en otros países

Los precios que rigen en Paraguay también se ubican muy por encima de los que se manejan en el microcentro porteño.

En esa plaza se ubican por debajo respecto a los de Uruguay, si bien las cotizaciones varían según la ciudad.

El tipo de cambio más alto es el que se cobra en el Aeropuerto de Asunción, donde se deben pagar casi $20 por dólar.

En Encarnación cae a $17,20, ya que en ese lugar se "arbitra" con el valor vigente en Posadas, unidas ambas por el puente internacional San Roque González de Santa Cruz.

En tanto, la cotización más baja corresponde a Ciudad del Este ($16,44).

En el caso de Brasil, tomando en cuenta los valores que se manejan en Río de Janeiro, quienes necesiten billetes verdes también se lamentarán por no haberlos llevado desde Buenos Aires.

En las principales entidades de la ciudad carioca, como por ejemplo Aliança Cambios, asciende a $19,35 por unidad.

En el caso de la firmas que operan en la frontera entre Argentina y Bolivia, baja un poco pero no mucho, a $17,50.

La plaza que más se acerca a la cotización que rige en las cuevas porteñas es la de Santiago de Chile.

Es que en este caso las operaciones se pactan con un ojo puesto en los valores de Mendoza y se cierran en un rango que va desde los $16 a los $16,65. No obstante, en el caso de Puerto Montt, se eleva por encima de los $17,70.

El juego de las diferencias¿Por qué es tan distinto el precio en Montevideo, Santiago de Chile o Río de Janeiro? La explicación hay que buscarla en el movimiento turístico a un lado y otro de la frontera.

Es decir, cuántas personas necesitan hacerse de pesos argentinos en cada una de las diferentes plazas.

Cuanto mayor es la demanda de moneda argentina, menos devaluada queda frente al dólar.

Por ejemplo, son muchos los chilenos que viajan a Mendoza y prefieren cruzar la cordillera con pesos en sus billeteras. Esto hace que las casas de cambio trasandinas no hundan tanto el precio respecto de otras situadas en lugares distintos, en donde el flujo turístico es menos significativo.

Algo parecido ocurre en Paraguay. En particular en Encarnación, a raíz del mayor caudal de personas que se mueve a uno y otro lado de la frontera y que precisa un poco más de moneda nacional.

En el caso de Uruguay, "el problema al que nos enfrentamos es que luego no sabemos qué hacer con los pesos argentinos que recibimos, y eso repercute en la cotización", señalan desde una casa de cambio radicada en Fray Bentos.

En este sentido, los bancos de los países limítrofes se encuentran con serios inconvenientes cuando intentan cambiarlos en sus respectivos bancos centrales, ya que no son aceptados.

"El gran inconveniente pasa por la negativa del Banco Central de 'repatriar' esos pesos a cambio de entregar los cada vez más escasos dólares que se atesoran en Buenos Aires", afirma Cramo.

En igual sentido se expresa Julio de Brun, ex-director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Uruguay: "Las casas de cambio enfrentan el interrogante de cómo manejar ese stock de dinero argentino, ya que luego no les es fácil volverlos a vender".

Esta situación, según Brun, "genera un alto costo, que es lo que da lugar a la amplia brecha entre puntas y a la gran distancia, incluso, con el blue de Argentina".

"Mientras sigan existiendo las actuales restricciones cambiarias y no se vean modificaciones en la plaza local, esta situación persistirá", pronostica Brun.

¿Existen controles en otros países para comprar dólares?

En los casos de Chile y de Brasil, existen controles sobre el origen de los fondos. Se ejercen sólo a partir de ciertos montos ya que en pequeñas cantidades no se requiere autorización previa.

El Banco Central de Chile no controla la compra de dólares en casas de cambio, aunque sí recopila información estadística a partir de los diferentes movimientos.

Quien está a cargo de vigilar el origen de los fondos -para evitar el lavado de dinero y otros delitos de este tipo- es la Unidad de Análisis Financiero (UAF).

El organismo establece que, en el caso de transacciones mayores a u$s5.000, la casa de cambios deberá exigirle al comprador una serie de datos de identificación.

Requiere, además, una declaración "en la cual dé cuenta del origen y/o destino de los fondos involucrados en la transacción".

La institución aclara que la negativa a entregar esa declaración no impide la compraventa, "pero deberá considerarse como una importante señal de alerta de operación sospechosa y, en consecuencia, considerar su reporte a la UAF".

En el caso brasileño, el Banco Central establece una serie de reglas: incluyen una identificación y, en el caso de transacciones superiores a los u$s3.000, las casas de cambio deben asegurarse que el cliente está calificado y que dispone de la suficiente capacidad financiera.

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