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A pesar de que los grandes fondos no se han sumado a la propuesta, se estima que se ha dado un paso muy clave en la resolución del conflicto
07/02/2016 - 10:30hs

La oferta que hizo el Gobierno a los fondos buitre el viernes en New York, que establece una quita de un 25% de la deuda de 9.000 millones de dólares, fue una noticia alentadora y “muy positiva” en Wall Street.

A pesar de que los grandes fondos como NML, de Paul Singer, y Aurelius, entre otros, no se han sumado a la propuesta, se estima que se ha dado un paso muy clave en la resolución del conflicto que lleva más de una década.

Diego Ferro, de Greylock Capital, señaló que “es un paso importante y bienvenido”, aunque aclaró que “no sé si necesariamente representa el fin del problema porque hasta este momento sólo dos de los holdouts relevantes dijeron que aceptaban y los que plantearon el litigio de una manera más agresiva todavía no. Hasta que ellos acepten algún tipo de propuesta quizá todos los problemas asociados a este tema sigan”. A pesar de eso es optimista: “Creo que la oferta es suficientemente buena así que no creo que falte mucho para poder encontrar un acuerdo”.

Respecto de si puede haber una contraoferta de Singer, Ferro señaló que “no me sorprendería”. Pero estimó que “la propuesta del Gobierno es suficientemente agresiva como para que si hay una contraoferta, esta no debería ser muy lejana”. Para el economista, no hay dudas de que es un paso clave el que dio el país. “Si la Argentina hubiera hecho esto antes, Griesa no habría sacado las sentencias tan punitivas con respecto a la Argentina. Pero los fallos ya están así que no va a ser tan fácil. Pero obviamente que el special master (Daniel Pollack) esté de acuerdo genera que si hay alguna instancia adicional probablemente en los próximos fallos Griesa sea menos agresivo hacia la Argentina”.

Sebastián Vargas, de Barclays Investment Bank, dijo que la propuesta “es muy positiva” porque la Argentina, dada la sentencia a favor de los holdouts, tenía “bajo poder de negociación”. Respecto de si la quita del 25% es un número “razonable”, como había expresado que quería el presidente Mauricio Macri, señaló que “es un número que estaba en la cabeza de los mercados como algo factible”.

Sobre la dificultad de que NML, el principal acreedor, no haya suscripto el acuerdo, dijo que “puede sumarse después”. “También creo que es una posición estratégica en términos de la segunda negociación que tiene que darse entre el Poder Ejecutivo con el Congreso.

Si NML hubiera aceptado la propuesta, hoy podría quedar rehén de la decisión del Congreso de pedir una quita mayor”. Si Singer no se suma, dijo Vargas, “va a ser una situación complicada que el mercado va a sufrir y la incertidumbre puede ser muy grande porque sería un barajar y dar de nuevo”. Respecto de si puede haber una contraoferta, dijo que “puede ser, pero me parece que el momento de las propuestas era en la mesa negociadora” y que lo más probable es que Elliot se sume una vez que el gobierno lo apruebe en el Congreso.

Jorge Piedrahita, de Torino Capital, afirmó que la “lectura del mercado fue netamente positiva y en tanto se siga avanzando los bonos deberían seguir con una demanda importante”.

“El Gobierno tiene una estrategia de ofertas diferenciadas de forma que se minimice el exceso (el monto por encima del mínimo que aceptarían) de los tenedores de bonos. En otras palabras, se busca hacer ofertas a los diferentes grupos que sea el nivel mínimo que logre aceptación”. También el Gobierno busca aislar a los fondos duros como Elliot. Si bien es cierto que en la medida que haya más grupos que acepten la oferta de Argentina, eso debería ponerle presión a los disidentes”.

Piedrahita cree al llevar el acuerdo al Congreso en este momento, con la ruptura del bloque del FPV, posiblemente “se busque lograr una autorización amplia que permita pagar más a los disidentes. Si así fuera, sería relativamente sencillo pagar más a Elliot, un 90% por ejemplo.” El preacuerdo sin NML y Aurelius “sirve y es un paso en la dirección correcta, pero creo que sería inocente creer que un duro como Paul Singer va a dejarse intimidar solo porque otros aceptaron la oferta. Elliot ha hecho la misma jugarreta por 20 años”, señaló a Clarín.

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