El descongelamiento de las relaciones de la Argentina con los Estados Unidos está dando sus primeros frutos, al menos en materia de telecomunicaciones.

El Gobierno tiene avanzadas las negociaciones en los EE.UU. y Canadá para iniciar la comercialización concreta de los servicios del ArSat II.

Se trata del satélite que la administración kirchnerista puso en órbita el año pasado con un pequeño "detalle": fue lanzado al espacio sin un plan de negocios que permitiera generar ingresos genuinos.

"El ArSat II, que tiene pisada (N. de la R. cobertura) desde Tierra del Fuego a Canadá, se lanzó al espacio sin tener vendidos sus servicios. Nosotros ya hemos hecho los trámites en todos los países para poder comercializarlo", aseguró a iProfesional Rodrigo de Loredo, presidente de ArSat.

"En Canadá y en los Estados Unidos se darán los permisos más rápidos, mientras que Brasil y México son países en los que habrá más demoras", añadió.

Actualmente, el ArSat II está realizando pruebas de transmisión de televisión en la denominada banda C. Todo indica que los contratos se cerrarán una vez concluidos estos pilotos.

La proyección es que la comercialización de este satélite genere ingresos cercanos a los u$s40 millones en el primer año.

En buena sintoníaTodo esto ocurre luego de la llegada del presidente Barack Obama al país, que tuviera lugar a finales de marzo.

A este encuentro clave se le suman las constantes reuniones que en la previa a la visita del jefe de Estado norteamericano -y luego de ella- se han venido realizando tanto en los EE.UU. como en la Argentina.

Ahora, las expectativas están puestas en la finalización de las pruebas piloto, para luego poder avanzar en la firma de los contratos definitivos de venta de servicios del ArSatII.

Del dinero que se genere dependerá el ArSat III, cuya construcción se preveía iniciar este año pero sin que la administración kirchnerista diera precisiones respecto de dónde se obtendrían los recursos para ello.

De Loredo dijo que se les ha pedido a los proveedores de este próximo satélite un poco más de tiempo, ya que su plan de desarrollo está sujeto a los ingresos que genere el ArSat II.

El experto enfatizó que la actual gestión "está de acuerdo en seguir desarrollando el negocio y la industria satelital argentina".

Por esa razón sostuvo que mientras se continúan los trámites tendientes a poder vender los servicios del ArSatII a distintos países de la región, se van definiendo los objetivos de los negocios que podrían abrirse en cada caso.

Proveedor mayoristaEl Gobierno considera que ArSat debe ser un proveedor mayorista de telecomunicaciones.

¿Por qué? Para así poder actuar como regulador de los precios en ese mercado.

Además, argumenta que sólo tendría que llegar a clientes finales en aquellos casos en los que ningún proveedor privado lo haga, como puede ocurrir con poblaciones alejadas de las principales redes de las compañías que actúan en el país.

Por lo pronto, la nueva definición del rol que tendrá la empresa estatal de telecomunicaciones tranquiliza a los jugadores de la industria.

Es que observan que ya no lo tendrán que considerar como un competidor directo que saldrá a en busca de clientes.

A raíz del papel que asuma en el mercado mayorista podrá lograr que muchos precios de los servicios de telecomunicaciones que pagan los usuarios finales resulten más baratos.

Donde más se verá este efecto será en los valores que se manejan para la banda ancha fija.

En aquellas ciudades donde hay varios proveedores del servicio, es decir, donde hay competencia, esas cifras siempre son más baratas que en aquellas localidades en las que hay sólo un proveedor.

Los costos de interconexión para vínculos nacionales e internacionales oscilan entre los u$s35 y u$s45. En cambio, en aquellos lugares en donde no hay competencia se elevan a entre u$s500 y u$s1.500.

Esa diferencia en los precios de la interconexión luego se traslada al valor del servicio que se le ofrece al cliente final.

El hecho de que ArSat entre a jugar en este último caso terminará siendo beneficioso para el último eslabón de la cadena que contrate cualquier servicio de telecomunicaciones.

Es por eso que su objetivo es que esos costos de interconexión sean aún más bajos.

Esto ocurrirá a partir de la definición del plan de negocios de la nueva gestión en ArSat, que continuará concentrada en iluminar la fibra óptica tendida por la administración kirchnerista.

Es decir, activarla para:

- Poder vender servicios

- Reducir la cantidad de antenas de Televisión Digital Abierta (TDA) dispuestas para este año

- Comercializar los servicios del satélite ArSat 2

- Digitalizar la totalidad de las escuelas rurales en los próximos cuatro años.

"Una de las prioridades que hemos definido es que queremos iluminar la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO)", señaló la fuente consultada.

"De los 32.000 kilómetros tendidos, habían 12.500 en condiciones de ser iluminados. En estos primeros meses de gestión ya avanzamos en más de 8.000 kilómetros", aseguró.

Por lo pronto, la compañía quiere finalizar 2016 con 20.000 kilómetros de fibra iluminados.

Es decir, lista para que aquellos operadores, sean grandes empresas, cooperativas, "telcos" independientes o proveedores de internet, que necesiten conectarse a esa red para brindar sus prestaciones puedan hacerlo.

"ArSat se define así como un carrier de carriers y la explotación del negocio de la última milla (el tramo de la red de telecomunicaciones que ingresa al domicilio de cada cliente) será responsabilidad de las empresas privadas", agregó de Loredo.

En ese sentido, sostuvo que la empresa estatal sólo participará de la última milla cuando un objetivo de digitalización así lo exija.

Puso como ejemplo los acuerdos sellados con el Ministerio de Modernización en el marco de su programa para digitalizar toda la administración nacional. Aquellos municipios a los que no llega la red de ninguna empresa privada serán provistos por ArSat.

El próximo 17 de mayo, cuando se celebre el día Mundial de Internet, el funcionario acompañará al presidente Mauricio Macri en el anuncio del plan para extender la REFEFO hasta 1.200 localidades del interior del país.