El mes de marzo trajo algo de alivio al Gobierno: las exportaciones mostraron, por tercera vez consecutiva, una tasa de variación positiva, lo que permitió achicar el rojo de la balanza comercial. 

Según dio a conocer el INDEC este martes, el mes pasado las ventas al mundo totalizaron u$s4.452 millones, de la mano de un crecimiento interanual del 2%. 

En tanto que las importaciones, pese a haber caído un 7%, se movieron por encima de esa cifra: alcanzaron los u$s4.719 millones, lo que arrojó un déficit de la balanza del orden de los u$s266 millones. 

El dato positivo es que en el acumulado del primer trimestre, el rojo de la balanza comercial fue de u$s381 cerca de un tercio respecto de los casi u$s1.200 millones registrados en igual período de 2015. 

En este contexto, un análisis de la Consultora Ledesma destacó que entre enero y marzo, "los valores y cantidades exportadas siguieron estando muy apalancadas por lo que hemos dado por denominar ´efecto salida´ del esquema de restricciones y controles de cambios".

Es decir, la concreción de operaciones de exportación de productos agroindustriales, principalmente derivados industriales de la soja, que habían sido retrasadas a fines de 2015 a la espera de la modificación de las alícuotas de los Derechos de Exportación y la corrección cambiaria asociada a la salida del cepo.

"Justamente, durante los primeros tres meses de 2016 las cantidades exportadas de productos agroindustriales mostraron tasas de crecimiento interanual sólo comprables a las registradas en plena cosecha gruesa y en años de registros récord", afirmaron desde la consultora. 

Como contrapartida, desde Ledesma marcaron que la gradual puesta en marcha y a punto del nuevo esquema de licencias no automáticas "probablemente haya jugado en contra en el caso del dinamismo de los valores y cantidades importadas, ya que también hubo compras al exterior reprimidas durante todo 2015".

Otro dato a resaltar para los economistas de la consultora fue el mal desempeño de las cantidades exportadas de manufacturas de origen industrial y de las cantidades importadas de bienes de capital.

"El primero está en línea con la fuerte contracción experimentada por los niveles de producción de los principales bloques industriales en el arranque de 2016, reforzando la presunción de continuidad de la recesión fabril. El segunda augura un mal desempeño para la inversión en material productivo, una de las variables que debe liderar el proceso de recuperación local", señalaron. 

A la hora de trazar perspectivas, los economistas de la Consultora Ledesma remarcaron que "el mal desempeño esperado para Brasil, el menor volumen de cosecha de soja, la situación aún crítica de buena parte de las economías regionales del interior, que aún no han logrado hacer pie, y la contracción interanual de los precios internacionales de nuestros principales productos de exportación indican que el escenario más probable para 2016 es el de caída de los valores exportados".

En cuanto a las importaciones también esperan una performance en baja, pero de menor magnitud, "razón por la cual, esperamos que el saldo comercial sostenga el signo negativo durante 2016". 

De confirmarse, sería otro año complicado para el comercio exterior, dado que en 2015 las ventas al mundo habían bajado hasta los u$s56.800 millones, dando lugar a un rojo de casi u$s3.000 millones, el primer número deficitario desde 1999.