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Cómo fue la la caí­da del proyecto de gobierno de Lula y Dilma en Brasil

Un recorrido por los hitos de las presidencias de Lula y Dilma y por qué el gobierno del Partido de los Trabajadores terminó golpeado por la corrupción
11/05/2016 - 21:38hs
Cómo fue la la caí­da del proyecto de gobierno de Lula y Dilma en Brasil

El 27 de octubre de 2002 se inició una nueva etapa política en Brasil. Tras dos mandatos de Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio "Lula" da Silva, se transformó en el primer presidente sindicalista en la historia del país, ganándole las elecciones al candidato oficialista José Serra con el 61,27% de los votos.

La gran parte del mercado financiero nacional e internacional y el empresariado industrial temía que este Presidente, que provenía del segmento más humilde de la sociedad brasileña, cambiara la forma de gobernar, sin respetar contratos, retirando previsibilidad jurídica y ahuyentando inversores.

Pero al poco tiempo se lo comenzó a llamar "el Presidente violinista" porque tomó el gobierno con la izquierda pero lo ejecutaba con la derecha.

Muchos millones de brasileños descubrieron de qué se trataba consumir, trabajar, conseguir créditos, ver a Brasil con inflación baja, dejando de ser deudor internacional para pasar a ser acreedor internacional.

La deuda pública neta bajó de 59,9 % del PBI en 2002 al 36% en 2008;la inflación bajó del 12,5% en el 2002 para 5,9% en 2008; siendo que en el período el país acumuló U$S252.000 millones de superávit comercial.

Las reservas internacionales crecieron u$s158.800 millones en el mismo lapso, solo por citar apenas algunos logros de lo que fue considerado el milagro brasileño.

La economía brasileña estaba en un momento de tanto esplendor y creciendo a la tasa más alta de los últimos 25 años, que el escándalo de corrupción denominado "Mensalão" que llevó a prisión al primer escalón del Gobierno y del Partido de los Trabajadores. Pero nisiquiera arañó al entonces Presidente y Lula consiguió la reelección.

Lula se retiró del mandato con más del 80% de aprobación popular.

Dilma, la continuadoraContrariando a la base partidaria, Lula propuso a Dilma Rousseff como su candidata para disputar la presidencia de la República en las elecciones de 2010 y ganó la primera magistratura, en segunda vuelta, el 31 de octubre del 2010, nuevamente al candidato José Serra con el 56,05% de los votos.

De allí en adelante, nada fue igual ni para Brasil, ni para el Partido de los Trabajadores ni para Lula da Silva y mucho menos para ella.

En el inicio de su segundo mandato, el Congreso Nacional, modificó la edad de jubilación de los Ministros de Corte Suprema.

Del total de sus 11 miembros, 5 habían sido sugeridos por Lula o Dilma y hasta final de 2018, otros cinco estarían en condiciones de jubilarse.

Esto dejaría una Corte Suprema "Petista" y podría facilitar la impunidad de un gobierno probadamente corrupto pero que hasta ese momento nadie sabía de la dimensión.

Dilma resolvió cambiar el "trípode económico" impuesto por Fernando Henrique Cardoso y mantenido inteligentemente por Lula (metas por inflación, superávit fiscal y libertad de cambio) por una matriz económica que aumentaba el crédito, disminuía impuestos para determinados sectores y descuidaba el control de la inflación.

Cuando el gobierno de Dilma se dio cuenta que los índices inflacionarios irían hacia arriba de la meta del 6,5% (meta superior), y notando que perderían una de las tres bases del trípode, el Comité de Política Monetaria comenzó a aumentar la tasa de Interésde referencia para contener el consumo y de esta forma moderar la aceleración de la inflación.

La tasa de interés pasó a ser una de las más elevadas del mundo en términos reales.

La gente comenzó a consumir menos: quien tenía dinero en el banco, lo dejaba allí y no consumía. Quien no tenía dinero, dejaba de comprar a crédito porque la cuota le resultaba más alta y necesitaba entonces más dinero para comprar algo que deseaba y así el consumo se frenó drásticamente.

Una economía que venía a 200kms por hora y de repente se encuentra delante de un muro de concreto que la obliga a parar en forma inmediata. Esto fue lo que le ocurrió a la demanda brasileña. Se detuvo.

La reducción en el consumo aumentó los stocks de las industrias que no necesitarían tanta mano de obra y comenzaron a suspender y a echar trabajadores, que dejaron de consumir y al no tener ventas, las empresas y personas pagaban menos tributos, pero los gastos del gobierno solo aumentaban y sin pensarlo, el Gobierno de Dilma inició un círculo vicioso del que no pudo salir nunca más.

En el año 2014 había elecciones presidenciales y Dilma se presentaba a la reelección.

El pueblo no sabía, pero desde el seno del Gobierno de Dilma, no podrían permitir de ninguna forma que el Partido de los Trabajadores perdiera las elecciones porque el andamiaje de corrupción sería puesto al descubierto.

Las empresas públicas habían sido utilizadas coordinadamente para que el partido creado por Lula da Silva y varios de sus partidos aliados pudieran financiar el proyecto que se inició con la buena intención de fomentar la igualdad social y vaya a saber en qué momento, se descarriló, buscando únicamente su permanencia constante y contínua en el poder, "cueste lo que cueste". Entonces, había que duplicar la apuesta.

La reducción de la recaudación pública y el aumento del gasto del gobierno, genero un déficit que no estaba permitido por la Ley de Responsabilidad Fiscal (creada por el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso) y que para poder ser implementado requería de autorización del Congreso Nacional.

En esta línea de tiempo, durante  2014, el Juez Sergio Moro ya desarticulaba la maraña de corrupción de la Petrobras, y en el seno del Congreso, comenzaba con algo de timidez el "sálvese quien pueda".

Suponiendo que sería una muerte electoral divulgar la gravedad de las cuentas públicas, el Gobierno de Dilma optó por el camino más fácil: ocultar la realidad y apelar al maquillaje de las cuentas. Al fin y al cabo, diversos gobiernos en el pasado habían utilizado este mecanismo, pero nunca en semejante escala.

Dilma aceptó financiar gastos corrientes y planes sociales con capital de los bancos públicos y tomó préstamos de bancos privados en un año electoral

Estos dos mecanismos estánclaramente prohibidos por la Ley de Responsabilidad fiscal.

Hasta agosto de 2014, las cuentas públicas mostraban superávit fiscal.

Dilma ganó las elecciones en Octubre de ese año.

Luego de ganar las elecciones envió proyectos de pedido de déficit al Congreso y quedó al descubierto la maniobra denominada "pedaladas fiscales" (maquillaje de las cuentas públicas). Conuna economía arrojando déficit fiscal, la segunda base del trípode económico se caía, y de allí en más, seria imposible mantener en pie un país con apenas un apoyo, de tres pilares del trípode, que tantos logros le había permitido conquistar a su antecesor Lula.

Lula, tal vez observando que el final del camino no mostraba un buen futuro, se distanció de su sucesora, quien, sin carisma, sin apoyo popular, sin juego de cintura política y sin aceptar que se había equivocado, comenzó a ver como su gobierno se iba desintegrando.

El inicio del final

El juez Sergio Moro, pieza principal de la investigación de Petrobras comenzó en ese momento a encarcelar a los principales donadores de campaña de Dilma y del Partido de los trabajadores.

Utilizando la actualización de la Ley del Arrepentido que había sido sancionada por Dilma Rousseff en Agosto de2013, ampliando su uso para casos de corrupción y de asociación ilícita, propició que los acusados, para verse beneficiados por la referida ley, comenzaran a contar lo que sabían, comprometiendo a la cúpuladel Partido de los Trabajadores, al propio ex Presidente Lula, varios Ministros y ex Ministros, Diputados ySenadores.

La hecatombe política comenzó, cuando la Corte Suprema mandó a detener al senador Delcidio de Amaral que negoció su confesión como arrepentido a cambio de contar que Dilma Rousseff sabía de todo, que había nombrado Ministros en la Cámara de Casación para intentar soltar a los ejecutivos presos (para que estos no cuenten lo que sabían) y que Lula da Silva era el verdadero realizador de todo lo que estaba ocurriendo en la política de corrupción implementada por el Partido de los Trabajadores (y partidos aliados)

A partir de ese momento, se dieron varias circunstancias que aceleraron el proceso que probablemente termine con la suspención de Dilma.

1.La figura inmaculada del Ex Presidente Lula da Silva se vio categóricamente comprometida por pruebas y testimonios que lo colocaron en la primera fila de la corrupción generalizada y sobre todo, lo colocó como beneficiario de un patrimonio oculto a nombre de terceros originado en dinero ilícito.

2.El Presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, aceptó el inicio del trámite del Juicio Político - Impeachment - contra la Presidente Dilma Rousseff por incumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal.

3.El PMDB, mayor partido político de Brasil, pieza fundamental para el apoyo de medidas de ajuste que precisaran ser aprobadas en el Congreso decide abandonar el Gobierno (como partido integrante de la base aliada) y su salida fue seguida por la mayoría de los 12 partidos que formaban la Coalición de Gobierno.

4.Las manifestaciones sociales que cada vez más numerosas pedían algún a cambio en la política y en la economía del país.

5.Los indicadores económicos que caían con una velocidad nunca vista en los últimos 100 años, haciendo que el empresariado, los industriales y el mercado financiero, entendieran que no había más vuelta atrás y que cualquier opción era mejor que Dilma Rousseff ya que con un Gobierno acorralado por las denuncias de corrupción y totalmente sin poder de acción, estaba inerte.

6.Por último y como tiro de gracia de un gobierno agonizante, el nombramiento de Lula como Ministro Jefe de la Casa Civil - equivalente a Jefe de Gabinete - que transfería el poder de la Presidencia a Lula y dejaba a Dilma como una figura decorativa. La Corte Suprema de Justicia, se encargó de impedir que Lula asumiera como Ministro, pero fue imposible que este pudiera devolver el Poder a la tambaleante Dilma Rousseff.

La Corte Suprema dictó el "Rito del Impeachment" y le dio constitucionalidad a una medida que era demandada por la sociedad.Infringir la Ley de Responsabilidad Fiscal fue una excusa para apartar a una presidente que subestimó a la población, que no supo mantener alianzas y que no ponderó que no se puede mantener en el poder a cualquier costo (inclusive al eventual costo de la impunidad ante una corrupción descarada).

Si no hubiera sido por esto, en los próximos meses podría ser un Juicio Político por Corrupción del Partido de los Trabajadores o porque el Tribunal Superior Electoral cancelaba la formula "Dilma Rousseff - Michel Temer" por uso de recursos ilícitos para financiar campañas partidarias.

Esta drástica solución estrictamente política (de allí el título de Juicio Político) apenas retiró el respirador artificial de un gobierno en agonía, pagando el precio de su propio veneno.

Cualquier opción era mejor que Dilma, hasta el propio Michel Temer. Un nuevo Brasil está naciendo y será mucho mejor que el actual.

© Por Gustavo Segré - Exclusivo para iProfesional 

Twitter: @segregustavo*

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