JP Morgan Chase ha anunciado de manera interna una nueva ronda de despidos que afectará, esta vez, a cerca de 100 empleados y la elevación de los montos para ingresar como nuevos clientes.

Según versiones periódisticas de fuentes familiarizadas con la medida, los movimientos, que afectan a empleados en diferentes puestos y ubicaciones, siguen las anteriores rondas de despidos que el banco está llevando a cabo en todo Estados Unidos en los últimos meses.

El banco privado, que cuenta con una gran cantidad de clientes ricos, redujo recientemente hasta en 30 puestos el personal de su región de Asia.

En los últimos meses, la división de banca privada también ha hecho fuertes recortes en Nueva York, Londres, Washington y Boston.

Además, según se conoció, los despidos responden, en parte, al reciente cambio acometido por JP Morgan que afecta a los clientes de su división de banca privada de cara a finales de este año.

Es que serán obligados a tener al menos u$S10 millones en activos invertibles, el doble del mínimo actual, situado en 5 millones.

Los bancos se centran cada vez más en la gestión del dinero de "clientes ricos", que generan más tasas e implican menos riesgos que los clientes de clase media y de ingresos más humildes.

Sin embargo, debido a que los clientes más selectos suelen requerir más atención, los bancos están siendo más exigentes a la hora de decidir quién es "apto" para ese servicio más personalizado.