Google fue investigada desde hace un año de forma secreta hasta el 24 de mayo, cuando un centenar de agentes de la Dirección General de Finanzas de Francia irrumpieron en las oficinas de París de la empresa.

En ese operativo buscaron información que probase que la compañía evadía impuestos desde hace años, y así confirmar las sospechas del gobierno francés.

Aunque la cantidad de información recopilada, que se cuenta por terabytes, tardará en ser procesada, si se confirma esta acusación la gigante tecnológica se enfrentaría a una multa de unos 1.600 millones de euros.

Sin embargo, para atrapar por sorpresa a la compañía, el reducido equipo que llevaba a cabo la investigación, cuyo nombre en clave era "Tulipán" dentro de la Hacienda francesa, tuvo que mantener en secreto el proceso.

Así, la fiscal de finanzas Èlianne Houlette obligó a todo su equipo a utilizar estrictamente una única computadora sin conexión a Internet que servía como procesador de textos, tal y como reveló la policía fiscal de Francia.

Esto lo hicieron debido a que el alcance del ecosistema Google es enorme, por lo que temían algún tipo de filtración al usar sus herramientas conectadas a Internet.

Alphabet, la matriz de Google, es investigada por autoridades tributarias galas desde 2011, a pesar de que en Francia sólo tiene oficinas de dirección local y un equipo de marketing.

Sus mayores ingresos están en Irlanda, donde está el cuartel general de la empresa, y también a Holanda, donde se desvían a las Bermudas.

Sin embargo, las autoridades francesas interpretan que existe una cantidad de impuestos que no se tributan en su país a pesar de que realizan actividades en su territorio.