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En un mercado de consumo en retracción en gran cantidad de rubros, las ventas de autos acumulan un alza de 5,4% en los primeros cinco meses del año 
12/06/2016 - 11:10hs

El conjunto de las últimas medidas hizo replantear al sector automotriz un 2016 más promisorio al que se asomaba en enero cuando las estimaciones proyectaban 600.000 patentamientos para todo el año y que hoy elevan las expectativas a unas 650.000 unidades.

Esta última cifra es similar a la de 2015 pero en un contexto más saneado: sin restricciones cambiarias, tributarias o de comercio exterior como ocurrió hasta diciembre.

Pero el fenómeno comercial que se viene registrando en las últimas semanas no oculta por un lado la fuerte caída de la producción local y la creciente participación de vehículos brasileños que llegan con "un nivel de competitividad mayor".

Esto lo que le permitió a las automotrices dejar atrás un situación de escasa oferta como en 2015 por otra realidad de mayor disponibilidad.

En un mercado de consumo en retracción en gran cantidad de rubros, las ventas de autos acumulan un alza de 5,4% en los primeros cinco meses del año.

Las políticas de bonificaciones, baja de precios y nuevas líneas de financiamiento a tasas que no se consiguen en el mercado, buscan apuntalar e incentivar ese desempeño del segmento.

Pero lo que unos admiten, y otros intentan disimular es que, a instancias de la crisis de Brasil, el cambio de fondo se está registrando en la ecuación productiva ya que las unidades que salieron de las terminales locales han caído un 12,5% en los primeros cinco meses del año, mientras que sus ventas a la red de concesionarias creció casi 30%.

Una fuente vinculada a las concesionarias señaló a Télam que "el mercado local está pagando la crisis de Brasil".

Esta afirmación que se condice con el hecho de que la brecha creciente entre lo que las automotrices locales producen y lo que venden en el país se cubre con vehículos brasileños, país que atraviesa una sobre oferta que significa más unidades a menores precios.

En esa misma línea, la fuente consideró que las terminales "como empresas de visión de negocio regional, con la excusa de la devaluación en la Argentina, incrementaron los precios de manera tal de compensar la crisis de Brasil, y ahora advierten que el mercado local no iba a seguir convalidando esos aumentos y salieron a ofrecer bonificaciones y baja de precios".

En ese mismo sentido, un directivo de una de las automotrices líderes admitió que "después de la devaluación de diciembre evaluamos las condiciones del mercado y definimos una política de precios que hoy refleja que muy probablemente nos equivocamos".

No obstante, entendió que "lo importante es reaccionar con rapidez para responder a la expectativa y demanda de los clientes".

La misma fuente admitió que el nuevo contexto macroeconómico también aportó a la estrategia con medidas como la revisión de las DJAI, la posibilidad de girar dividendos al exterior o la disminución de impuestos internos a los vehículos, lo que "cambió radicalmente las reglas de juego y permitió traer no sólo autos de Brasil sino también de otros países".

El contrapunto en cuanto a los precios se da en la misma industria, ya que mientras las concesionarias insisten en que los vehículos en la Argentina están en dólares más caros que en toda la región, las terminales dicen que los valores siguen detrás de la devaluación, de la inflación y del costo argentino por sobre el más competitivo Brasil.

En este contexto de precios no convalidados por la demanda, las automotrices se volcaron a las bonificaciones y baja de precios.

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