Los británicos votaron por abandonar la Unión Europea, un paso que podría abrir una crisis impredecible en el continente, mientras que Escocia y el Úlster se apresuraban este viernes a pedir sus propios referendos de independencia.

Con la casi totalidad de las 382 circunscripciones escrutadas, el "no a la UE" ganaba por un 52%, y el sí se quedaba en un 48%. Irónicamente, las mismas cifras que predecía un último sondeo nacional, pero al revés.

"El día de la independencia", se congratuló el líder antieuropeísta británico Nigel Farage, uno de los grandes protagonistas de la histórica jornada.

Nunca en la historia de la UE un país había votado para abandonar ese proyecto que nació en los años 50, de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. 

Fuerte impacto político puertas adentroEl resultado fue un intenso golpe al primer ministro británico, David Cameron, que renunció este viernes luego de conocerse que la mayoría de sus compatriotas habían votado a favor del Brexit.

"El pueblo ha tomado una decisión y aquellos que hemos perdido tenemos que ayudar a que eso funcione. A partir de octubre se necesitará un nuevo y fuerte liderazgo, y no es adecuado que yo sea el capitán que dirija a nuestro país hacia su próximo destino", sostuvo.

El dirigente había apostado personalmente por la organización de la votación para zanjar las divisiones que la UE creaba en su Partido Conservador, pese a estar a favor de seguir en el bloque.

Luego intentó llevar tranquilidad a los ciudadanos y a los mercados. El mandatario aseguró que "no habrá cambios inmediatos en la vida de los británicos" y advirtió a los inversores que la economía de Reino Unido "continúa siendo fuerte".

Sin embargo, las diferencias notables entre los territorios del Reino Unido crearon una situación imprevisible que amenaza la unidad británica.

Inglaterra y Gales, con la excepción de Londres, se inclinaron claramente a favor de dejar la UE, mientras que Escocia e Irlanda del Norte optaron por la permanencia.

Tras conocerse los resultados ya se escucharon voces para pedir un nuevo referéndum para la independencia de Escocia y la integración del Ulster en Irlanda.

Otra cuestión es qué pasará con Gibraltar, donde el 96% de la población votó a favor de la permanencia.

Irlanda del Norte y Escocia

En Irlanda del Norte, donde respaldó la continuidad dentro del bloque regional, el partido republicano Sinn Fein reclamó un referéndum para unirse a la República de Irlanda.

"Tenemos esta situación en que el norte está siendo arrastrado fuera (de la UE) por el resultado de Inglaterra. En el Sinn Fein presionaremos por nuestra demanda de hace tiempo, un referéndum", dijo el presidente del Sinn Fein, Declan Kearney.

La situación en el Úlster es especialmente delicada, porque la restauración de una frontera con el vecino europeo, Irlanda, podría hacer saltar por los aires el proceso de paz. 

Por su parte, Escocia, donde también ganó la permanencia, ve su futuro como "parte de la UE". En ese sentido, avanzó ya Nicola Sturgeon, la jefa del gobierno regional escocés.

Tras este resultado, al gobierno británico se le abren así tres frentes: uno con sus socios europeos, con los que tendrá que negociar los términos de la salida del bloque, y otros dos internos con Escocia e Irlanda del Norte. 

Londres comenzará ahora complicadas negociaciones con la UE, que podrían extenderse dos años, y en las que se decidirían las condiciones de acceso al mercado único.

Gibraltar, situación complejaEl Peñón es el único territorio británico de ultramar que está dentro de la UE y, por lo tanto, el único que estaba autorizado a participar en la consulta.

Los gibraltareños esperaban un rechazo al Brexit. Es que el sistema económico de la colonia se beneficia de su pertenencia a la UE al tiempo que permite ventajas fiscales a importantes.

"Es una situación jurídicamente muy difícil, porque es la primera vez que se va a dar un procedimiento de separación de uno de los estados miembros de la Unión Europea y, además, un estado miembro como Reino Unido, que tiene unas singularidades territoriales", explicó a RT Yolanda Gómez, catedrática Jean Monnet de la Unión Europea y catedrática en Derecho Constitucional.

Según destacó la experta, cuando se consolide esta separación "la consecuencia jurídica - para Gibraltar - es que se convertirá en un territorio no miembro de la Unión Europea y, por lo tanto, a efectos de España en un tercer estado".

Por el paso fronterizo de La Línea de la Concepción con Gibraltar cruzan diariamente unas 36.000 personas, así como 10.000 vehículos, 180 camiones y 40 autobuses, calculan los datos de la Subdelegación del Gobierno de Cádiz.

Con la salida del Reino Unido de la UE, este paso "se va a convertir en una frontera en términos jurídicos claros", según Gómez.

La catedrática reconoce que "puede ser que se adopten algunas medidas específicas para territorios, como el caso de Gibraltar, que estén en esta situación. Y estas medidas pueden ser de cierta flexibilización".

Una posible salida a este conflicto jurídico podría ser la propuesta del gobierno español concretó que, tras conocerse el Brexit, lanzó la oferta de una cosoberanía para el peñón de Gibraltar.

El ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo propuso un "estatuto personal para que los gibraltareños puedan mantener la nacionalidad británica si lo desean y un estatuto fiscal propio".

El canciller considera que esta fórmula de "cosoberanía" está recogida en la Constitución española, y ha citado en concreto el artículo 144, que prevé la autonomía de territorios no integrados en la organización provincial.

Efecto dominó en EuropaLa ultraderecha de Francia, Italia y Holanda, celebraron el resultado de la votación en Gran bretaña y pidieron un referéndum.

"¡Victoria de la libertad! Como pido desde hace años, hace falta ahora el mismo referéndum en Francia y en el resto de países de la UE", expresó en su cuenta dee Twitter la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen.

En ese sentido, su sobrina Marion, lanzó: "De Brexit a Frexit: ya es hora hora de importar la democracia a nuestros países. Los franceses deben tener el derecho a elegir".

A su vez, el  líder de la derecha holandesa, Geert Wilders, se  pronunció en términos casi idénticos, anticipando la peor pesadilla de las instituciones europeas.

"Hurra por los británicos. Ahora nos toca a nosotros, es momento para el referéndum holandés", mientras felicitaba al rostro más popular de Ukip, Nigel Farage. 

Matteo Salvini, eurodiputado italiano, secretario general de la Lega Nord y aspirante a líder único del partido, se pronunció en la misma línea.

"Bravo por el coraje de los ciudadanos libres. Corazón, cabeza y orgullo se imponen a las amenazas. Gracias Reino Unido, ahora nos toca a nosotros", dijo.

Pero, a diferencia de Wilders y Le Pen, a los que algunos sondeos sitúan como primeras fuerzas de cara a las presidenciales del próximo año, las posibilidades de llegar al poder de la Lega, partido arraigado en el norte pero inexistente en el sur del país, son irreales. Pueden ser clave en las negociaciones, como lo han sido en los años pasados, pero no para ganar.

Por su parte, el partido ultranacionalista y euroescéptico austríaco FPÖ también ha felicitado a los británicos por "recuperar" su soberanía, una decisión que, ha asegurado, es una reacción a la "continua locura migratoria".

"El resultado del referendo de este jueves supone marcar el rumbo por la democracia y contra el centralismo político, pero también contra la continua locura migratoria", ha opinado en un comunicado el jefe del partido, Heinz Christian Strache.

Según el líder ultra, si la UE no inicia un profundo proceso de reformas, acabará desapareciendo. Strache ha pedido la devolución de competencias a los Parlamentos nacionales, la reforma de las instituciones comunitarias y lasuspensión del espacio de libre circulación de Schengen, y ha advertido de que si la UE sigue sin ser capaz de iniciar esas reformas y permite que entren países comoTurquía, su partido se marca como objetivo que se celebre también en Austria un referéndum sobre su permanencia en la UE.

La que no se mostró tan contenta es la canciller alemana Angela Merkel quien declaró este viernes que el triunfo del Brexit es un "golpe contra Europa".

La mandataria de uno de los países más fuertes de la Unión Europea (UE) a nivel económico se refirió de esta forma a la decisión que tomó con su voto el pueblo británico, que en un 52% eligió que el Reino Unido abandonara el bloque común. 

Merkel también invitó al presidente francés, François Hollande, al primer ministro italiano Matteo Renzi y al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a reunirse en Berlín el lunes.

La reacción de los mercadosEl Brexit es un shock total para la política británica y europea; y para los mercados a nivel global.

Las principales bolsas del mundo están viviendo una auténtica debacle, después de dos días de subas alentadas por las encuestas que apuntaban a una victoria de los que querían permanecer en la Unión Europea.

La libra esterlina pierde cerca de un 8% frente al dólar, y las bolsas se hunden desde primera hora de la mañana, con descensos superiores al 10%.  

El derrumbe de la moneda inglesa se produjo en forma inmediata luego de conocerse los primeros resultadosdel referendum por la permanencia o salida del Reino Unido en la Unión Europea.

Según medios británicos, la moneda llegó a u$s1.33 por unidad, su nivel más bajo desde 1985, y la volatilidad se aceleraba conforme ingresaban más votos al conteo.

Las mayores bajas corresponden a:

• Ibex de Madrid: -11,2%
• MIB de Milán: -10,4%
• CAC de París: -8.8%
• DAX de Frankfurt: -7.4%

Curiosamente, la bolsa europea que menos baja es la inglesa, pues retrocedía un 4,7%. A su vez, los futuros delDow Jones caían en su inicio más de 600 puntos, acercándose a una baja del 3%.

En cuanto a las monedas, la conmoción por la salida de Reino Unido también está afectando al euro. La moneda comunitaria pierde más de un 3% y en sus mínimos intradía baja incluso de los 1,10 dólares, cerca de los niveles con los que comenzó el año.

Ante el pánico desatado, Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, ha anunciado que tiene liquidez suficiente para ayudar a la libra y que tiene preparados 250.000 millones de libras (310.000 millones de euros) adicionales para sustentar el sistema financiero de Reino Unido ante la volatilidad desatada.

El Banco Central Europeo (BCE) se ha sumado al británico al asegurar que está preparado para ofrecer liquidez adicional en euros y en otras divisas en caso necesario.

Ahora se abrirá un largo periodo de negociación con la UE para negociar la salida, que podría durar varios años. Todo ello puede frenar la economía británica y la llegada de inversores al país, lo que explica la corrección en los mercados. La UE ya ha urgido a Londres a pedir "cuanto antes" la salida formal del club.