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Prat Gay le ganó un round a Abad: impuso su visión sobre cómo preservar datos del blanqueo

En clima de "internas", Prat Gay le ganó un round a Abad: impuso su visión sobre cómo preservar datos del blanqueo
27/07/2016 - 07:33hs

La discusión se produjo hace dos semanas en el quinto piso del Palacio de Hacienda. Testigos ocasionales dan testimonio de que fue un debate tenso. A viva voz. Alfonso Prat Gay y Alberto Abad se sacaron chispas por la reglamentación del blanqueo de capitales, que acaba de ser publicada.

La pulseada, finalmente, fue ganada por el ministro de Hacienda, quien se sigue anotando peleas internas con colegas del equipo económico así como con otros funcionarios del gabinete.

En este caso, la trifulca se produjo en torno del renombrado artículo 88 de la ley que habilitó el blanqueo de capitales.

Ese artículo, tal como salió del Congreso, abría las puertas a que las personas que adhirieran al blanqueo pudieran ser investigadas por la UIF, el organismo oficial encargado del análisis, tratamiento y la transmisión de información para prevenir e impedir el lavado de activos y la financiación del terrorismo.

El párrafo de la discordia dice así: "La UIF podrá, a su discreción, comunicar información a otras entidades públicas con facultad de inteligencia y de investigación".

Las señales de alarma sonaron cuando, a oídos del ministro, llegaron las quejas de grandes inversores y de grandes compañías que estarían dispuestas a blanquear fondos, pero que analizaban echarse para atrás ante el temor de que sus nombres puedan ser incluidos en eventuales campañas de desprestigio.

En ese encuentro cumbre en el despacho del ministro, Prat Gay le planteó a Abad que la reglamentación de la ley debía aclarar que los adherentes serían eximidos de futuras investigaciones.

El éxito del blanqueo en juego

La discusión alcanzó un tono elevado porque en la visión del ministro, de ese punto dependía el mismo éxito del plan del blanqueo, en el cual el Gobierno tiene cifradas las esperanzas de alivio financiero en el corto plazo y hasta de costeo del pago de juicios a los jubilados.

"La UIF, que recibe información reservada, como por ejemplo los reportes de información financiera (ROS) que emiten los bancos de operaciones que en su mayoría no son ilegales, no puede compartir información con otras entidades públicas o privadas a menos que haya una denuncia penal y un juez la obligue a hacerlo", reflexionó el abogado Roberto Durrieu.

"Con este artículo 88, cualquier entidad pública puede pedir información a la UIF. No debería compartir información, salvo a través de la justicia penal. Ahora, el acto de compartir su base de datos pasa a ser legal", agregó el abogado.

La UIF es la encargada del análisis, el tratamiento y la transmisión de información a los efectos de prevenir e impedir el lavado de activos y la financiación del terrorismo.

En este contexto, la posición de Prat Gay es la típica de quien debe defender un blanqueo de capitales: que la evasión fiscal no es un delito criminal y que, por lo tanto, no amerita ser investigado.

Según el ministro, el artículo 88 equiparaba al evasor fiscal (al que se quiere tentar para que ordene su situación ante la AFIP) con un corrupto, un terrorista o un traficante de armas.

Frente a ese argumento, Abad contragolpeó. Y le dijo a Prat Gay que debía cuidarse al contribuyente cumplidor. Que la manera de hacerlo era siendo responsable y dando una clara señal de que la Argentina no promovía una amnistía fiscal para los incumplidores.

Una persona que conoce al titular de la AFIP recordó, en diálogo con iProfesional, que Abad "siempre estuvo en contra de este tipo de blanqueos porque va en contra de su trabajo diario, que es convencer a la gente de que pague los impuestos".

iProfesional lo reveló días pasados, cuando Abad, durante una exposición frente a una agremiación de contadores había dicho que los blanqueos generan un trato desigual para aquellos que se preocuparon o, en algunos casos, hasta se endeudaron para cumplir.

Además, consideró que benefician a aquellos que cometen delitos tributarios y que, pagando apenas una parte, quedan en igualdad de condiciones.

Prat Gay, en cambio, se encuentra necesitado de mostrarse flexible ante la operatoria que él mismo ayudó a promover.

Esa flexibilidad se debe a que requiere del éxito de la medida para asegurarse un ingreso de dinero, necesario para mejorar el frente fiscal de la Argentina.

Con buen tino, Prat Gay y quienes lo asesoran sospechan que si la AFIP comparte la información del blanqueo con otras reparticiones del Estado -como la UIF o la Procelac- que deberían controlar este tipo de operaciones de ingresos de capitales, se eleva el riesgo de filtraciones de datos.

Por eso existió la pelea entre ambos funcionarios: cualquier sospecha, por parte de los inversores, de que sus datos podrían ser conocidos en algún momento, echaría por tierra el blanqueo.

Abad, con respaldoiProfesional pudo saber de fuentes confiables que Abad terminó aceptando la flexibilidad que le pedía Prat Gay por el compromiso que el propio hombre fuerte de la AFIP había asumido con Mauricio Macri al aceptar el cargo.

Ya publicada oficialmente la reglamentación, el blanqueo está a tiro de ponerse en práctica. La idea es que comience durante la primera o la segunda semana de agosto.

Pero el hecho de que Prat Gay haya ganado esta pulseada no debe ser interpretado como una pérdida de poder de Abad dentro del Gobierno: más bien al contrario, en los últimos días Macri le ha dado un rotundo espaldarazo al hombre de la AFIP.

El más explícito ocurrió durante el acto en la Bolsa de Comercio, cuando el jefe de Estado les advirtió a los inversores reunidos en el antiguo recinto del edificio que "Alberto los va a perseguir¨.

Se refería a quienes, teniendo fondos no declarados en el extranjero, desistan de esta "invitación" del Gobierno.

En realidad, lo que ha quedado al descubierto con esta tensión entre Prat Gay y Abad es el clima de peleas que, prácticamente desde el inicio de la gestión Macri, existen en el seno del gabinete nacional, en especial entre los funcionarios del equipo económico.

Por caso, la puja entre Prat Gay y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, se ha convertido en un clásico.

Los divide la estartegia por las tasas de interés, que el ministro quisiera ver más abajo de lo que se encuentran. Además, hay diferencias sobre el pago de la deuda con reservas del Central, que acaba de proponer el ministro pero que Sturzenegger rechazó.

Las tensiones incluyen a otros economistas del Gobierno. Carlos Melconián, titular del Banco Nación, tiene armado un plantel de técnicos en esa entidad por si en algún momento debe salir en reemplazo de algún ministro.

Y para marcar las diferencias con su colega Sturzenegger, ya sacó un plan de créditos hipotecarios que se indexan por un indicador distinto al tomado por el Banco Central.

El clima de tensión que se vive en varios despachos oficiales revela con claridad que al Gobierno las cosas no le están saliendo tal como se había planeado. Y medidas como el blanqueo, que fueron auspiciadas por el propio Macri hace ya varios meses, encuentra sorpresivamente resistencias dentro de la propia coalición gobernante.

Cuando la ley todavía se estaba analizando en el Congreso, la principal discusión estaba planteada en algo técnico. Refería a la convencida, o no, de que los "blanqueadores" trajeran las divisas a la Argentina, en medio de una mayor oferta de divisas.

Esa cuestión, que dividía la visión de Prat Gay y Sturzenegger, se saldó varias semanas a trás, otorgando incentivos a dejar las divisas en el extranjero. El objetivo: que el repentino caudal de billetes verdes no terminara por perjudicar a la actividad económica vía una apreciación del tipo de cambio.

"Antes de que entren los dólares preferimos que se inviertan en bonos del Estado, que nos ayude a financiar", suele transmitir Prat Gay a sus colegas.

En pocos días más, el Gobierno lanzará la operación con la cual intentará mostrar un éxito que le ayude a mejorar las cuentas fiscales.

Los funcionarios del Palacio de Hacienda se entusiasman con que este sea el primer paso hacia la recuperación definitiva de la economía.

En este escenario, el éxito del blanqueo no sólo es la condición para que -como cree Prat Gay- el PBI rebote con fuerza en 2017 y crezca por encima del 5%, sino que, además, será un factor importante para determinar el resultado de las elecciones legislativas.

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