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Los gobernadores temen una merma de ingresos por la suba del impuesto a las ganancias, mientras que los sindicalistas aguardan a ser recibidos
28/09/2016 - 10:41hs

El primer año de gobierno de Cambiemos no resultó como el que sus referentes esperaban. Muchas promesas de campaña quedaron allí y no se transformaron en realidad.

Tras algunas victorias en el Congreso, en el que se encuentra en minoría, le llegaron los primeros coletazos. Ahora, necesita el apoyo de la oposición con la que mantiene mayor diálogo, el Frente Renovador de Sergio Massa y el Bloque Justicialista de Diego Bossio en Diputados y del peronismo unificado en el Senado, para poder aprobar el proyecto de Presupuesto 2017.

Pero antes debe resolver una cuestión fundamental: de dónde obtiene los recursos para poder afrontar una mejora en el impuesto a las ganancias de los trabajadores y a la vez no desfinanciar a los gobernadores, ya que aquel es un tributo coparticipable.

En principio, el Gobierno barajaba varias alternativas para tratar de contentar a todos:

• Emitir más dinero, generando déficit fiscal e inflación.

• Tomar deuda en el exterior.

• Ceder parte de sus fondos coparticipables a las provincias.

• Crear nuevos tributos.

Los gobernadores peronistas están alertas. Piden que se los compense por la baja del piso de Ganancias ya que no quieren resignar recursos, por lo que proponen gravar el juego y la renta financiera.

Los mandatarios provinciales dan otras alternativas, como coparticipar el impuesto al cheque y un "reparto más equitativo" de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

Este martes, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, se reunió con sus pares provinciales en el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal para analizar distintas alternativas.

Todos coinciden en que la solución para estos casos llegaría con una reforma integral del sistema tributario, en el que se incluya una nueva ley de coparticipación. Pero eso está en un horizonte muy lejano.

En el corto plazo, Cambiemos dialoga con distintos sectores para cerrar acuerdos que le permitan aprobar tranquilos el proyecto en el recinto.

Otro de los nombres del oficialismo que está trabajando arduamente en este tema es el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien actúa como interlocutor de la Casa Rosada con los gobernadores.

Al macrismo le preocupa que las propuestas realizadas por la oposición para modificar los montos del impuesto a las ganancias, le significará a las provincias una merma cercana a los 120.000 millones de pesos.

Por eso, deberá negociar no solo en el Congreso, sino también con los gobernadores, y las centrales obreras, principales impulsoras de la reforma de ganancias.

En el Congreso

Entre la oposición “dialoguista” con el Gobierno, los pedidos de cambios son diferentes pero coinciden en una cosa: solicitan más fondos y autonomía para las provincias y menos recursos para la Nación

Por un lado, el Bloque Justicialista elaboró la semana pasada un documento luego de reunirse con seis mandatarios provinciales peronistas.

En tanto, el Frente Renovador de Sergio Massa traslada al Congreso el reclamo de los gremios. De hecho, dos de los integrantes del flamante triunvirato de la Confederación General del Trabajo (CGT) son diputados de ese espacio, Rodolfo Daer y Carlos Acuña. En concreto, solicitan un bono de fin de año y la reforma del impuesto a las ganancias.

Este último punto genera disidencia con el Bloque Justicialista porque si bien este espacio pide revisar el mínimo no imponible considera que un número elevado puede desfinanciar a las provincias, por lo que habría que discutir en paralelo cómo se van a compensar estos recursos. 

Al mismo tiempo, los mandatarios provinciales también negocian una reforma a la Ley de Responsabilidad Fiscal para poder acceder a deuda ante organismos internacionales de manera automática, sin depender del aval de Nación. 

Si avanza esta negociación, el Gobierno buscaría poner un límite al endeudamiento de las provincias para no agravar el déficit fiscal y excluir gastos corrientes como destino de esos fondos.

También aguarda la CGT

En estos días, el Gobierno debe presentar el proyecto para reformar los montos del impuesto a las Ganancias. Quedarse demasiado corto y perjudicar a la gran mayoría de los trabajadores puede generar reclamos aún más fuertes de la CGT, que podría terminar con un paro nacional para mediados de octubre. 

La presentación de dicha iniciativa ocurriría la semana que viene. En principio, el macrismo propondría “cambios graduales”. El problema es que, con el correr de los meses, puede afectar a más trabajadores.

Por ese motivo, este jueves Prat Gay recibirá al triunvirato de la CGT con algunas propuestas para conformar a los líderes sindicales y evite el primer paro nacional de la CGT contra el gobierno del presidente Mauricio Macri.

Durante ese encuentro, que se realizaría en el Ministerio de Trabajo, el ministro y vice laboral, Jorge Triaca y Ezequiel Sabor, le explicarán esa iniciativa al triunvirato integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.

Esa herramienta oficial incluiría la eximición del tributo de ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre y el pago de un bono de fin de año para las actividades laborales más afectadas por el proceso inflacionario y la caída del poder adquisitivo.

Desde el oficialismo ratifican la necesidad de contener a los sectores sociales más vulnerables -con los que la CGT comenzó a tejer una alianza al recibirlos en la sede de Azopardo hace diez días y participar en una jornada especial este sábado-, pero están tranquilos porque consideran que "no habrá finalmente paro" ante una propuesta semejante y ratifican que "el proceso inflacionario, como ocurrió en agosto, seguirá bajando".

Mientras tanto, el jefe de Estado continúa dialogando  de forma asidua con los históricos Luis Barrionuevo, Hugo Moyano y Armando Cavalieri, siempre encargados de poner paños fríos cuando sopesan un paro, pero que siempre le recuerdan la promesa de eliminar el gravamen que realizó durante la campaña.

Por lo pronto, lo único en concreto es que el proyecto de Presupuesto 2017 sufrirá modificaciones, impulsadas en su mayor parte por un peronismo que se está reagrupando en torno de los intereses de los gobernadores.

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