En la década de los '50, Borgward fue una marca muy reconocida en el país, cuando muchos compradores se enamoraron del Isabella, un auto que contaba con una versión sedán y una coupé, fabricado en la planta de Córdoba.

Ya en los '60 la marca abandonó la Argentina y cerró sus puertas en el mundo, quedando como legado un club de fans que aún se mantiene vigente.

La firma volvió al ruedo en 2008 de manos del nieto del fundador, Christian Borgward, quien relanzó la compañía estableciéndose en Suiza. Y se presentó a nivel mundial en el salón del Automóvil de Ginebra, en 2015.

El plan global de Borgward es posicionarse como una automotriz premium, con diseño europeo, pero escala de producción china. "Cada año sacaremos dos nuevos modelos", dijo Borgward, quien espera producir hasta el final de la década 800.000 vehículos al año.

Como parte de su expansión también decidió regresar y lo hace con un apoderado que conoce muy bien la industria, Alberto García Carmona, ex Relaciones Institucionales de General Motors en la Argentina.

El marco para la presentación fue Autoclásica, justamente porque consideran que en lo fanáticos de los modelos clásicos están entre sus principales clientes. Sin embargo, apostará a la Argentina con nuevos productos que tienen tecnología alemana pero que son fabricados en alianza con la china Foton, principal accionista del a compañía que hoy lidera el nieto del fundador.

El proyecto en la Argentina contempla un plazo de aproximadamente un año para investigar el mercado, proceso que ya inició García Carmona junto con los líderes mundiales de la marca, el vicepresidente de Ventas y Marketing, Tomas Anliker, y el CEO de la firma, Ulrich Walker.

La idea es estar presente con algún modelo en el mercado desde fines del año próximo o inicios de 2018, y lo harán en una primera etapa con un SUV de alta gama, el BX7. Se trata de un modelo que en la empresa posicionan junto a los rivales de Audi, BMW, y Mercedes Benz.

Cuenta con un propulsor 2.0 turbo con 224 CV de potencia. Este motor va asociado a una caja de cambios de doble embrague de siete relaciones. El combo ha sido desarrollado por FEV GmBh, una empresa de ingeniería alemana que ha colaborado en numerosos desarrollos de propulsores para toda la industria. Tiene tracción total y una arquitectura de motor delantero transversal.

A nivel de equipamiento, tiene una pantalla táctil de 12,3 pulgadas, ubicada en la parte central del tablero. Tiene WiFi y conectividad completa con una app para smarphone, que incluso nos permitirá comprobar el nivel de aceite y la presión de los neumáticos a distancia. También tiene control de crucero adaptativo y un sistema de frenada automática con detección de peatones.

"La marca está muy fuerte, tiene diseño alemán, tecnología alemana, al igual que los proveedores y procesos. Todo eso hace que sea muy interesante", explicó el apoderado durante la presentación.

Otro producto que probará suerte en el mercado local es el BX5, también para competir con los SUV, con espacio para cinco pasajeros. El BX7 tiene espacio para siete personas.

Borgward desembarcará en forma simultánea en toda la región, como parte de un proceso de expansión que están llevando adelante en los países emergentes. Sin embargo, la Argentina es uno de los favoritos por la historia que guarda la marca en el país. Por ahora, una excepción, será Brasil, donde la marca no está incursionando.

"Somos conscientes que Borgward tiene un prestigio excepcional en la Argentina, como en otros países de América del Sur. Esa es la razón por la que estamos relanzando la marca en este mercado, iniciando un acercamiento para analizar la viabilidad de una posible actividad comercial en la región", dijo Anliker.