El Gobierno avanza en las negociaciones con el sector privado para vender parte de las acciones que componen el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses.

En el Ejecutivo no están analizando desprenderse de manera masiva de esos activos, pero sí evalúan las propuestas de las cuatro compañías que actualmente tienen abiertas en el mercado Ofertas Públicas de Adquisición (OPA).

Las OPA es un mecanismo utilizado por el sector controlante de una empresa para recomprar las acciones del sector minoritario, a partir de un precio que establece una comisión especial. Los que acepten, recibirán a cambio efectivo u otra acción.

En la Anses están trabajando con mayor fuerza en las OPA de Telecom y de Petrobras, según una alta fuente.

Se trata de dos compañías que en el último año tuvieron cambio de dueño. En el caso de Telecom, quedó en manos del multimillonario mexicano David Martínez, del grupo Fintech, luego de más de dos años de negociaciones con los inversores italianos. "El precio ofrecido en la OPA actual es similar al que se le pagó a ellos", sostuvo una fuente del mercado.

El interés que despertó la OPA de Telecom en el mercado local hizo saltar el volumen de acciones operado durante la semana pasada. En ese sentido, la operadora telefónica anunció el viernes pasado que extendía por segunda vez el plazo para adquirir las acciones hasta el 11 de noviembre.

En cuanto a Petrobras Argentina, la filial local de la petrolera brasileña, fue adquirida en julio por Marcelo Mindlin, el dueño de Pampa Energía.

"Si finalmente decidimos vender, podemos hacerlo de manera total o parcial", aclararon fuentes de la Casa Rosada. Es decir que el Gobierno puede participar de la operación sin la necesidad de renunciar al total de sus tenencias en esas compañías.

Otra de las empresas que está atravesando este proceso es Solvay Indupa, que está terminando de cerrar la compra de Paty.

La participación estatal en unas 30 empresas de primera línea fue parte de la herencia de las AFJP cuando estas fueron expropiadas en el 2008. En ese entonces, el Gobierno pasó a controlar el 30% del total de acciones que cotizan en el mercado.

Actualmente el FGS, que dirige Luis María Blaquier, tiene el 31% del Banco Macro, el 25% de Consultatio, y el 26% de Siderar, entre una larga lista de posiciones accionarias relevantes.

Hoy el Fondo llega a unos $700.000 millones y si bien la mayor parte está invertido en títulos públicos, lo cierto es que el mayor poder de coacción sobre el sector privado está en las acciones, que le permite al estado ubicar uno o varios directores en estas compañías. Una cuestión que generó varias rispideces durante el kirchnerismo, según afirma BAE.

Con la llegada de un gobierno "promercado", en un momento se especuló con la venta de la totalidad de estas acciones en la plaza local, pero eso hubiera jugado en contra de los intereses empresarios porque una oferta masiva hubiera deprimido el precio de los activos.