El Gobierno dio un nuevo paso para descomprimir la tensión social al oficializar este miércoles el pago de un bono a cerca de 130.000 empleados estatales de la administración nacional y organismos descentralizados. Se trata de una suma de hasta $3.500, que varía según la escala y que se pagará en dos tramos, a partir de diciembre. 

El acuerdo fue sellado con el gremio UPCN, liderado por Andrés Rodríguez, en el marco de una nueva reunión en el Ministerio de Modernización, del que participaron los ministros de Trabajo, Jorge Triacca, de Modernización, Andrés Ibarra, y el secretario general adjunto de la CGT Andrés Rodríguez.

De las negociaciones no participó el otro gremio de estatales, ATE, que manifestó su rechazo total al bono de fin de año y mantiene su reclamo de reapertura de paritarias para recomponer el poder adquisitivo y por el cual realizó un paro nacional la semana pasada.

En conferencia de prensa, Ibarra detalló que se pagará en dos cuotas en diciembre y enero, 50% cada mes. El costo fiscal será de 350 millones de pesos.

Los niveles A y B, los de mayores ingresos, recibirán un bono de $2.000; la escala C, con ingresos que pueden llegar hasta $34.000, tendrá una compensación de $3.000; la D, con haberes -sin antigüedad ni título- de $12.000, percibirá $3.300 y los escalafones el E y F, $3.500.

En tanto, los empleados municipales y provinciales negociarán con sus administraciones, aunque el Gobierno desestimó darles asistencia. "Esto ya es un tema específico de las finanzas de cada una de las provincias. Algunas están en negociaciones en marcha y otras estarán viendo su situación fiscal para tomar una decisión al respecto", dijo Frigerio.

El acuerdo implica la implementación de una compensación extraordinaria de fin de año, "habiéndose puesto el mayor esfuerzo en compensar a los sectores de menor ingreso y la franja media donde se concentra la mayor cantidad de trabajadores", informó el sindicato en un comunicado.

"La negociación está dando resultados", dijo a iProfesional el titular de UPCN, tras participar de una conferencia de prensa en la CGT con movimientos sociales. Rodríguez sostuvo que también hay un compromiso del Gobierno de pasar a planta permanente a 12 mil trabajadores estatales que no gozan de estabilidad laboral ya que están bajo contratos temporarios.

Señal

Con la gestión del paleativo, el Estado se convirtió en el primer sector de la economía en cumplir el acuerdo que el mes pasado firmaron el Gobierno, las cámaras empresarias y la CGT en la reunión de la mesa del diálogo, donde se fijó el compromiso de un bono para todas las actividades a partir de un piso de $2.000. 

El plus apunta a complementar los esfuerzos del Ejecutivo por atender la delicada situación social. "Hay una sensibilidad muy grande y permanente diálogo con todos los sectores", dijo Ibarra, quien se mostró tranquilo ante la protesta que la CGT realizará este viernes frente al Congreso junto a piqueteros, pymes y jubilados para exigir una Ley de Emergencia Social y un freno a las suspensiones y despidos.

"Obviamente las manifestaciones son parte del libre ejercicio de la democracia", explicó el ministro.

En cambio, se mostraron disconformes los estatales de ATE. El titular de la seccional porteña, Daniel Catalano, señaló que el bono debería compensar la pérdida de poder adquisitivo sufrida en el año, que según sus estimaciones fue de entre 15.000 y 18.000 pesos.

Además cuestionó el alcance de la medida, que dejaría afuera a 50.000 trabajadores contratados y monotributistas, y su impacto en las negociaciones en municipios y provincias: "La actitud es de enojo. No solo es insuficiente sino que no es para todos". Y advirtió que las jurisdicciones municipales "en vez de discutir paritarias ahora van a discutir bono". 

Una de las preocupaciones en varios sectores sindicales, no solo en los del Estado, es que el acuerdo de sumas no remunerativas no engrosa el salario y, por lo tranto, una vez que vence su plazo, el sueldo vuelve a su nivel previo. Pese a las críticas, por ahora, solo los bancarios, docentes y estatales bonaerenses piden la reapertura de paritarias.

La apertura de una mesa de diálogo para negociar un bono fue lo que permitió al Gobierno desalentar la intención inicial de la CGT de reabrir la discusión salarial. Ahora, con el bono a los estatales, se espera que avancen las negociaciones en el sector privado, donde las cámaras empresarias se mostraron reticentes hasta ahora a condencer una compensación.