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Luego de casi dos años de subas continuas en sus cotizaciones, las cotizaciones se ven afectadas por la volatilidad global que impulsa los rendimientos
24/11/2016 - 15:35hs

La volatilidad está a la orden del día tras la victoria de Donald Trump a la presidencia estadounidense. Y nada parece indicar que vaya a producirse un cambio en el corto plazo.

Ayer la noticia volvió a ser la nueva suba de la tasa del bono del Tesoro norteamericano, que superó niveles de 2,35%, generando un impacto inmediato en toda la deuda emergente. El motivo es que en la medida en que los títulos norteamericanos presentan mayor rendimiento, se vuelven menos atractivas otro tipo de opciones y los inversores exigen un "premio" mayor para comprar.

Los bonos argentinos se están llevando la peor parte. Luego de dos o tres días más calmos e incluso alguna suba marginal, ayer retomaron las caídas y fueron especialmente profundas en los títulos más largos.

El caso más emblemático es el Bonar 2046, el bono a 30 años que se colocó para pagarles a los holdouts en abril. Ese título hoy ya cotiza por debajo del precio de emisión, a u$s97,5 tras una caída de 1,5%. En su mejor momento, hace tres meses, llegó a cotizar por encima de u$s115. Como resultado de este bajón, ya rinde 7,84% anual en dólares. Es un bono para inversores calificados, ya que el "ticket" mínimo es de 150.000 dólares.

Más ejemplos

Pero otros papeles sufrieron caídas parecidas. El Discount en dólares, que fue uno de los bonos favoritos de los inversores que buscaron posicionarse en activos argentinos, cedió 0,9% y ya rinde 7,7% anual. El problema de estos ajustes es que hace mucho que los inversores que apostaron por activos argentinos no tenían que asimilar pérdidas.

De hecho, prácticamente en los últimos dos años las subas fueron continuas, con la consiguiente caída del riesgo-país. Sin embargo, al menos momentáneamente esta racha se cortó. Y los inversores se preguntan si será el momento de apostar con bonos que ya dejan casi el 8% anual o será preferible esperar hasta que se produzcan algunas caídas adicionales.

La pérdida de los bonos en dólares también tuvo su correlato en la suba del tipo de cambio hasta $15,75, casi nueve centavos por encima de la jornada anterior. Según Ambito, este movimiento estaría mostrando que hay algunos desarmes de posiciones. En otras palabras, que los inversores al menos marginalmente optan por desarmar sus activos en pesos ante el temor que una suba mayor del dólar se coma la rentabilidad.