iProfesionaliProfesional

La bodega El Porvenir acaba de presentar la añada 2016, que tiene esa marca indeleble del terruño de Cafayate, sin resignar la elegancia
25/11/2016 - 02:02hs

Los Torrontés del Norte Argentino tienen, sin dudas, una identidad, un sello indeleble que es parte de su ADN. 

Durante muchos años, estuvieron identificados con un perfil marcado por los aromas explosivos y un final de pulso amargo, que algunos defendían como una característica decisivo para la cepa, mientras que otros la asociaban más con un defecto, que debía ser corregido. 

Con el tiempo, se impuso la visión de lograr vinos más prolijos, más bebibles, para paladares universales. Y la evolución que hay logrado el Torrontés en este sentido fue notable

Cada vez más bodegas apuntaron a dejar de lado ese retrogusto amargo y hasta un poco salvaje y se inclinaron por lograr un estilo más cosmopolita y sofisticado

Pero esto no implica que se haya caído en una fórmula de laboratorio, en vinos sin contenido ni esencia. El Torrontés del Norte, especialmente el de Cafayate, tiene un estilo propio que lo marca a fuego y al que no puede renunciar. 

En ese delicado balance entre la identidad y la elegancia avanza la última cosecha de Laborum Torrontés, de la bodega El Porvenir de Cafayate, elaborado a partir de viejos viñedos de más de 60 años de antigüedad. 

Vinos & Bodegas iProfesional degustó la añada 2016, que acaba de llegar al mercado, y se encontró con un blanco que, vendimia tras vendimia, reafirma por qué es uno de los mejores Torrontés de la Argentina. 

Su nariz es puro equilibrio y frescura, con las dosis justas de frutas blancas, toques cítricos y una marcada pátina floral. Los aromas interactúan sin robarse cartel y con gran armonía. Su recorrido en boca es completamente equilibrado, con buena frescura, peso y fluidez. Deja un grato recuerdo a cítricos dulces. Final igualmente armonioso. 

Sin dudas, un Torrontés de estilo world class, diseñado y ejecutado para traspasar fronteras, con un precio sugerido acorde, del orden de los $185. 

Francisco Paco Puga, quien este año se sumó como jefe de enología de la bodega comandada por Lucía Romero, destacó que ese peso extra, por sobre el estándar que se logra en la zona, se logró realizando una fermentación suave y fría, con el fin de preservar la tipicidad y “generar más untuosidad en boca, al tiempo que se buscó preservar también una crujiente acidez”.

Por su parte, el ingeniero agrónomo de la bodega, Santiago  Bugallo, detalló sobre la cosecha de este año que "fue muy buena para el Torrontés. Como fue un año muy seco, se logró llegar con una sanidad excelente”. 

“Comenzamos la cosecha del Torrontés 15 días antes de lo habitual y elegimos tres momentos, buscando diferentes perfiles aromáticos, algo que venimos haciendo hace algunos años, lo cual nos permite obtener una mayor complejidad aromática”, concluyó. 

© Por J.D.W. - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - [email protected]