Se trata de una tienda de 167 metros cuadrados que, al igual que una convencional, ofrece entre otros productos bebidas, snacks, ensaladas, sandwichs, pan o leche.

Pero no acepta efectivo, no se forman filas ni tiene cajas para pagar.

Los clientes deben tener instalada en sus teléfonos una aplicación, disponible para iOS y Android, que se escanea en la entrada, y los productos escogidos se cargan en la cuenta bancaria de los compradores cuando estos abandonan el local.

Amazon Go funciona con una serie de sensores y de cámaras que identifican los productos escogidos y, al salir, los computan en la cuenta del comprador, informó el sitio especializado The Verge.

Por el momento, la tienda está abierta sólo para empleados de Amazon, y se espera que funcione para el público en general a comienzos de 2017.