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En octubre esperaban que el rojo primario fuera de $378.500 millones. Ahora la previsión arroja $390.300 millones                  
07/12/2016 - 12:43hs

El ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, repite en cada ocasión que puede la importancia del gradualismo en la decisión de la modificación del impuesto a las Ganancias.

No es para menos: a principios de año pronosticaba que 2016 iba a terminar con un déficit primario de 4,8% del PBI y que, en 2017, se iba a reducir a 3,6%. Este último porcentaje, ya en el presupuesto aprobado el miércoles pasado en el Congreso, lo elevó el Gobierno a un 4,2% para el año próximo. Y, tras los números conocidos de octubre, los analistas encienden luces de alerta no sólo porque en 2016 no se reducirá el rojo fiscal si no porque además se complica las fuentes de financiamiento externo para 2017.

Según el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) elaborado por el Banco Central en base a encuestas a consultoras y bancos, el déficit primario este año será mayor al previsto inicialmente y llegará a un 5% del PBI.

Esta alza se da por dos factores. Por un lado, de acuerdo al mismo REM, mientras que en octubre esperaban que el rojo primario fuera de $378.500 millones (cercano al objetivo oficial), ahora la previsión en promedio arroja un $390.300 millones.

Gabriel Caamaño Gómez agregó otro factor: que si se corrigieran las proyecciones macroeconómicas del Presupuesto 2017, que estimaban una caída de la economía de 1,5% para este año, por las que surgen del REM, que arrojan una contracción de 2,3%, también implicaría que el déficit primario como porcentaje del PBI sería mayor, en torno al 5%. "Es decir, un punto porcentual por encima del rojo primario sin deuda flotante que registró el sector público en 2015 y al mismo nivel que el rojo primario con deuda flotante del último año de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner", describió.

"Convivir con un elevado déficit fiscal aumenta los riesgos asociados a un abrupto cambio en las condiciones externas", advirtió Gustavo Reyes, economista del Ieral, instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea. Y reconoció que las cuentas fiscales del gobierno nacional durante 2016 no van a mejorar respecto de 2015 y probablemente tampoco lo hagan en 2017.

En octubre, "el gasto público saltó un 51,5% respecto al mismo mes del año pasado. Resulta llamativo el incremento ya que octubre se compara con una elevada base que dejó 2015", observaron desde la consultora ACM. Con respecto al resultado de los primeros 10 meses, el déficit primario acumula $ 285.023 millones, que equivale a 3,6% del PBI y, un deterioro 0,7% del PBI respecto al mismo período de 2015.

Las partidas del gasto con mayor dinamismo fueron los subsidios económicos (69,1% anual), los subsidios sociales (56,7%) y las jubilaciones (41,5%).

"Este desempeño pone en duda el cumplimiento de la meta oficial de déficit primario de $378.000 millones, o 4,8% del PBI", agregaron en ACM. De todos modos, por el momento prevén que el Gobierno va a cumplir su meta, ayudado por el blanqueo y por un "manejo de caja", es decir algunas postergaciones de pago, definió Maximiliano Castillo de esta consultora.

En un escenario en el que los ingresos crezcan de manera similar a lo ocurrido en lo que va del año, el cumplimiento de la meta necesitará que el gasto primario reduzca su ritmo de expansión y se ubique en torno al 30% entre noviembre y diciembre.

Sobre los ingresos fiscales un punto no menor es la "ayuda" que implicará la recaudación por la multa a quienes blanqueen. Entre agosto y noviembre alcanzaron los $16.374 millones, según datos de la AFIP difundidos el jueves. Desde el Ministerio de Hacienda estiman que podrán ingresar por esta vía, al menos, $30.000 millones.

Lo positivo, dentro de este contexto, es que las necesidades de financiamiento ya fueron cubiertas con las diferentes colocaciones que hizo el Gobierno a lo largo del año. El cambio en el contexto internacional, con la suba de las tasas de interés en EE.UU., implicará un encarecimiento de las emisiones que se pudieran colocar en el exterior.

"La agenda de gradualismo fiscal para el año que viene requiere que se mantenga el escenario de liquidez global para financiar a tasas razonables la brecha fiscal", subrayaron los economistas del Estudio Bein. "El viaje ascendente de la tasa a 10 años de los bonos del Tesoro de EE.UU. tiene impacto en el costo financiero de la deuda local, que además de incorporar la dinámica de la tasa libre de riesgo global, también captura el movimiento del spread de riesgo frente a un escenario con mayor volatilidad en el corto plazo, y en el caso de los bonos en pesos, el ajuste de las expectativas de devaluación al nuevo equilibrio de tasas de interés", advirtieron a El Cronista.

Desde el Ieral también acompañan este interrogante. "La pregunta a realizar ante las perspectivas de un déficit fiscal es si el Gobierno podrá o no obtener los fondos externos necesarios para financiar el desequilibrio programado", se cuestionaron. Y agregaron que "dado que estos fondos deberían provenir del resto del mundo, la evolución esperada en las tasas de interés internacionales resulta clave en este análisis".