En diciembre de 2015, Isela Costantini solicitó una licencia en General Motors por pedido del presidente Mauricio Macri para asumir en Aerolíneas Argentinas.

La entonces CEO de General Motors para Argentina, Uruguay y Paraguay aceptó un desafío que duró 342 días. El martes pasado se enteró por medio del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que había sido desplazada y que debía presentar su renuncia al directorio de la empresa.

Dentro de General Motors no cayó bien su reciente despido, sobre todo en los Estados Unidos. "Acá adentro de la empresa no gustó cómo se fue de Aerolíneas Argentinas. Isela está considerada una de la mejores CEO que pasó por la Argentina y su currículum lo demuestra. Por el momento tal vez podría ir a otro país, eso no lo descartaría, pero no creo que vuelva acá".

En septiembre pasado el australiano Paris Pavlou asumió como nuevo presidente y director ejecutivo de General Motors Argentina, Uruguay y Paraguay, reemplazando a Carlos Zarlenga, quien ha sido promovido a presidente de General Motors Brasil.

 Zarlenga reemplazó a Costantini luego de que ésta decidiera aceptar la presidencia de Aerolíneas Argentinas.

Costantini tomó una licencia por un año, por lo tanto podría volver a la compañía. Por otra parte, algunos directivos del mercado automotriz no descartan que la ex titular de Aerolíneas pueda volver a esa industria.

"Si no es General Motors podría ser otra automotriz porque Isela demostró como presidenta de Asociación de Fabricantes de Automoviles de la República Argentina (Adefa) una gran capacidad para dirigir", manifestó a Infobae un directivo de una automotriz.

La empresa que produce en el país con la marca Chevrolet buscó asegurar una especie de transición ordenada ante el alejamiento de Costantini de la marca y también de la presidencia de Adefa, cargo para el que había sido reelecta.

Costantini es la primera CEO de los que convocó Mauricio Macri cuando asumió el 10 de diciembre en dejar el Gobierno.