El nominado secretario para el Departamento del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, reafirmó ayer ante el Senado el apoyo de su gobierno a un dólar fuerte, enviando señales confusas sobre la política económica que implementará la nueva administración.

El ex presidente de Goldman Sachs dijo durante la audiencia de confirmación que una divisa fuerte seguía siendo importante a largo plazo, destacando la atracción de la nación como un destino para las inversiones.

El lunes, Donald Trump hizo caer la cotización de la divisa al asegurar que su actual nivel es "demasiado alto" y está impidiendo que las compañías estadounidenses compitan con las chinas.

La incongruencia en las declaraciones subrayan los riesgos de que el nuevo jefe de Estado vaya a confundir a los mercados con su estilo despreocupado y resalta la incertidumbre sobre las prioridades económicas de la administración.

La audiencia de ayer fue además, según Diario Financiero, un interrogatorio enfocado en las finanzas personales de Mnuchin, así como en las prácticas crediticias del banco que presidió, que fue acusado de ayudar a personas y organizaciones a evadir impuestos a través de paraísos fiscales.