El contraste fue notable, fuerte y motivó críticas y bromas de todos los tamaños y colores. Sergio Massa , el líder del opositor Frente Renovador, aprovechó la ausencia de representantes del gobierno argentino para hacerse ver en la asunción de Donald Trump como presidente norteamericano, invitado por su amigo Rudolph Giuliani.

El propio Massa subió a las redes sociales una imagen en la que se lo ve sonriente y de riguroso smoking, junto al economista Martín Redrado, el viernes.

La sorpresa llegó un día después, cuando circularon imágenes en las que el propio Massa aparece, celular en mano y con un impermeable gris, con la marcha anti-Trump denominada "la marcha de las mujeres" y el Capitolio como fondo.

De inmediato, las redes sociales se llenaron de críticas hacia el diputado, la mayoría de simpatizantes del Gobierno. Alguno recordó, con maldad, la frase de Marcos Peña, que definía a Massa como "el dirigente menos confiable del sistema político".

El líder del Frente Renovador participó también de una gala exclusiva que se realizó por la noche luego de la investidura presidencial.

Massa y Giuliani se conocen desde el año 2013, cuando el líder del Frente Renovador invitó al gestor de la "tolerancia cero" a dar una conferencia sobre seguridad en Tigre, ciudad donde era intendente.

En 2014, Giuliani había recibido al tigrense en Nueva York en la sede de su fundación para intercambiar puntos de vista sobre seguridad y la reforma del código penal.