Los fabricantes de electrodomésticos sufrieron un golpe doble el año pasado. Además de la caída del consumo, se vieron afectados por el incremento de las importaciones con productos a precios más bajos.

El resultado fue un escenario muy desfavorable para el sector de línea blanca, que vendió menos aparatos y se enfrentó a una mayor participación de equipos extranjeros en las ventas, alentada por la apertura a la competencia externa.

Según los datos del Indec, la producción de heladeras cayó un 20% y la de lavarropas un 24% entre enero y octubre en relación al mismo período del año pasado.

Por otra parte, la ampliación del programa de compras financiadas a 18 cuotas no amortiguó la caída de la demanda. En efecto, el crecimiento de las importaciones se profundizó en el segundo semestre, en especial en el sector de lavarropas, según la consultora Radar que dirige la exfuncionaria kirchnerista Paula Español.

El informe muestra una caída de la importación de insumos para la producción "dando cuenta de un proceso de desustitución de importaciones".

Asimismo, señala el estudio, a lo largo del año, se registraron varios casos de suspensiones de empresas de la industria de línea blanca que utiliza mano de obra intensiva.

Los conflictos más importantes se sucedieron en los cordones industriales del interior de la provincia de Córdoba. Uno de esos casos fue el de la fábrica Drean que en octubre cerró una semana y suspendió a 1.500 empleados por la caída de la demanda. También impactó en el Gran Rosario, donde la UOM local había advertido que se registraban más de 800 suspensiones en dos fábricas del sector.

Las primeras señales llegaron a mediados del 2016, con la caída en el consumo de electrodomésticos en el mercado interno y del poder adquisitivo, golpeados por la devaluación y los tarifazos. Sólo en Córdoba se registró entonces una caída en la comercialización del orden del 15 por ciento.