La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se movilizará este martes a la sede del ministerio de Trabajo y el de Producción para rechazar despidos en la industria y la negativa del Gobierno a suspender la quita de aranceles del 35% a las importaciones de productos electrónicos.

La manifestación se iniciará a las 14.30 con una concentración en la Plaza de los Dos Congresos y desde ahí el gremio se movilizará primero a la cartera laboral y luego al Ministerio de Producción frente a la Plaza de Mayo. Así enviarán un mensaje a los ministros Jorge Triaca y Francisco Cabrera.

Este martes vence la conciliación obligatoria en el conflicto por los 200 despidos en la fábrica de notebooks y tablets Banghó. A las 16 habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo, pero el gremio teme el inminente cierre de la planta ubicada en Vicente López y denuncia que otros establecimientos del país enfrentan una situación similar.

En ese escenario, la apuesta del sindicato, liderado por Antonio Caló, es movilizar unos 3.000 delegados de las 16 seccionales del conurbano bonaerense. "Marchamos para parar la importación y cuidar los puestos de trabajo", dijo a iProfesional el titular de una de las principales seccionales de la provincia de Buenos Aires.

En tanto, el secretario de prensa del sindicato a nivel nacional, Emiliano Gallo, dijo que la conducción de los metalúrgicos "es empujada a ganar la calle en defensa de las fuentes laborales".

Gallo, que además es el titular de la seccional metalúrgica de Vicente López, precisó que "no hay voluntad empresaria ni política de modificar la decisión de no reincorporar a los despedidos ni de mantener la continuidad de la empresa".

En las últimas horas, el vicepresidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), Juan Carlos Lascurain, sostuvo que el sector registró caídas en casi todos los sectores durante 2016 y estimó que la negociación salarial de este año será "bastante dura".

"Aproximadamente, estaremos en un 3% de caída del empleo y en un porcentaje un poco más alto en materia de suspensiones", calculó.

En ese sentido, puntualizó que se trata de unas 9.000 puestos de empleos perdidos, mientras que la cantidad de gente suspendida se encuentra en unas 11.000.

Si bien consideró que en el sector metalúrgico, "siempre es un poco más retardado el efecto en la caída de actividad", subrayó que es "indudable que la actividad, salvo el sector de maquinaria agrícola, ha tenido una caída durante todo el año pasado".