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CCU tiene contrato para vender la bebida en el país hasta 2025. Intentará extenderlo aunque a nivel global la marca es de AB-InBev que podría reclamarla
23/02/2017 - 02:40hs

La industria cervecera se prepara para una nueva batalla, esta vez dos grandes firmas se disputarían por la licencia de la tercera marca más vendida en el país.

La empresa CCU -controlada por el grupo chileno CCU y la holandesa Heineken- contrató a un estudio de abogados norteamericano para que la asesore en su objetivo de extender el contrato para la producción y comercialización de la marca Budweiser en el mercado argentino.

Budweiser pertenece a nivel mundial al grupo AB-InBev, el mismo que controla en la Argentina a Cervecería y Maltería Quilmes, la empresa que a su vez posee más del 70% del mercado cervecero local, a través de las marcas Quilmes, Stella Artois y Brahma. 

Sin embargo, desde hace más de una década, la licencia local de Budweiser está en manos de CCU. Si bien el acuerdo para la explotación de la marca vence en 2025, la firma ya esta consultando con abogados cómo hacer para extender el plazo.

Hasta el momento no hubo una comunicación oficial que de la certeza de la que AB-InBev busque recuperar el control de la marca, pero teniendo en cuenta que se trata de la cerveza número uno en el mundo y una de las  más valiosas a nivel global, sería más que seguro que así lo hiciera.

En la actualidad, la marca nacida en los Estados Unidos pelea el tercer puesto del ranking local con Stella Artois, detrás de Quilmes y Brahma, con un market share de 6%. Además, para CCU la Argentina es la número uno en ventas.

Según trascendió, el grupo chileno eligió para dar batalla al estudio de abogados Mc Dermott, Will & Emery LLP, que se especializa en este tipo de casos y tiene como principal antecedente el triunfo que logró hace tres años en la disputa legal que tenía la empresa norteamericana Constellation con la misma AB-InBev por el uso de la licencia de la marca Corona en Estados Unidos.

En ese momento, Constellation obtuvo la extensión a perpetuidad del contrato para vender Corona en el mercado norteamericano, con el argumento de que la medida favorecería la competencia en ese país.

La intención de CCU es apelar al mismo argumento en el mercado argentino tomando en cuenta el impacto local que tendrá la compra a nivel mundial de SABMiller por parte de AB-InBev.

La megafusión favorecerá a consolidar el liderazgo que actualmente tiene el grupo Quilmes a nivel local, ya que de aprobarse la operación por parte de las autoridades argentinas, el jugador número uno del mercado se quedaría con el negocio del tercero: básicamente la marca Isenbeck, que pertenecía a SABMiller.

Se estima que en el caso de que AB-InBev se quedará con Isenbeck y recuperara el uso de Budweiser, en 2025, podría pasar a controlar casi el 85% del mercado local.