Un encuentro cordial. Así fue calificada la reunión que protagonizaron este viernes el presidente Mauricio Macri y la máxima autoridad de Telefónica en el mundo, José María Alvarez Pallete.

El encuentro se organizó con el objetivo de bajar el nivel de tensión que, ya desde el año pasado, viene in crescendo de parte de la compañía por las modificaciones al marco regulatorio de telecomunicaciones que viene impulsando el gobierno nacional.

Aunque ambos ya se habían cruzado en las recepciones previas que se realizaron con motivo de la gira del jefe de Estado argentino a ese país, se acordó en estos días mantener un aparte en el marco del Foro Invertir en Argentina, que organizó el diario El País y el Grupo PRISA.

Previo a este encuentro, el CEO de la compañía más importante de España, se había ocupado de manifestar a la prensa que sigue las alternativas de la gira, que tenían "algunos desacuerdos con el Gobierno", respecto de las decisiones que se están tomando en el sector. Además, y sin nombrarlo, refirió a la autorización que obtuvo Clarín para comenzar a operar en telefonía 4G a partir de la obtención de bandas adquiridas a través de empresas y no mediante procesos de licitación.

No obstante, la reunión de esta mañana se concretó en buenos términos. Y desde ambas partes se buscó que el diálogo fluyera de la manera más relajada posible teniendo en cuenta que el escenario de fondo era de "ruptura total", tal como lo describieron en El Confidencial.

Sucede que la amenaza de Telefónica de recurrir al CIADI continuó sobrevolando esta reunión. Si bien el tema no parece haber aparecido durante el momento que ambos compartieron, quedó claro que la cosa no quedará acá y que continuará siendo un tema ríspido hacia adelante.

Los asesores de Macri dejaron trascender a los medios españoles que Macri presentarían una propuesta concreta de diálogo y que se comprometería a revisar las modificaciones y a analizar opciones para evitar que Telefónica se sienta perjudicada.

Más allá de la buena voluntad de ambas partes, el 2017 será un año áspero en materia de regulación de las telecomunicaciones.

En las próximas semanas se prevé que Cablevisión firme el contrato con el Gobierno para comenzar a desplegar su infraestructura 4G, luego de haber obtenido la autorización para que pueda utilizar las bandas de 900 mhz y de 2,5 Ghz para dar ese servicio.

En ese contrato se fijará la compensación económica que deberá pagar Cablevisión por haberse producido la recalificación de esas frecuencias, además de determinar las porciones de espectro que deberá entregar al Estado para que este, luego, las ponga a disposición de las otras operadoras del sector. También se fijarán las obligaciones de cobertura.

Y esto ocurrirá en momentos en que se inicie la última etapa de la redacción de la ley de comunicaciones convergentes que, de acuerdo a los plazos establecidos en la normativa vigente, debería estar listo e ingresando en el Congreso a finales de marzo.

Tanto desde Madrid como desde la Argentina se sigue con suma atención las alternativas que rodean a la redacción del anteproyecto. Que, además, deberá estar a tono con los cambios introducidos en la regulación de telecomunicaciones desde la asunción del Gobierno de Cambiemos.

Se trata, básicamente, de los decretos 267/2015 y 1340/2016, y de las resoluciones posteriores que reglamentan y reglamentarán definiciones contempladas en ambos textos.

El año será álgido en materia de telecomunicaciones. Tanto Telefónica como Cablevisión/Clarín están dispuestas a jugar sus fichas más fuertes en este terreno, aún cuando no se pierda la cordialidad. Pero todo hace pensar que habrá más espacio para los cortocircuitos que para el diálogo fluido.

Antecedentes irritantes

El objetivo del encuentro de este viernes tuvo como objeitivo tratar de limar asperezas ante el recelo que ha causado en la filial de la compañía en Argentina el decreto aprobado por la Casa Rosada sobre la reforma en el mercado de telecomunicaciones.

En la previa del encuentro el Gobierno tomó dos decisiones contundentes respecto de la regulación de las telecomunicaciones: por un lado, habilitó la recalificación de frecuencias destinadas originariamente a brindar servicios fijos para que sean utilizados en la telefonía móvil 4G. Se trata de las mismas bandas que obtuvo Cablevisión, del Grupo Clarín y Fintech, con la compra de empresas: la de 900 mhz y la de 2,5 Ghz.

Acto seguido, autorizó a Nextel a utilizar esas bandas para dar los servicios de telefonía móvil 4G. En dos semanas se prevé que Cablevisión y el Gobierno firmen el contrato mediante el cual la compañía podrá iniciar el despliegue de su red. En ese texto se establecerán las obligaciones de cobertura y la compensación económica por la recalificación de las bandas. Si bien se desconocen, por el momento, esos detalles se descuenta que la compañía del multimedios firme el contrato.

Si bien esto se venía gestando desde diciembre, tras varias medidas tomadas por el Ejecutivo, la última decisión del ENACOM se conoció tres días antes de que Macri comenzara su visita a España. ¿Fue una demostración de poder? ¿O fue otro error, como al que nos está acostumbrando este Gobierno?

El tema del espectro es uno de los más sensibles dentro del mercado de las telecomunicaciones, y el aspecto clave para el desarrollo del sector en la Argentina y en el mundo. Por eso los conflictos que se dan entre los distintos actores privados, y entre ellos y el Estado. De la disponibilidad de espectro depende que se den servicios de calidad y se promueva la existencia de nuevas prestaciones.

"Se están tomando decisiones que están comprometiendo las inversiones y la competencia a futuro, donde no se puede excluir a los jugadores del sector", se escucha decir desde hace meses en los pasillos de la empresa.

Fue el mensaje que, con otro tono y en otro marco, transmitió el CEO de la compañía más importante de España al jefe de Estado argentino.

Expresión que no hará más que mostrar una vez más el malestar de la compañía por las decisiones tomadas en materia de regulaciones. A tal punto es así que, pasado el primer semestre de 2016 y a raíz de los cambios regulatorios que se venían dando, una de las primeras decisiones de Telefónica fue la de advertir que se pondrían en riesgo inversiones futuras.

En 2016 la compañía desembolsó más de $9.000 millones. Y dejó en suspenso las futuras. Hasta este momento, se desconoce cuál es el cronograma inversor de la empresa para este 2017, en un hecho inédito para el sector. Y esto ocurre aún cuando la Argentina es la filial de Hispanoamérica que más ingresos le aporta a la compañía, con 3.000 millones de euros en ventas obtenidos en 2016, un 31,6% más interanual de acuerdo al balance que la corporación dio a conocer este mismo jueves.

La gira de Macri por España está orientada principalmente a atraer inversiones de ese país, justo en un momento en que se inicia su recuperación interna ayudada, a su vez, por el Brexit: si antes la puerta de los negocios con Europa era Gran Bretaña, ese lugar puede ser llegar tomado poco a poco por la "Madre Patria".

A Telefónica le preocupan las decisiones en materia de espectro y de televisión paga. No sólo porque este mercado es dominado ampliamente por Cablevisión y DirecTV sino porque, además, tendrá que hacer sus primeras armas a partir de 2018 con un servicio de alta madurez y en cambio constante.

Es el servicio de TV paga y de la fibra directa al hogar el que más está creciendo en la compañía a nivel global, donde más foco está poniendo: avanzó un 24% en 2016, de acuerdo a lo expresado en su balance.

El espectro, en tanto, es el insumo básico para los servicios móviles. De los 27 millones de accesos que Telefónica gestiona en la Argentina, 20,7 millones son clientes de Movistar, que le aporta el 60% de los ingresos totales en este país.

Factor sorpresa"Fue sorprendente". Así calificaron fuentes del sector a la decisión del Gobierno de publicar, este último lunes, en el Boletín Oficial dos resoluciones tendientes a habilitar a Cablevisión -del holding Clarín- a que ingrese, de una vez, al negocio de la telefonía 4G. Permiso que, a su vez, beneficiará a las otras operadoras de telecomunicaciones que actúan en el mercado argentino.

Se trata de las resoluciones 1033 y 1034 que determinan encarar el proceso de recalificación de las bandas de 900 mhz y 2,5 Ghz, respectivamente, para que sean utilizadas para dar servicios de telefonía móvil. Hasta ahora sólo podían emplearse para dar servicios de internet fijo inalámbrico.

Estas bandas son las que había incorporado Cablevisión cuando, vía Nextel, adquirió el año pasado cinco empresas de telecomunicaciones. Fue la alternativa que encontró la compañía para lograr hacerse de espectro para telefonía móvil en 4G.

"Fue sorprendente por el momento (cuando Macri estaba a horas de tomarse el avión a España) y porque no queda claro si fue un gesto de demostración de poder o un error", admitió una fuente cercana al sector.

En los textos publicados en el Boletín Oficial volvió a ratificarse que el procedimiento de reatribución de frecuencias (refarming en la jerga más techie) será acompañado por un proceso de compensación económica. En otras palabras, que aquellas empresas que soliciten tal recalificación deberán pagar por ello. El valor lo estipulará el Enacom.

Con estas resoluciones se abre la puerta no sólo a Cablevisión para que solicite la recalificación de las frecuencias de 900 mhz y 2,5 Ghz en su poder sino también la chance de que otras compañías soliciten asignación de bandas a demanda.

En otras palabras, el juego se abre pero no sólo para la empresa del Grupo Clarín sino para todas las jugadoras del mercado. Si una operadora tiene espectro en algunas de esas frecuencias, podrá pedir la reatribución. Y si el Estado tiene en su poder espectro en algunas de estas bandas, las compañías podrán pedir que se les asigne porciones en ellas. Y el regulador evaluará las solicitudes.

Inversiones en riesgo

Por lo pronto, Telefónica sostiene que los decretos, resoluciones y reglamentaciones que se vienen firmando desde fines de 2015 benefician a los cableoperadores, con Cablevisión, del grupo Clarín, a la cabeza.

Esto ocurre a pesar de que el decreto 1340/2016:

- Habilitó con fecha precisa a las empresas de telefonía a ingresar en el mercado de TV paga a partir de 2018

- Aseguró futuras adjudicaciones de espectro en bandas sobre las que Telefónica también ya manifestó su interés: la de 2,5 Ghz y de 900 Mhz

- Otorgó exclusividad de explotación sobre las nuevas redes durante 15 años

Es decir, la preocupación de Telefónica se intensificó pese a que varias de las demandas planteadas al Gobierno fueron incluidas en varios de los decretos y resoluciones que rigen para el sector.

Cambio de reglas

Cambiemos inauguró su era con una modificación normativa que ha marcado un antes y un después en el sector "telco", y a partir del cual se dieron los primeros pasos orientados a dotar de mayor competencia al mercado.

Además, se dio luz verde para que las empresas avancen hacia la convergencia. Es decir, que los distintos players tengan la chance de brindar todos los servicios a través de las distintas redes.

Como parte de esa iniciativa se estableció, por ejemplo, que las compañías telefónicas podrán ingresar en el negocio de la TV por cable. Aunque en una primera instancia no se dieron precisiones en cuanto a la fecha, sí se estableció que ocurriría en 2018.