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La postal de reclamos contrastó con el llamado al "diálogo" que hizo el Gobierno en la jornada. Bullrich denunció un intento de generar "ingobernabilidad" 
16/03/2017 - 11:27hs

El Gobierno vivió este miércoles una nueva jornada de conflictos que complicaron el tránsito y sumaron grietas al escenario de paz social que intenta recuperar la Casa Rosada, en medio de fuertes tensiones con la CGT y los maestros.

De todas formas, la jornada terminó mejor de lo que en los papeles podía parecer: tras un acuerdo para mejorar la ayuda a las organizaciones, hubo señales de distensión y la situación se empezó a despejar después del mediodía, con la suspensión de protestas previstas para la tarde y el levante de "acampes" en diversos puntos de la ciudad.

La solución apareció cuando funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social se comprometieron a avanzar rápidamente en medidas ya acordadas el año pasado, cuando se había aprobado la Ley de Emergencia Social. Implica una mejora en los planes de empleo, la intensificación de la asistencia en los barrios marginales y la incorporación de más beneficiarios al "salario social complementario".

La agenda del "triunvirato"

El clima de protesta se había formado por la combinación de dos planes de lucha. Por un lado, el acampe en la 9 de julio de los movimientos sociales de izquierda (FOL y Polo Obrero) para denunciar la baja de planes y exigir un aumento de la cantidad de beneficiarios a las cooperativas Argentina Trabaja.

Por otro lado, las medidas encabezadas por el "triunvirato piquetero" para exigir el cumplimiento de la Ley de Emergencia Social, aprobada en diciembre tras movilizarse junto a la CGT. Se trata de la CTEP, organización que agrupa al Movimiento Evita, la CCC y Barrios de Pie.

El resultado de ese mix fue el bloqueo de 14 puntos de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, accesos y vías, y más de 200 en todo el país. Una medida que hasta ahora el Gobierno había evitado con su acercamiento a Emilio Pérsico, líder del Evita y ex funcionario K.

La postal de reclamos contrastó con el llamado al "diálogo" que hicieron durante la jornada el Presidente, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la gobernadora bonaerense María, Eugenia Vidal, en conferencias de prensa por separado.

Sin embargo, los funcionarios también dieron a entender que la conflictividad tendría una intencionalidad política. Un mensaje que apunta a vincular los movimientos de la CGT, los maestros y los movimientos sociales, con la oposición y las elecciones.

"(Emilio) Pérsico llega a fin de mes siete veces, no una. Ese no es el problema. Lo que se busca es poner al Gobierno en una situación de ingobernabilidad", dijo Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación.

Así se refirió al dirigente del Movimiento Evita, que integra la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). El triunvirato se sumó este jueves a la "jornada nacional de lucha con manifestaciones y ollas populares" iniciada el martes por los movimientos sociales de izquierda.

Una de las principales concentraciones se registró en la intersección de las avenidas Callao y Corrientes. También hubo otras en Panamericana y 197, Acceso Oeste, y en el Puente Pueyrredón, donde se vivieron momentos de tensión entre la policía y los manifestantes.

En declaraciones radiales, Bullrich admitió que "hay una situación social", pero dijo que "es atendida" y que si alguien "la pasa mal con este Gobierno, tiene la posibilidad de sentarse en la mesa" y recibir ayuda. Por ello, insistió con motivaciones políticas detrás de la protesta.

"Permanentemente hay una situación de querer poner al Gobierno en jaque. Los que crean que esto es una batalla social están poniendo el ojo en un lugar distinto. Estas organizaciones tienen claramente un sentido político. Pérsico, [Daniel] Menéndez, todos [fueron] miembros activos del anterior gobierno", sostuvo la funcionaria.

ReclamosAun con ese contexto de "guerra de declaraciones", la jornada tuvo señales de distensión que llevaron a una paulatina normalización del tránsito. El momento más caótico fue en la mañana temprano, cuando además de los cortes en el centro hubo piquetes en los accesos.

Barrios de Pie había estimado en "más de mil" los cortes de tránsito durante la jornada en reclamo de la aplicación de la Ley de Emergencia Social y contra el "ajuste del Gobierno".

Así lo afirmó el coordinador nacional de esa organización, Daniel Menéndez, quien además dijo que las agrupaciones buscarían que la protesta fuera "multitudinaria" para "expresar las dificultades de los comedores populares como consecuencia de política económica" de la administración central.

Recién pasado el mediodía, el tránsito comenzó a regularizarse luego de que los movimientos de izquierda levantaron la protesta, que habían iniciado el martes con un acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social y que trasladaron el miércoles a una sede de la cartera de Trabajo.

Las agrupaciones anunciaron que se retiraron de la vía pública debido a que el gobierno nacional admitió sumar 2.000 personas al plan. "Acordamos que se regularizarán los planes que no se venían pagando desde hacía dos meses y la incorporación de una nueva tanda de familias al Argentina Trabaja", dijo Marianela Navarro, del FOL.

En tanto, el referente de la CTEP y uno de los organizadores de las ollas populares que se llevaron a cabo este miércoles, Juan Grabois, denunció que aún "no se erogó ni un solo centavo" de la Ley de Emergencia Social aprobada casi por unanimidad en diciembre último y señaló que la demanda de las organizaciones piqueteras es para que "se cumpla".

Al respecto, sostuvo que "alguien" en el Gobierno, "no le deja ejecutar" las partidas a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Grabois es, además, consultor del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral de la Iglesia y un dirigente social cercano al papa Francisco.

"Estamos reclamando que se aplique una política pública que se aprobó por Ley, que es la Emergencia Social, que establece un determinado presupuesto para luchar contra la indigencia", clarificó Grabois por radio Mitre.

Según el dirigente, "de esa partida, no se erogó ni un solo centavo de las partidas presupuestarias y con eso, podríamos reducir la indigencia en más de 600 mil personas y mejorar incluso los índices de hace 16 ó 17 meses".

Al respecto, Grabois añadió que "hay un crecimiento alarmante de la indigencia en la Argentina", lo que calificó como "un problema gravísimo". "El reclamo es que esa Ley de lucha contra la indigencia se cumpla. Estamos en una situación de emergencia social donde hay cientos de miles de pibes que no toman la leche todas las mañanas", explicó.

Grabois, quien señaló que "no" era kirchnerista, aseguró también que "nos cansamos de protestar frente al ministro (Carlos) Tomada y la ministra Alicia Kirchner y lejos de mejorar, todo empeoró. ¿Y cuál es la responsabilidad de eso? Evidentemente no es de Carolina Stanley. Alguien no le deja ejecutar las partidas", refirió.

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