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Lo componen los impuestos y los honorarios de escribano e inmobiliaria                                                                        
21/03/2017 - 12:50hs

La iniciativa del Gobierno de impulsar una serie de líneas de créditos hipotecarios es una gran noticia para inversores, constructoras y para aquellos que quieren acceder a una vivienda.

No obstante, los compradores deben tener en cuenta los impuestos y los costos que acarrean el acto de escrituración de un inmueble.

Los honorarios profesionales del agente inmobiliario que interviene son conocidos de antemano por los propietarios y compradores, pero los impuestos y costos de escrituración, que son más elevados, no siempre son calculados con anticipación.

"Esto ocurre muy seguido, ya que durante el proceso de venta de una propiedad, el foco está puesto en un principio en el precio del inmueble, luego en la negociación y finalmente cuando se culmina la operación, en los costos de la escritura", explica Francisco Villamayor, director de Bresson Brokers.

En la actualidad, el vendedor de un inmueble en la Ciudad de Buenos Aires tiene impuestos y gastos aproximados de escrituración por un 4,3% de su valor, mientas que el comprador tiene tasas por un 4,5% del precio del activo.

El vendedor paga el 1,5% de Impuesto a la Transferencia Inmobiliaria (ITI), siempre y cuando no sea vivienda única, el 1,8% de Impuesto de Sellos y el 1% de gastos de Escribanía.

Esto suma un total aproximado de 4,3% sobre el valor de venta de la propiedad. El comprador debe hacerse cargo de un 2% de honorarios del escribano (este monto puede variar); el 0,6% de otros gastos de escrituración y 1,8% de Impuesto de Sellos. Estos montos, se suman a los honorarios profesionales de la inmobiliaria, que rondarán el 2% del valor de la venta y el 4% del de compra.

"Además de los beneficios de mudarse a una vivienda más adecuada, desde un punto de vista económico, con excepción de algunos períodos puntuales en la historia argentina, los inmuebles se han capitalizado de forma constante y cualquier adquisición realizada termina resultando un buen negocio en el mediano y largo plazo. En los últimos diez años por ejemplo, las propiedades han aumentado un 60% su valor, mientas que en la década anterior lo habían hecho en un 20% y en la década del noventa en un 175%", indica el especialista.