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La brecha oculta entre los sexos: por cada $100 que gana una mujer en Argentina, un hombre percibe $206

Así lo indica un estudio de Accenture que asegura que, si persiste el ritmo de los últimos años, la diferencia salarial se cerraría recién en el año 2105
30/03/2017 - 10:38hs
La brecha oculta entre los sexos: por cada $100 que gana una mujer en Argentina, un hombre percibe $206

Las mujeres constituyen un recurso vital para satisfacer la demanda global del talento, pero pese a esto siguen estando mal representadas en la fuerza laboral y continúan ganando menos que sus compañeros hombres. 

Según un estudio dado a conocer este miércoles por la consultora de innovación y tecnología Accenture, en el mundo un varón gana u$s140 por cada u$s100 que percibe una mujer, en el promedio total de la economía formal.

En la Argentina la diferencia es menor pero aún es alta. Los hombres son compensados con $135 por cada $100 que gana el promedio de las argentinas.

Como suele suceder, ese panorama es más optimista si no se incluyen las diferencias que se dan también en la economía informal, en donde se desempeña un gran número de trabajadoras.

Por eso esta vez Accenture quiso ir un paso más allá y diseñó un modelo que mide también el impacto de lo que titularon "brecha salarial oculta" y que tiene que ver sumar a las estadísticas las tareas y los aportes valiosos para la sociedad que realizan típicamente las mujeres y que no son remunerados económicamente.

Este modelo fue diseñado Tomás Castagnino, Senior Principal Thought Leadership Research de Accenture en Argentina, quien lideró el trabajo a nivel global. Si se toman en cuenta las tareas que generan valor para la sociedad y no son remuneradas, la brecha se amplía a nivel global, de manera que los hombres ganan u$s258 por cada u$s100 que recibe la mujer.

En la Argentina la brecha queda así en $206 por cada $100. Esto presentaría, a primera vista, un panorama más alentador para las trabajadoras locales. Pero las primeras impresiones engañan.

"Argentina de hecho está cuarto desde el fondo de la tabla hacia arriba" en materia de brecha salarial, dijo Castagnino al presentar los resultados del estudio en las oficinas de Accenture en Buenos Aires.

Para desarrollar la encuesta se entrevistó a más de 28.000 personas de tres generaciones, en 29 países. Los mercados nórdicos son los que lideraron el ranking, aunque como destacó Castagnino, también allí hay una importante brecha salarial.

Explicó que el fenómeno se da en todo el mundo, y también trasciende las generaciones. Se podría pensar que con los "Millennials" ciertas cuestiones tienden a equipararse, pero no es así.

Según el ejecutivo de Accenture Argentina, "si bien los datos que tenemos son el promedio entre el total de hombres y el total de mujeres, cuando se avanza en la carrera profesional se ve que la brecha se amplía. En un momento las mujeres, por algún motivo, se quedan". Tres áreas clave

En los últimos años existieron mejoras leves en pos de lograr mayor equidad, pero a este ritmo, según calculó la consultora, la brecha salarial real que existe en la Argentina se cerraría recién en el año 2105.

Ante este panorama, en Accenture proponen intervenir en tres factores que identifican como claves para acelerar esa llegada a la igualdad. Según postula la consultora, la diferencia en materia de empleabilidad y salario se relaciona directamente al conocimiento tecnológico, la fluidez digital y la planificación estratégica de las carreras de las mujeres.

Operar sobre estas variables, aseguran, es la vía para "inclinar la cancha" de manera que la brecha en Argentina pueda cerrarse efectivamente en el año 2045.

La fluidez digital es la habilidad que las personas tienen para manejarse en el entorno de la tecnología, una habilidad cada vez más necesaria para la inserción laboral, en un mundo en el que el reemplazo de mano de obra humana por robots e inteligencia artifical "ya no es ciencia ficción ni está tan lejos en el tiempo", advirtió Alejandra Ferraro, líder de Recursos Humanos de Accenture en Latinoamérica.

"Evaluamos los logros de carrera de los encuestados y, si bien es cierto que las mujeres rankean por debajo de los hombres en promedio en este punto, esa brecha se cierra a medida que es mayor su fluidez digital", añadió Castagnino.

En el segundo factor, la estrategia de carrera, los dos expertos de la consultora remarcaron la importancia de contar con un mentor que guíe e inspire a tomar decisiones acertadas.

El estudio reveló que las trabajadoras que cuentan con un mentor tienen un 8% más de chances de trabajar en una industria bien paga o 19% más de oportunidades de obtener un salario mayor al promedio. 

En este marco, también la elección de carreras STEM (por sus siglas en inglés, las profesiones vinculadas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) eleva un 19% la posibilidad de conseguir un puesto laboral bien remunerado, de la misma manera que cierto nivel de experiencia en tecnología puede significar un salario por hora 19% más alto.

Esto refiere al último factor que "inclina la cancha" en materia de oportunidades desiguales de género, el conocimiento tecnológico.

En Accenture, contó Ferrero, el objetivo es llegar a ser la compañía más diversa del mundo, y por lo tanto -si bien no solo se contemplan temas de género- se puso el foco en subsanar algunas de estas diferencias tanto en su fuerza de trabajo como a la hora de seleccionar nuevos empleados.

Por ejemplo, a las "academias" corporativas de capacitación sumaron ahora algunas exclusivas para mujeres, por el objetivo de llegar a la cantidad meta de empleadas.

Y además de tener equidad de retribución, algo que a la empresa le genera mucho orgullo, también se crearon "talleres de sesgos" para eliminar cualquier prejuicio que pueda existir en los reclutadores de la compañía. Cuestión cultural

El factor cultural y los prejuicios, reconocen en Accenture, es el último enemigo a vencer. Ferrero relató como a través de las distintas actividades que realiza en nombre de la consultora se topó, por ejemplo, con adolescentes que no consideraban que una joven podía tener las habilidades necesarias para emprender exitosamente una carrera STEM.

"También es cierto que muchas mujeres son más pudorosas que los hombres a la hora de pedirle a alguien que sea su mentor, y nosotros las alentamos a que usen el programa de mentoreo y a que entiendan que éste cumple un rol distinto que el supervisor en torno a la estrategia de carrera, sobre todo en etapas tempranas", continuó la líder de Recursos Humanos.

Las mujeres también son, confesó Ferraro, más reticentes a pedir un puesto que está vacante si no se lo ofrecen directamente, o a postularse para el mismo si no tienen el 100% de las "skills" requeridas.

"Se produce así un círculo vicioso por el cual la mujer no se postula y su supervisor no se lo ofrece por temor a que no lo desee, a que por tener familia le va a restar tiempo para ello, etc.", sentenció la ejecutiva.

Castagnino se encuentra con los mismos prejuicios entre las jóvenes adolescentes. Al conducir el estudio global notó que la mayoría de ellas temían estudiar carreras STEM por considerarlas "un mundo muy masculino donde no iban a tener amigas".

Esto es un problema -sobre todo ante la escasez de talento que podría subsanarse con profesionales mujeres- si se consideran las siguientes conclusiones del estudio:

Fluidez digital: el alcance con el cual la gente utiliza tecnologías digitales para conectar, aprender y trabajar, puede reducir la brecha salarial un 21%.

Estrategia de carrera: la necesidad de que las mujeres apunten alto, elijan en base a buenainformación y gestionen sus carreras de manera proactiva. Puede reducir la brecha salarial un 9%.

Inmersión tecnológica: la oportunidad de que las mujeres adquieran mayores conocimientos tecnológicos y aptitudes digitales más sólidas para avanzar con la misma velocidad que los hombres. Puede reducir la brecha salarial un 5%.

En la Argentina, pero también en el mundo, "las carreras STEM tienen mal marketing", concluyó el líder argentino del relevamiento.

En la actualidad, nuevos estudios realizados por Accenture revelan que las estudiantes universitarias de los mercados desarrollados podrían ser la primera generación en la historia en presenciar el cierre de la brecha salarial entre hombres y mujeres durante su vida profesional-si esta Promoción 2020 elige estratégicamente y obtiene más conocimientos digitales y si las empresas, los gobiernos y los académicos brindan un apoyo esencial.

"Tenemos ya una dirección, sabemos lo que hay que hacer, ahora es cuestión de ponerse de acuerdo sobre qué hace cada uno" de los actores involucrados, cerró Castagnino.