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"Nos dejaron una provincia quebrada", dijo la mandataria y apuntó contra Peralta, quien fue aliado del FpV hasta que la ex ministra ganó las elecciones
11/04/2017 - 15:33hs

Tras la masiva marcha contra el gobierno de Alicia Kirchner en Santa Cruz para reclamar por educación, salud y justicia, la mandataria intentó desligarse de la crisis que sufre el distrito patagónico.

"No es fácil la situación, nos dejaron una provincia quebrada, pero estamos haciendo lo posible imposible para sacarla adelante".

De esta manera, la cuñada de la ex presidenta culpó a su anetcesor, Daniel Peralta, quien fue aliado del Frente para la Victoria hasta que la ex ministra de Desarrollo Social ganó las elecciones. Ahora se presenta como una "alternativa" al oficialismo local y a Cambiemos con su frente "Santa Cruz Somos Todos".

Lo cierto es que Alicia K y Peralta siempre tuvieron una pésima relación pero fue morigerada durante un tiempo porque ambos estaban bajo el mismo paraguas nacional. Hasta que el año pasado la disputa por la gobernación de Santa Cruz los enfrentó. 

"Tenemos un ahogo financiero y los ingresos vienen por goteo", expresó la gobernadora este martes señalando a la gestión de Mauricio Macri como otro de los culpables de la situación crítica del distrito patagónico.

En ese sentido, en declaraciones a Radio 10,  afirmó estar "sufriendo las consecuencias de lo que pasa a nivel nacional".

Asimismo aseguró que los recursos de la provincia de Santa Cruz son limitados y están determinados por recursos como las regalías petroleras.

Entre los inconvenientes que debe enfrentar la provincia enumeró un déficit de $6.000 millones, la disminución en un 86% en la obra pública, y la eliminación de reembolsos por puertos patagónicos.

"Es cierto que tenemos problemas pero sobre la provincia hay una mirada mediática porque cuestionar y descalificar es muy fácil. Los que tiene mucho para decir de los demás tienen poco para decir de si mismos", señaló.

Kirchner denunció una oposición obstructiva que cuestiona y descalifica de manera permanente y se niega al diálogo impidiendo un avance.

"La parálisis de las obras públicas nacionales repercute fuertemente en la actividad de la provincia. Han podado la perspectiva de crecimiento porque la patagonia ha tenido doce años de reparación histórica pero no son suficientes para los años de postergación", expresó.