El Gobierno buscará  relanzar esta semana su relación con los empresarios más poderosos del país cuando el presidente Mauricio Macri y sus principales ministros se vean cara a cara con los sectores que respaldaron las principales medidas del inicio de su gestión pero que se distanciaron ante la falta de respuestas a los reclamos por la pérdida de competitividad, la alta presión tributaria, la apertura de las importaciones y la caída del consumo interno.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, participará de una charla junto a los integrantes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

En el almuerzo, se hará un repaso sobre la situación económica actual, con una mirada de positiva expectativa de parte del funcionario, quien afirmó en los últimos días que “se pone en marcha un círculo virtuoso que en la Argentina no funcionaba desde hace mucho tiempo”.

El funcionario afirmó que habrá beneficios a partir de “tener una economía ordenada, pujante y que crezca”.

“El sector manufacturero es uno de los sectores a los cuáles más les está costando, sobre todo por la recesión en Brasil. La ha afectado mucho más que al resto de los sectores. Una economía ordenada, con menor inflación, va a generar seguramente una expansión”, enfatizó.

Del otro lado, los dueños de las empresas más poderosas del país, como Luis Pagani de Arcor, Aldo Roggio (Grupo Roggio), Cristiano Ratazzi (FCA Argentina) y Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), entre otros, pondrán énfasis en la necesidad de contar con una reforma fiscal que reduzca la presión impositiva.

El pedido es para adelantar el proyecto de ley que el Gobierno trazó para el año próximo.

Por su parte, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, visitará a los industriales de la UIA para contener un clima de mayor preocupación, debido a que en la central fabril conviven grandes empresas y pymes, todas afectadas por la caída del consumo y la apertura de las importaciones.

Allí, el funcionario buscará distender los reclamos con la presentación de un plan a mediano y largo plazo, algo que ven ausente los dueños de las fábricas.

El tendido de puentes con el sector privado seguirá el jueves cuando a las 15.00 el propio Macri reciba a Miguel Acevedo, que asistirá a un encuentro con su mesa chica.

Será la formalidad para una foto que le dé expectativas positivas a la relación con el sector fabril, a quien una parte del Gobierno acusó de ser eje de la inflación en el país.

Desde el Ejecutivo habrá reclamos también para los empresarios. En Casa Rosada se quejaron por la “falta de compromiso” de parte de los industriales con el cuidado de los precios en góndola, la ausencia de un plan de reconversión de sectores que “no se adaptan” a los nuevos conceptos del mercado, todo resumido en un pedido: “tienen que invertir”, según afirma BAE.

Lo cierto es que habrá un choque de realidades. Mientras el Gobierno afirmó que se recuperaron puestos de trabajo, los empresarios advirtieron que 2017 no será un año de crecimiento del empleo sino de “mantener los lugares a pesar de la crisis”.