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La nueva futura compañía también abre chances de que se produzcan eventuales compras en el mercado. Aunque todo estará sujeto al rol de los reguladores
20/07/2017 - 16:02hs

La bolilla comenzó a rodar. Arrancó una nueva etapa para el sector de las telecomunicaciones y las principales compañías ultiman sus apuestas. 

Es cierto que el anuncio de la fusión entre Cablevisión y Telecom sacudió a muchas de ellas, y al mercado en su conjunto. Incluso, antes de los tiempos previstos. 

De ahora en más, las firmas que quieran seguir participando tendrán que poner muchas fichas, con todo el riesgo que ello implica, si es que quieren sacar rédito del nuevo contexto. 

Caso contrario, verán acrecentadas sus chances de perder, ya que las nuevas tecnologías y modalidades de consumo avanzan a pasos muy acelerados.

En lo que respecta a la jugada de Cablevisión, en el sector no hay dudas de que la operación contará con el aval del Gobierno, a través de sus dos organismos regulatorios: el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), y  la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD).

El primero está a cargo de Miguel de Godoy. El segundo viene siendo conducido por Esteban Greco. 

Por lo pronto, los referentes de esta actividad coinciden en afirmar que la transacción se aprobará pero con condiciones

En cuanto a los topes de espectro existentes, ese límite hoy es de 140 Mhz, si bien el ahora ex ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, confirmó a iProfesional que subirá a entre 180 Mhz y 200 Mhz. 

La futura nueva empresa (Cablevisión-Telecom) podría superar ese límite y estaría obligada a devolver bandas. 

Tal situación ya tiene antecedentes en Argentina, cuando en 2004 se produjo la fusión Unifón-Movicom, y es de prever que no genere mayores inconvenientes.

El acuerdo entre ambas empresas deberá contar con el aval de Defensa de la Competencia, que tendrá que analizar minuciosamente cómo afectará a todos los segmentos del mercado.

Por lo pronto, la penetración de Cablevisión + Telecom en cada segmento es la siguiente:

- En banda ancha, alcanzará el 55% de participación

- En telefonía móvil quedará en torno al 33% del share

- En telefonía fija permanecerá estable (cerca del 50%)

- En televisión paga, rondará el 40%

El segmento de banda ancha será aquel que obligue a las autoridades a tomar las decisiones más relevantes y polémicas

No sólo porque los ojos de empresarios, analistas y de buena parte de la sociedad estarán puestos en él. También, para que quede garantizado el "juego limpio" y que los consumidores reciban un servicio de mejor calidad al actual y acorde a los precios que pagan. 

Habrá casi dos meses para estudiar las estrategias futuras. Las asambleas de ambas compañías se darán cita a fines de agosto y se descuenta que, cada una por su lado, aprobará el acuerdo previo de fusión

Concretado este paso, el análisis pasará a los entes regulatorios. La CNCD puede conocer el acuerdo definitivo hasta siete días después de ocurrido.

"La fusión obligará a analizar los límites de espectro, la banda ancha fija, la relación entre contenidos y redes de distribución y los contenidos en exclusividad. Todo eso deberá inspeccionarlo Defensa de la Competencia", anticipó a iProfesional un experto del sector "telco".

Por lo pronto, lo vinculado al ítem "contenidos" será un tema clave a evaluar, habida cuenta de las controversias y pasiones iracundas que genera el Grupo Clarín en la Argentina.

Desde principios de año, Cablevisión actúa como empresa escindida del multimedios, pero eso no quita que se tejan infinidad de especulaciones, ya por el sólo hecho de que ambas poseen los mismos accionistas

Por lo pronto, será el Estado el que deba marcarle a Cablevisión el terreno en el que deberá desenvolverse, con todo lo que eso implica.

Hagan sus apuestasEn relación con las movidas que se dan sobre el paño verde, el Gobierno será el encargado de echar a rodar la bolilla y de cantar "no va más" en el momento justo.

¿Qué hay de los players? ¿Jugarán todos o algunos preferirán observar?

De cara a lo que viene en materia tecnológica, a las nuevas modalidades y hábitos de consumo, pareciera que no les quedará otra que hacer sus apuestas (y muy grandes por cierto).

Si bien resta ver qué movimientos hará cada uno, ya se van planteando varios tipos de escenarios, algunos precisos, otros más especulativos. 

El hecho de que se dé por descontada la fusión Cablevisión-Telecom abre un primer interrogante: ¿qué harán las demás firmas, como Telefónica, Claro, Supercanal, Telecentro, DirecTV, entre otras?

Por lo pronto, Carlos Slim, dueño de América Móvil, propiedad de Claro, habría mantenido un encuentro con Alberto Pierri, su par en la local Telecentro

El argentino habría valuado su compañía en u$s500 millones. La cifra parece exagerada, si se tiene en cuenta que David Martínez, dueño de Fintech, pagó u$s968 millones por la participación que adquirió de Telecom Italia.

En el comparativo, Telecom Argentina ostenta más de 4 millones de clientes de telefonía fija, 20 millones de abonados móviles y 1,8 millón de banda ancha. Es decir, alcance en todo el país, al menos desde lo móvil.

Telecentro, en cambio, posee cerca de 500.000 abonados, concentrados en parte de la Capital y en parte del GBA, de acuerdo a los datos que se manejan en el mercado. 

Esto se traduce en un costo de u$s833 por cliente, cifra muy elevada si se tiene en cuenta que en la Argentina la inversión en telecomunicaciones acumulada ronda los u$s400 por habitante, de acuerdo con un estudio de la consultora especializada Ovum.

El único país que se arrima a esa cifra por abonado es Chile, que lidera la región, con unos u$s800. Pero lo cierto es que, a nivel local, se está aún muy lejos de contar con un mercado abierto, ordenado y movilizador de nuevas apuestas como el trasandino.

Jugadores sin etiquetaSlim quiere contar con una red de mejor alcance. Esta es una condición que impone para jugar fuerte en estas épocas de convergencia telco en Argentina. 

Pierri sabe de las necesidades de los grandes players y quiere sacar la mejor tajada. Más aun, porque la suya es una compañía ordenada. Algo que, pareciera, no ocurre con Supercanal, de Vila-Manzano.

Esta última también suele estar en la mira de las compañías que quieren tener una llegada directa a los hogares. Su área de influencia directa se concentra en Mendoza, pero también extiende su alcance a Cuyo, parte del oeste argentino y Córdoba. Contaría con otro medio millón de clientes.

El problema con la firma cuyana es el desorden, un aspecto que es mirado muy de cerca por los potenciales inversores.

DirectTV es otra que deberá ver cómo encara sus apuestas. Sobre esta compañía se tejen todo tipo de versiones. 

Una de ellas es que podría avanzar en un acuerdo con Telefónica. Una jugada de este tipo -similar a la de Telecom-Cablevisión- beneficiaría a ambas firmas en su batalla contra el Grupo Clarín. 

En lo que se refiere al rubro satelital, la competencia brilla por su ausencia, ya que DirecTV ostenta el monopolio tecnológico de este servicio por aire. 

Y si bien no puede brindar Internet, cuenta con un permiso provisorio para probar distintas tecnologías de conectividad: satélite en banda KA en la zona de Azul y Olavarría, LTE en Córdoba, y fibra óptica en Mendoza.

Telefónica y Claro, en tanto, elevaron sus reclamos al Gobierno para que les permita entrar en el negocio de la TV paga por satélite. 

El saliente ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, deslizó que podría haber una chance de habilitarlas, posibilidad que también fue señalada a iProfesional por una importante fuente del mercado. Sin embargo, esta incursión no sería tan sencilla, al menos en lo inmediato. 

Para estos jugadores, habilitar el satélite les permitiría tener más equilibrado el mercado en relación al inicio de la competencia. Algunos expertos descreen de que esto pueda ocurrir. 

Si el objetivo del Gobierno es que las “telcos” inviertan en infraestructura, habilitarles el satélite echaría por tierra esa chance. Pero permitirles esa posibilidad equilibraría más el mercado. Y esa condición es necesaria para que todos hagan sus apuestas más fuertes. En otras palabras, para que hagan las inversiones más grandes

Los que esperanAlrededor de la ruleta hay otros apostadores, por cierto, más pequeños

Se trata de los operadores independientes. Es decir, de las cooperativas de telecomunicaciones que esperan para ingresar en el negocio de la telefonía móvil hace ya más de una década.

El Enacom podría abrirles el juego. Hasta ahora, y de acuerdo con lo asegurado en reiteradas oportunidades por fuentes oficiales, esto finalmente ocurrirá

Tanto la Red Intercable, que anticipó un acuerdo con Nextel para ser su Operador Móvil Virtual (OMV), como la asociación entre las cámaras CABASE, CATEL y CATIP, están realizando los trámites pertinentes para obtener la licencia.

Este aval oficial les daría la chance de brindar servicios convergentes en localidades más pequeñas, lo que beneficiará a usuarios de esas zonas que no son bien atendidos por las grandes compañías.

Las decisiones que se vayan a tomar de ahora en más abrirán el juego, habilitará a más players y promoverá una mayor cantidad de apuestas. 

Si no se tienen presente todos los factores, con sus respectivos límites, la concentración perjudicará a los usuarios y no habrá nuevas inversiones, como espera el Gobierno. 

Por lo pronto, resta esperar en qué momento caerá el "no va más".