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Los espectadores tendrán que aportar aportar datos de tarjeta de crédito como método de verificación, de la misma forma que se hace en sitios de apuestas
18/07/2017 - 14:53hs

En abril de 2018 los británicos tendrán que demostrar ser mayores de 18 años para visitar sitios web pornográficos de acuerdo con una nueva normativa enarbolada por el gobierno de la primera ministra Theresa May.

Los ciudadanos del Reino Unido tendrán que aportar aportar datos de su tarjeta de crédito como método de verificación, de la misma forma que se hace en los sitios web de apuestas en el país.

Según la BBC, no está definido todavía cuál será el cuerpo burocrático encargado de gestionar y aplicar estas nuevas medidas, aunque se especula que sea el Consejo Británico de Clasificación de Películas (BBFC). Una organización independiente que ya se encarga de clasificar por edades las películas y videojuegos distribuidos en el país.

Tampoco está por ver cómo afectará la nueva norma a sitios web no alojados en Reino Unido, y si se decidirá cortar el acceso desde operadores de telecomunicaciones británicos a esos dominios en caso de que no instauren las medidas solicitadas por el gobierno.

Tampoco trascendió una decisión sobre cómo clasificar a los sitios web que no son pornográficos pero que en ocasiones pueden contener pornografía diseminada entre su contenido, como redes sociales, foros o plataformas de mensajería.

El gobierno de May presentó esta propuesta legislativa en febrero de 2016, contemplando sanciones para las páginas web pornográficas que no actualicen sus sistemas para evitar el acceso de menores de 18 años. Las multas podrían ascender, según la legislación original a más de 320.000 euros.

En ese momento, la secretaria de Estado de seguridad en Internet Joanna Shields, aseguró que según un estudio elaborado en mayo de 2015, uno de cada cinco menores británicos accedía a “portales de pornografía o violencia extrema”. Para menores de 14 años, la cifra se reducía del 20% al 13%.

Peter Wanless, del NSPCC, la Sociedad Nacional para la Prevención de Crueldad a los Niños, una ONG británica, aseguró que “las empresas que producen y se lucran de este material tienen la responsabilidad de ofrecer a los niños la misma protección de la que gozan fuera de internet”.

Will Gardner, de la entidad Childnet, otra ONG centrada en menores afirmaba que “pasos similares ayudan a restringir el acceso, y sumado a controles parentales y añadidos educativos, serán claves”.