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Un grupo inversor europeo negocia con el Arzobispado porteño, administrador del edificio de la calle Bouchard, por su compra. Mantendrían sus fachadas
19/08/2017 - 14:30hs

El Arzobispado de Buenos Aires, administrador del mítico estadio Luna Park, ubicado en las calles Corrientes y Bouchard, quiere venderlo luego de que un grupo inversor europeo entablara negociaciones con sus actuales dueños.

El grupo inversor planea construir un edificio de oficinas y el valor de venta podría llegar a los u$s45 millones, calculados tomando el valor de incidencia de u$s1.500 el metro cuadrado que rige en la zona del Bajo porteño. 

La operación va ligada a la venta de los últimos terrenos de Puerto Madero. Los desarrolladores aseguran que ésta será una nueva área de oficinas de la Ciudad, al estilo Catalinas, indicó el diario Perfil.

El plan apunta a erigir en ese predio un edificio de 30.000 metros cuadrados que tendría entre 15 y 20 pisos de altura. La cantidad de pisos se relaciona con la altura del CCK, límite de la edificación en alto vigente para esa parte de la Ciudad.

Pero más allá del proyecto en cuestión, éste deberá ser autorizado por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación. En 2007, el Luna Park fue declarado monumento histórico nacional, por lo que cualquier intervención o modificación en su estructura debe consensuarse con ese organismo.

Para sortear este escollo, los desarrolladores ya analizan dos alternativas. Una sería mantener en pie las cuatro fachadas del Luna Park, es decir, las de Corrientes, Bouchard, Lavalle y Madero, y levantar la torre en el centro.

La otra apunta a erigir el inmueble sobre la estructura del estadio. Además de ese permiso, la operación deberá contar con el visto bueno del Vaticano, dado que el Luna Park forma parte del patrimonio edilicio del Arzobispado de Buenos Aires.

En la actualidad, el Luna Park es poco rentable y obliga al Arzobispado a desembolsar dinero para mantener su funcionamiento, destacó el citado matutino.

Desde fines de 2013, la Iglesia católica administra el 100% del paquete accionario del Luna Park. Ernestina Devecchi, tía de Tito Lectoure y dueña de las acciones, legó el 95% de éstas mediante su testamento a Cáritas Argentina y a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco.

Pocos meses después de la muerte de Ernestina, el Arzobispado de Buenos Aires adquirió el 5% restante, que estaba en manos de la familia de Juan Carlos “Tito” Lectoure, representado por su sobrino Esteban Livera. 

Ernestina no tenía descendientes y falleció el 9 de febrero de 2013, tras una larga enfermedad.