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En una obra que recrea la fundación de Springfield, en Massachusetts, EE.UU., aparece un nativo americano sosteniendo algo que parece ser un teléfono móvil
25/08/2017 - 20:54hs

En Twitter siempre se bromea con que los Simpsons predijeron muchos de los acontecimientos noticiosos –y no tanto– que ocurren todos los días.

Pero ahora es un mural ubicado en las oficinas del correo estatal de Springfield (ciudad homónima a la de los dibujos animados), en Massachusetts, EE.UU., la que pronosticó hace 80 años la aparición del iPhone.

La obra se titula "Mister Pynchon y el asentamiento de Springfield" ('Mr. Pynchon and the Settling of Springfield') y fue instalada en 1937 por el pintor abstracto italiano Umberto Romano.

En la pintura, un personaje sostiene en la mano un objeto rectangular, con bordes redondeados y plateados, al cual observa como si estuviera mirando la pantalla de un teléfono.

"No está claro quién es este hombre, pero bien podría estar sacándose una selfie o estar revisando su muro", escribió Brian Anderson, el redactor del sitio Vice que descubrió este detalle.

El motivo de la obra es mostrar la creación en 1935 del asentamiento que se transformó posteriormente en la ciudad de Springfield.

Allí puede verse al colonizador inglés William Pynchon, fundador del asentamiento, rodeado por nativos americanos, uno de los cuales sostiene el iPhone, mientras que otro parece espiar lo que pasa en la pantalla del supuesto equipo.

Lamentablemente, el artista falleció en 1982, es decir, 25 años antes de que Steve Jobs presentara el teléfono que revolucionaría la industria móvil. Por lo tanto, no se sabe a ciencia cierta qué es lo que el personaje posee en la mano.

El sitio Vice consultó al historiador y escritor Daniel Crown, quien escribió un ensayo sobre William Pynchon en The Public Domain Review en 2015, para ver si podía ofrecer más información.

"Dada la escena enfocada en la fundación de Springfield, Romano, en una visión reduccionista, probablemente trató de capturar la introducción de la modernidad dentro de una comunidad curiosa, pero tecnológicamente precaria, que fue encantada instantáneamente por el tesoro de Pynchon repleto de objetos brillantes", relató el experto.

Por lo tanto, lo que sostiene el nativo americano no sería nada más que un espejo.