Soplan vientos de cambio en torno a la principal petrolera argentina.

El alejamiento de Ricardo Darré del cargo que en épocas "K" ocupara Miguel Galuccio, aceleró la decisión de la cúpula de YPF de avanzar con un plan de negocios que transforme a la compañía en un actor integral del rubro energético.

La prioridad, claro está, sigue siendo el desarrollo de las reservas no convencionales de Vaca Muerta, en Neuquén.

A ello responde la inclusión en la "mesa chica" de nombres como Pablo Bizzotto, quien desde esta semana se ocupa de motorizar las funciones que antes concentraba Darré.

No obstante, cada una de las acciones en esa zona de la Patagonia será revisada al máximo, ya que la actual administración ve a la austeridad como la principal guía a seguir para sostener la salud financiera de la compañía. 

En el sector, hoy día nadie duda en describir al "período Galuccio" como aquel marcado por el despilfarro de recursos y la nula rigurosidad en los balances.

En esta nueva etapa, el modelo elegido por los directivos es el asociativo. La última muestra ha sido el acuerdo firmado con Statoil -importante player energético con sede en Oslo, Noruega- para explorar, de forma conjunta, el bloque Bajo del Toro en la cuenca neuquina.

Ya en 2016, ambas habían alcanzado un convenio para realizar estudios técnicos a fin de mapear oportunidades de exploración en una amplia área del talud continental argentino.

A tono con esto, YPF acordó en julio con Pan American Energy (PAE), Total y Wintershall, trabajar de manera combinada en 72 pozos a desarrollar en cinco años. La iniciativa implicará un desembolso de hasta u$s1.150 millones.

Al mismo tiempo, la estatal también seguirá apostando fuerte a la extracción de hidrocarburos convencionales, y buena parte de su foco estará puesto en la actividad offshore. 

En lo que hace al primer aspecto, uno de los ejes de su plan será el de intensificar su ritmo productivo en provincias como Santa Cruz.

En ese territorio se encuentra muy cerca de alcanzar un acuerdo sindical para operar sin mayores contratiempos, como el rubricado con los gremios petroleros en Neuquén y Chubut.

"Con esta reorganización, YPF ingresa en una nueva etapa, con el foco puesto en la gestión operativa y de negocio. El actual equipo tiene como misión transformarla en una empresa de energía integral", indicaron a iProfesional desde la petrolera.

Las fuentes aseguraron que no se descuidará ningún frente: la compañía perseguirá buenos resultados hasta en el ámbito de la energía eléctrica.

Eficiencia y competitividad son los pilares básicos sobre los que ahora delinea su estrategia. "Hay que ser innovadores para encontrar soluciones para cada cuenca, que permitan viabilizar la actividad", indicaron desde la firma.

Los ejes de la nueva estrategia

Consultadas por este medio, fuentes de la estatal señalaron que YPF inició en 2016 un proceso de adecuación pensado para mejorar la performance financiera. 

Son varios los expertos en hidrocarburos que señalan infinidad de errores cometidos por la administración de Galuccio durante el kirchnerismo.

Además de inversiones desmedidas en áreas de dudosa riqueza, entre los petroleros predomina la idea de que la gestión anterior no tuvo un buen manejo económico-financiero.

En la actualidad, YPF está realizando una revisión profunda e integral de todos sus activos. En lo que respecta a los recursos no convencionales (Vaca Muerta), el camino elegido será el asociativo. 

Es decir, el de ir rubricando convenios con diferentes compañías para el desarrollo de varias zonas de forma mancomunada.

"Además de asociarnos con Chevron, Dow y Petronas, firmamos un convenio con Shell (u$s300 millones) y con Schlumberger (u$s390 millones)", destacó una fuente de la estatal.

"Lo hemos hecho además con Total, Wintershall y Pan American Energy (u$s1.150 millones). También, con Pampa (u$s150 millones) para el desarrollo de bloques no convencionales. Recientemente, pactamos con Statoil", completó.

Para lo que queda del año, YPF tiene en carpeta lanzar hasta 10 nuevos proyectos piloto para así ampliar la producción de gas natural. 

"Tenemos aún muchas oportunidades para asociarnos con capitales que quieran invertir en Vaca Muerta", dijeron fuentes a iProfesional.

En otro orden, señalaron que el cambio de timón mejoró hasta en un 23% la productividad sólo en el último año. 

Especificaron que la firma logró una notoria reducción de costos: pasó de un valor de desarrollo de u$s16,2 millones por pozo horizontal, a los actuales u$s8,1 millones.Apuesta energéticaEn simultáneo, la cúpula directiva pretende una participación activa y ampliada en sector energético: "Hemos incorporado a nuestro portfolio de proyectos la generación eléctrica y de energías renovables", confiaron las fuentes.

Así, apunta a convertirse en uno de las tres principales operadores del mercado eléctrico de la Argentina. 

"Hoy día contamos con tres proyectos en ejecución, en asociación con General Electric, por más de u$s550 millones. Y buscamos sumar un socio estratégico", informaron.

En este sentido, algunas de las apuestas comprenden:

1. Proyecto Loma Campana I (100 megavatios).

2. Loma Campana II (105 megavatios).

3. Tucumán - El Bracho (270).

4. Manantiales Behr.

El último caso (previa inversión de u$s180 millones), se trata de un parque eólico de 30 aerogeneradores de electricidad que contará con capacidad de entre 50 y 100 megavatios. 

En cuanto entre en funcionamiento, podrá abastecer incluso la operatoria de la misma YPF.

La exploración mar adentro también es parte de la nueva estrategia. Desde la empresa aseguraron a iProfesional que YPF "está desarrollando sísmica 3D del offshore argentino junto a Statoil".

La intención en este caso es evaluar el potencial para una posterior puesta en producción.Combustible, producto claveLa compañía seguirá teniendo a la venta de combustibles como su principal fuente de ingresos.

Durante la primera semana de agosto, notificó un resultado positivo neto de $272 millones en el segundo trimestre y una utilidad operativa de $3.466 millones en el mismo período.

Sus ingresos ordinarios totalizaron $60.000 millones entre abril y junio, mientras que el flujo de fondos operativo alcanzó los $13.000 millones.

"El aumento en los ingresos se explica principalmente por los mayores volúmenes en los principales productos. Especialmente en el mercado de naftas", indicaron desde la firma.

"También impactó el aumento en el precio promedio del gas, entre otras cosas, por el efecto positivo del Programa de Estímulo a la Inyección Excedente de Gas Natural sobre la producción incremental", añadieron.Tema a resolverUno de los principales ítems a resolver en esta etapa de redefiniciones, es la venta de Metrogas.

En la actualidad, YPF posee el 70% de las acciones de Gas Argentino (GASA), la controlante de esa empresa.

La distribuidora presta servicio a casi 2,2 millones de clientes de la Ciudad de Buenos Aires y abastece a 11 municipios del conurbano.

Para llevar a cabo dicha operación, que rondará los u$s700 millones, cerró contrato con Citigroup, cuya tarea será la de encontrar comprador.

En enero de este año, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) reclamó a las autoridades de la empresa que cumplieran con las leyes que impiden la integración vertical en el mercado gasífero, si bien no planteó plazos para concretar esa salida.

La petrolera, entonces, comunicó a la Comisión Nacional de Valores su disposición a "cumplir con la normativa vigente", aunque aclaró que "adoptará las acciones necesarias en defensa de sus intereses y los de sus accionistas".

La estatal también le busca destino a su participación en Profertil, la mayor productora de fertilizantes de la Argentina. Comparte con Agrium el control accionario de la firma de insumos para el agro.

Todo indica que la salida de la petrolera será rápida, antes de que concluya 2017. Tan rápida como los vientos de cambio que soplan sobre ella.