A más de 40 días de la desaparición del Santiago Maldonado comienzan a difundirse los primeras declaraciones de los gendarmes que participaron del operativo de desalojo contra la comunidad mapuche de la Pu Lof en Cushamen, Chubut, y salen a la luz las contradicciones entre los agentes de esa fuerza de seguridad.

Como parte de la investigación judicial, integrantes del escuadrón Esquel se presentaron para declarar ante el juez Guido Otranto, pero además el Gobierno le acercó al magistrado un informe sobre el interrogatorio interno que elaboró el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich.

En este documento figura la declaración del gendarme Neri Armando Robledo -que estana de licencia hasta la semana pasada-, donde confesó haberle pegado a un manifestante con un piedrazo entre la cabeza y el omóplato cuando lo perseguía cerca del río Chubut.

Pero también aparece otro integrante de la fuerza que aseguró haber disparado con balas de goma en ese mismo lugar.

Las declaraciones de ahora se contradicen con el primer informe que ofreció Gendarmería Nacional al Ministerio de Seguridad, donde negaban haber llegado hasta el río en el operativo y no declararon haber herido a ningún manifestante.

Primero se supo que hubo gendarmes que efectivamente llegaron hasta el río. Luego trascendió que otro gendarme arrojó una piedra contra uno de los ocupantes del campo justo antes de atravesarlo, situación que fue corroborada por sus compañeros y, por último, surge el caso de un agente que acepta haber disparado su arma en contra de alguien, lejos del grupo. Es decir, en la avanzada.

Aunque este tipo de munición se utiliza con fines disuasivos, disparada a una distancia de 15 metros puede provocar serias lesiones. El relato puntualiza que se la dirigió a "un costado" de la persona, por lo que se infiere que la tenía relativamente cerca. De otro modo hubiera sido un disparo sin una dirección tan específica.

Una fuente ligada a Gendarmería Nacional admitió a Clarín que utilizaron balas de goma pero fuera del predio.

"Se dispararon proyectiles antitumulto, pero fuera del territorio. Se disparó a una distancia de más de 100 metros a los fines de disuadir con el ruido", aseguró.

En este momento se sabe que al menos ocho de los gendarmes tocaron los límites del Chubut. La confesión del agente que disparó su escopeta sumaría otro miembro a esta lista de sospechosos. "No íbamos armados con armas 9 milímetros, ningún arma de guerra fue usada", dijo en aquella oportunidad el comandante segundo del Escuadrón 36 de Esquel, Juan Pablo Escola, quien claramente no descarta que se utilizaran las escopetas anti motín en Cushamen.

El martes, la Justicia también dio a conocer los resultados del peritaje de ADN en las camionetas de la Gendarmería. Dio negativo en la comparación con las muestras genéticas que tienen de Santiago Maldonado.

 "Se descartó que exista compatibilidad con las muestras de referencia en los perfiles genéticos obtenidos de 23 muestras encontradas en los vehículos de Gendarmería Nacional Argentina. Se trata de 6 muestras recogidas en la camioneta Ford Ranger dominio OVI549, 5 muestras recogidas en la camioneta Ford Ranger dominio OLW237, 1 muestra recogida en la camioneta Volkswagen Amarok dominio AB234KT, en 3 muestras recogidas en el camión Mercedez Benz Unimog dominio KGS799, 3 muestras recogidas en la camioneta Volkswagen Amarok AB140DC y 5 muestras recogidas en el camión Mercedez Benz Unimog dominio JYI842", detalló el juzgado de Esquel.

También se descartó que exista compatibilidad con las muestras de referencia en los perfiles genéticos obtenidos en 1 muestra recogida en el cuello que presuntamente habría utilizado Santiago Maldonado y en 1 muestra recogida de varios mechones de pelo encontrados en la casa en la que vivió en la ciudad de El Bolsón.

En total, se habían enviado 82 muestras. Queda pendiente el análisis de 2 muestras, una de ellas fue encontrada en el camión Mercedes Benz Unimog JYI-842 y la otra en el buzo negro que pertenecería a Santiago Maldonado.

Esta información fue festejada por la ministra de Seguridad.  "Eso es muy importante y despeja de lo que ha sido acusado el Gobierno y nos abre otras vías de hipótesis", dijo Patricia Bullrich quien desde el primer momento defendió a la fuerza de seguridad por "convicción".