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La "Azzurri" no irá a una Copa del Mundo por primera vez en 60 años. Alertan que el país pierde "el fármaco para aliviar el dolor" de su realidad económica
16/11/2017 - 01:53hs

Quedar afuera del Mundial Rusia 2018 fue el “apocalipsis” para Italia, uno de los países con mayor historia y pasión por el fútbol.

Pero pasado el impacto inicial, aunque todavía con la bronca a flor de piel, los italianos cayeron en la cuenta de que la primera exclusión de la "nazionale" del torneo no es sólo una herida al orgullo. También es un golpe serio al bolsillo. Ya se estima una pérdida económica de unos 250 millones de euros, un azote al PBI de un país que arrastra una recesión de una década.

Se calcula que sólo la FIGC (la federación italiana de fútbol) sufrirá un daño económico de 100 millones de euros por no participar en el Mundial, en términos de derechos televisivos, sponsors y premios de la FIFA, señala La Nación.

Pero el golpe económico es también para Italia en su conjunto. "El primer factor de pérdida, calculable entre los 100 y los 200 millones de euros tiene que ver los consumos relacionados de manera directa al evento, como la compra de televisores, nuevos abonos de TV o campañas publicitarias ligadas a la Copa", explicó a La Stampa el economista Stefano da Empoli.

En este marco también se incluyen todas las actividades relacionadas indirectamente al evento. Entre ellas, las que tienen que ver con los paquetes de viajes organizados por agencias, que también sufrirán un agujero negro.

Pero lo peor es el daño psicológico. Porque, se sabe, un Mundial es como un antídoto para aliviar los malos momentos de las sociedades. "Es verdad que nosotros no pudimos calificarnos en 1958, pero en 1958 era un momento histórico muy distinto para Italia: se vivía a el boom económico después de la Segunda Guerra Mundial, a tal punto punto que en 1959 la lira era considerada a nivel internacional la moneda más fuerte del planeta", comentó Marco De Angelis, fisioterapista romano.

"En 1958 era una situación totalmente diferente a nivel social, de la que se vive hoy. Los italianos nos podíamos permitir no participar de la Copa del Mundo porque estábamos ganando en otras áreas. Pero este es un país que está perdiendo en toda la línea y pierde también el fármaco, el antídoto para aliviar el dolor, representado por el fútbol y por el Mundial, sobre todo en un país 'calciofilo' como el nuestro", agregó.

La amargura podía palparse en las charlas de café, donde el "flop" (fracaso) de Italia, que para peor se quedó afuera por culpa de una Suecia que aplicó el famoso "catennacio", era tema obligado. "La situación era la misma de la de la Argentina en los últimos cinco partidos. La diferencia es que ellos zafaron porque lo tienen a Messi, que hizo tres goles cuando había que demostrar calidad, mientras que nosotros no tenemos a nadie", dijo Enrico Bianchi, economista de Florencia, según recoge La Nación.

"Por primera vez no encuentro palabras", escribió Mario Sconcerti en una columna del Corriere della Sera titulada "Inadecuados y sin talento, un revés epocal". "Pero sería tonto pensar que todo empezó anoche. La llama se apagó en el 2006, cinco minutos después del instante en el que ganamos el Mundial. Teníamos Del Piero, Totti, Cannavaro, Toni, Pirlo y decenas de jugadores fuera de lo común", agregó, en una nota en la que, como muchos otros, hizo un llamado a que "esta desilusión abra finalmente una discusión" sobre el calcio.

"¿Por qué hemos desaparecido? Ventura se irá, pero nosotros nos quedaremos y ¿qué vamos a decirnos? ¿Vamos a echarle la culpa a los extranjeros que también tienen los españoles y los ingleses? ¿Y dónde están los italianos buenos? Ni siquiera en la serie B", concluyó.

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