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A pesar de los nuevos billetes de $1.000, afirman que aún persiste el problema de desabastecimiento en cajeros
02/01/2018 - 13:00hs

En los últimos años, las fiestas de diciembre vinieron acompañadas con un problema que ya se transformó en un clásico: a la hora de retirar dinero, varios cajeros automáticos se encuentran "sin efectivo" y esto lleva a hacer una "peregrinación" por los bancos en busca de los pesos.

Esto volvió a ocurrir días atrás, a pesar de los esfuerzos que realizaron todos los jugadores involucrados al intentar mejorar la situación en el sistema, al tomar diversas medidas para ofrecer más cantidad de billetes y alternativas de pago.

En algunos puntos escaseó el efectivo en bancos, a pesar que a nivel oficial, por ejemplo, el Banco Central lanzó papeles de mayores denominaciones ($200, $500 y, recientemente, los de $1.000), y se favoreció la instalación de equipos automáticos y extracción de dinero en otro tipo de comercios, como supermercados o estaciones de servicio.

Es decir, más allá de la implementación de numerosos instrumentos durante los últimos dos años, para intentar mitigar el problema de la falta de pesos en las máquinas, algunos voceros del sector, incluso, afirman que prácticamente todo sigue igual.

Esto es lo que le indican a iProfesional fuentes de NCR, la compañía que domina el mercado local de cajeros automáticos.

"Con respecto a años anteriores, no se han notado diferencias, es muy similar" la cantidad de cajeros que queda "cash out" durante esta época, sentencia Gabriel Santacreu, director Comercial para Argentina y Chile de Soluciones Bancarias de la citada firma.

Al respecto, justifica que la aparición de los billetes de $1.000 y $500 ayudó a mitigar la falta de efectivo, pero "la mayor demanda propia de la época de las fiestas y los fines de semana largos ha hecho que algunos equipos se quedaran sin dinero más tempranamente".

Según datos de Prisma Medios de Pago, compañía que posee la empresa Banelco, esta mayor solicitud de dinero se refleja en los números:

-En 2017 la cantidad de extracciones aumentó un 8,5% respecto al 2016.

-El total de dinero extraído en 2017 fue 23% superior a lo retirado en 2016.

En resumen, este incremento en la demanda generó que siga el problema de falta de dinero, pese a las mejoras y los esfuerzos por solucionarlo.

Y en especial, el mayor cuello de botella se produjo en localidades donde existe una baja cantidad de entidades bancarias y, por ende, pocos cajeros disponibles. Algo que genera que rapidamente se vacíen, más allá de las buenas intenciones o papeles de mayor denominación.

Entidades optimistas

Desde las propias entidades no son tan alarmistas y afirman a iProfesional que, a pesar que hubo cajeros que se vaciaron en las fechas de diciembre en las que no hubo actividad comercial, se ha disminuido el problema de la falta de efectivo.

Según la Red Banelco, que agrupa la mayoría de los bancos privados y unos 7.000 cajeros automáticos, desde el lanzamiento del billete de $1.000 las sucursales han comenzado a incorporar la nueva denominación en los equipos.

"Mientras que los billetes de $500 y $200 ya están disponibles y contribuyeron a mejorar la disponibilidad de efectivo en los cajeros. De hecho, el lanzamiento de los de $500 ayudó mucho", afirma Gustavo Rodríguez Colman, gerente de Desarrollo de Negocio de Procesamiento de Banelco.

Al respecto, ejemplifican que un cajero estándar puede contener 8.000 billetes. Por lo tanto, si se lo llena con unidades de $100, tiene disponible para entregar $800.000, pero si se lo completa con los nuevos de $500 la capacidad se multiplica por cinco, y puede entregar hasta $4 millones.

Y con los de $1.000, se amplía a un total disponible a entregar de $8 millones por equipo.

Por caso, desde un banco privado, indican a iProfesional que el "cash out" (cajeros vacíos) en máquinas dispensadoras bajó del 25% del total del sistema registrado en diciembre de 2016 a un actual de 7% de fines de 2017. Es decir, disminuyó tres veces en fechas de alta demanda.

"No hubo grandes faltantes o desabastecimiento registrados", concluyen.

Desde el Banco Ciudad, afirman que sólo tres cajeros de los 362 equipos la red de esta firma quedó desabastecido en las últimas semanas del año por la gran demanda por las fiestas, cobro de medio aguinaldo y días que no hubo operaciones bancarias por paros y fines de semana largos.

"Recargamos los cajeros con mayoría de billetes de $1.000, algo que ayudó mucho a incluir más clientes a cubrir sus necesidades de efectivo y, por eso, en su gran mayoría pudieron abastecerse de efectivo", describen desde la entidad porteña.

De hecho, acota que ese bajo nivel de ATM que quedaron sin dinero fue porque no estaban cargados con las nuevas unidades de mayor denominación.

Una ayuda de $1.000

Esta estrategia de "poblar" la mayoría de los cajeros con papeles de $1.000 fue la empleada en los últimos días por la mayoría de los bancos para cubrir la gran demanda estacional de dinero.

Cabe recordar que la nueva máxima denominación argentina, que equivale a unos u$s53, se lanzó a la calle hace apenas un mes, el primer día de diciembre.

Según los últimos datos del Banco Central, en el debut se volcaron 9,5 millones de unidades con la imagen del hornero (unos $9.500 millones), pese a que el objetivo de la entidad monetaria para todo el 2017 era poner en circulación 105 millones de ejemplares de esta cifra.

Esta implementación tiene a favor que disminuye de forma significativa la cantidad de papeles que se deben entregar en las terminales por operación y, a la vez, facilita atender a más clientes, ya que cada uno de estos billetes ($1.000) representa diez unidades de la cifra más alta que existía hace apenas un año y medio atrás ($100).

Más allá de reducir el volumen de ejemplares entregados, esto también disminuye el costo de impresión de dinero.

El BCRA indica que el costo unitario de cada billete de $200 y de $500 es de aproximadamente $1,65, en cambio cada unidad de $1.000 cuesta cerca de $1,90. En tanto, el de $100 tiene un valor de impresión de $1,47.

Por lo tanto, la fabricación de numerario para abastecer la demanda de circulante de alta denominación le insumirá al Banco Central, un gasto de impresión de $933 millones en 2017.

En cambio, si lo hubiese hecho sólo con los viejos billetes de $100, el costo total incurrido hubiese sido de $3.491 millones. Así, las nuevas denominaciones permitieron ahorrar $2.558 millones el año que acaba de concluir.

"Gracias a la introducción del billete de $1.000, se reducirá el costo de transporte, acarreo y guarda de dinero, que es uno de los más importantes del sistema bancario argentino", resumen desde el BCRA.

Medidas contra "cash out"

Además de la impresión de los billetes de mayor denominación, para solucionar el "vaciamiento" de los cajeros automáticos se han implementado y creado otro tipo de medidas adicionales para quitarle presión a la extracción de cash, tanto desde el ámbito privado como público.

Por ejemplo, desde el Gobierno, el Banco Central flexibilizó los requisitos a los bancos para que puedan abrir nuevas sucursales, y también les permitió a comercios de diferentes rubros (supermercados, estaciones de servicio, entre otros) a tener máquinas de entrega de dinero con las caudalosas recaudaciones de sus puntos de venta.

Algo que ya se ha comenzado a implementar. Por ejemplo, la Red Banelco hizo una alianza con YPF para brindar el servicio de "cajeros recicladores". La misma permite al comerciante de la estación de servicio depositar la recaudación de ventas como "si lo hiciera en una sucursal bancaria".

Así, se introducen los billetes en el momento dentro del "cajero reciclador", y se acredita el dinero en tiempo real en su cuenta bancaria.

"De este modo el comerciante resuelve el costo del traslado del dinero y de la seguridad del efectivo. Además, el dinero depositado queda a disposición de los clientes del comercio o de quienes se acerquen, lo que potencia -a su vez- las ventas", acota Rodríguez Colman.

Asimismo, se favorecieron las transferencias y pagos virtuales a través de Internet y aplicaciones móviles de teléfonos, para evitar transacciones físicas, y en consecuencia, evitar que se retire dinero por ATM.

Al mismo tiempo, desde el sector privado los distintos jugadores también realizaron distintas acciones, tanto permanentes como temporales, para aminorar la búsqueda de efectivo en los cajeros.

Por el lado de Prisma Medios de Pago, lanzó hace un tiempo un servicio para obtener dinero sin la necesidad de acercarse a un cajero.

Bajo el nombre de "Extracash", ofrece la posibilidad de retirar hasta $5.000 de efectivo utilizando la tarjeta de débito, sin costo adicional, en las cajas de la red de comercios adheridos, entre las que se encuentran las sucursales de Coto, YPF, Carrefour, Walmart, La Anónima, Ribeiro, Megatone y  Farmacity, entre otras cadenas.

Otras firmas realizaron acciones puntuales para las fiestas. Por ejemplo, el fin de semana largo en la previa a la Navidad, algunos supermercados realizaban en caja un descuento del 15% por pagos realizados con tarjetas de débito.

Con ello, buscaban desalentar el uso de billetes, para disminuir el almacenamiento y traslado del gran volumen que se genera durante los días festivos, sumado al feriado del lunes. Hecho que complica la logística.

Finalmente, también desde las compañías de los propios cajeros automáticos muestran avances en la provisión de efectivo.

Desde NCR informaron que, en los últimos doce meses, se han sumado al sistema financiero 1.000 cajeros más de la empresa, alcanzando un total aproximado en el país de 15.000 equipos, detalla Santacreu a iProfesional.

Además, desde hace tres años están equipando algunos bancos con un equipo que posee "doble dispenser" de billetes. Es decir, en vez de poseer las cuatro gavetas para cargar el dinero, tiene el doble de capacidad y totalizar unas 8.000 unidades. Lo que permite duplicar la disponibilidad de entrega. Aunque, claro, por el momento sólo hay 500 de estas máquinas en el sistema. Una cantidad que aun resulta ínfima.

En resumen, pese a las mejoras tecnológicas, de mayores denominaciones disponibles y de más cantidad de equipos, el problema de encontrar billetes disponibles en los cajeros persiste en las fechas clave. Sobre todo, en un país con un nivel de bancarización tan baja como lo es Argentina.-