The Coca-Cola Company registró una caída del 80,9% en su beneficio neto atribuido correspondiente a 2017, hasta u$s1.248 millones, después de que el fabricante de refrescos haya asumido un impacto negativo extraordinario de u$s3.600 millones a raíz de la implementación de la reforma tributaria impulsada por Donald Trump.

En el cuarto trimestre del ejercicio, la multinacional de Atlanta sufrió pérdidas de u$s2.752 millones, frente al beneficio neto atribuido de u$s550 millones en el mismo periodo de 2016.

"La compañía apoya la reforma fiscal, pues mejora la capacidad de competir a nivel global de las empresas estadounidenses", indicó Coca-Cola, a pesar de haber contabilizado un cargo extraordinario por este cambio tributario, incluyendo el pago de u$s4.600 millones por la repatriación de capitales que mantenía fuera de EEUU y un efecto positivo de u$s1.000 millones por la reevaluación de sus créditos fiscales.

Como consecuencia de la entrada en vigor este año de la reforma fiscal, la multinacional espera que su tasa impositiva efectiva se reducirá al 21% desde el 26% previsto anteriormente.

Los ingresos operativos de The Coca-Cola Company en el conjunto del ejercicio sumaron un total de u$s35.410 millones, una cifra que supone un descenso interanual del 15,4%, incluyendo una caída del 20,2% en el cuarto trimestre, cuando sus ingresos alcanzaron los u$s7.512 millones.

"Hemos alcanzado o superado nuestras directrices para el conjunto del año al tiempo que llevábamos a cabo cambios significativos", declaró James Quincey, presidente y consejero delegado de The Coca-Cola Company.