La deuda externa total trepó la friolera de u$s54.980 millones el año pasado, por lo que ya se ubica en los u$s231.980 millones. Representa un incremento del 31% a lo largo de 2017.

El registro oficial, publicado en el informe de Balance de Pagos y Deuda Externa del INDEC, indica que la relación deuda/PBI ya llegó al 42%.

Desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, la deuda externa (que involucra al Estado Nacional, a las provincias y al sector privado, y que fue tomada con distintos acreedores) aumentó en u$s67.600 millones.

Según el informe, el desequilibrio de la cuenta corriente –que da cuenta del creciente rojo comercial pero sobre todo del veloz incremento de la carga de servicios de la deuda– alcanzó a u$s30.000 millones. En el último año, ese desbalance se duplicó.

"El resultado negativo alcanzó el -4,9% del PBI, lo que representa el mayor rojo en términos del producto desde la salida de la Convertibilidad", destaca un informe de Ecolatina.

Según la consultora, "la profundización del rojo obedeció a la recuperación de la actividad y la apreciación cambiaria en un contexto de creciente apertura del comercio exterior".

En el último trimestre de 2017, la Cuenta Corriente (que mide las transacciones comerciales entre residentes y no residentes) arrojó un déficit de u$s8.750 millones. De este modo, el rojo se multiplicó por dos respecto a igual período de 2016, cuando había sido levemente inferior a u$s4.200 millones. 

La velocidad del incremento de la deuda como así también del rojo de la cuenta corriente viene llamando la atención de los economistas de la City. No porque esos registros puedan provocar un colapso en el corto plazo sino, más bien, porque así como viene, ese proceso no puede extenderse indefinidamente.

En los hechos, implica que las necesidades de financiamiento ya alcanzan a los u$s30.000 millones anuales, y el "mercado" ya puso luces amarillas. Al revés de los demás países de la región, el "riesgo" argentino vino en ascenso en las últimas semanas.

Y el ministro de Finanzas, Luis Caputo, se vio obligado a viajar a Nueva York para llevar tranquilidad a los financistas y a prometerles que este año no habrá emisiones adicionales de títulos de deuda argentinos en esa plaza.

A comienzos de año, el Gobierno lanzó emisiones en Wall Street por u$s9.000 millones. Algunos observadores explican la suba del riesgo en que el mercado todavía está "haciendo la digestión" ante semejante lanzamiento.

Al analizar los datos oficiales surge que el Gobierno nacional fue el que más se endeudó en el último año. Mucho más que el Banco Central (que ya contabiliza un pasivo por u$s5.200 millones con bancos internacionales) y que el sector privado.

Durante 2017, la deuda externa del Gobierno Nacional se incrementó 35,7%, al pasar de u$s104.500 millones a u$s141.800 millones.