Vacío y abandonado, así está por dentro el "lujoso" triplex por el que condenaron a Lula
Una pileta verde, llena de algas y mugre, y un departamento de 215 m² vacío, con un horno y una enorme heladera aún para estrenar y colchones todavía envueltos en plásticos en las distintas habitaciones.
Así luce hoy en día el famoso triplex por el que el expresidente brasileño y candidato favorito Luiz Inacio Lula da Silva fue condenado a 12 años de cárcel.
El departamento con vistas al mar -ubicado en lo alto del edificio Solaris en el balneario de Guarujá, cerca de San Pablo-, fue tomado este lunes por militantes de izquierda para exigir la liberación de Lula.
En enero pasado, el juez Sergio Moro ordenó subastar el triplex y entregar el dinero recaudado a la "víctima del proceso", es decir a la empresa Petrobras.
Según la sentencia, Lula fue condenado por haber aceptado de la empresa constructora OAS un soborno de 3,7 millones de reales (algo más de u$s1,1 millones) en forma de un departamento de tres pisos y de costosas reformas efectuadas en la vivienda a cambio de contratos con Petrobras en los que hubo sobreprecios del 50%.
Las obras incluyeron la instalación de un ascensor y costaron unos 777 000 mil reales, a los que se sumaron otros 320 000 reales en muebles y electrodomésticos.
En el primer piso hay un amplio living comedor, un balcón con vista al mar, una cocina y una habitación para el servicio doméstico.
En la segunda planta, se encuentra una suite principal y dos piezas más.
Ya en el último nivel, una pileta, un sauna, un comedor y una sala de reuniones.
Lula niega que ese departamento sea suyo y considera su condena "sin pruebas" como parte de un complot de las élites para que no pueda volver al poder.