La llegada de las aerolíneas low cost al país fue una medida anunciada como un logro y recibida con mucha expectativa. La posibilidad de poder volar a precios accesibles generó alegría en muchos usuarios, pero altos niveles de desconfianza en otros.

A meses del primer vuelo de Fly Bondi en la Argentina, el ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich explicó como una de las trabas al libre desarrollo del sector el amparo que se presentó sobre el nuevo aeropuerto de El Palomar.

"La verdad es que fue una gran complicación el amparo que nos pusieron", expresó a La Nación el titular de la cartera de Transporte al referirse a la medida de vecinos, que por el impacto ambiental en la zona intentaron detener la construcción del aeropuerto.

"Ese aeropuerto entraba dentro de la concesión de AA2000, que tiene la concesión de los aeropuertos", destacó el funcionario y agregó que cualquier aerolínea puede utilizarlo siempre que quiera. En ese sentido, reveló negociaciones con las empresas Norwegian y la Sky para operar desde allí.

Actualmente, solo opera desde ese aeropuerto la mentada Fly Bondi, low cost en la que, según el ministro, "ya volaron 130 mil personas".